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Montevideo
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Hemos finalizado recientemente un encuentro de hombres y si no hubiera visto la respuesta en la cara de esos hombres diría que hemos realizado un encuentro de gente de sexo masculino. Me ha hecho bien hablar de hombres y me ha hecho recuperar mi autoestima. ¡Últimamente viene medio vapuleada la identidad del hombre! Recientemente viajé en avión desde Brasil a Montevideo y resultó ser que me encontré con la sorpresa de no encontrar un baño para hombres; toda la vida que viajé en avión, si tenía ganas de ir al baño, entraba a alguno que estaba desocupado, pero en este viaje fui a entrar al baño y la azafata me dijo: “No, ahí no puede entrar”. “¡Pero está vacío!”, le respondo. “¡Ah, pusieron baño de damas y de caballeros!” Entonces voy a entrar al otro que está pegado al de damas y me doy cuenta que estaba ocupado, pero me quedo mirando con cariño el que estaba vacío y la azafata ahí controlándome; al rato sale la persona que estaba ocupando el baño y cuando la veo era una mujer. Le pregunto a la azafata: “¿Y qué hace esta mujer acá adentro?” Ella me responde: “¡Ese baño es unisex!” ¿Cómo unisex? “Es que no hay baño de hombres”, me señala la azafata, hay sólo de damas y unisex porque en éste puede entrar cualquiera”. ¡La verdad es que me sentí denigrado, atropellado como hombre!
Y no es sólo ese hecho; cuando quieren comparar la capacidad para ser padre, de un hombre y de un gay, me siento atropellado en mi dignidad, me siento discriminado, porque yo creo que el diseño que Dios hizo en el hombre, fue para cumplir un rol específico. Alguien intentará tomar la sopa con un cuchillo, pero se entiende que la cuchara ha sido diseñada para tal fin. Y sigo insistiendo en un concepto que quiero que los cristianos tengan muy en cuenta: diferencia en diseño, supone diferencia en propósito. Dos cosas que fueron diseñadas distintas son dos cosas que tienen un propósito distinto; el cuchillo fue diseñado para cortar, la cuchara para tomar la sopa. ¡La mujer no fue diseñada para ser padre, ni el hombre fue diseñado para ser madre! El mundo no entiende la diferencia y opina que es lo mismo, que sí se puede, que el hombre y la mujer son iguales; la verdad es que veo tantos problemas, que ahora entiendo por qué el mundo está tan perdido en esto, y es porque realmente el hombre ha sido denigrado paulatinamente hasta el punto de no entender bien cuál es su rol en la vida, en el mundo. He podido entender que el hombre ha ido dejando las áreas relativas a su propósito en mano de las mujeres o mejor dicho, han obligado a las mujeres a hacerse cargo de cosas que tienen que ver con su rol, éstas han sido obligadas a asumir determinados roles de modo que han terminado creciendo en madurez porque han asumido la responsabilidad.
Notemos que hay leyes que le han dado la libertad al hombre de lavarse las manos, y que la mujer se haga cargo de aquellas cosas que el hombre no se ha hecho cargo. ¡La mujer se queda con los problemas y el hombre sale en busca de más mujeres a quienes hacerles más hijos! El hombre no asume responsabilidades y por lo tanto se convierte en un irresponsable, encima le echa la culpa a la mujer de que el niño se enfermó, por ejemplo. Ha venido un hombre muy seguro a decirme: “Pastor, usted no sabe el problema que tengo, mis hijos se enferman cada dos por tres, mi mujer no los cuida”. Yo le pregunto: ¿Y vos no te metes en el asunto? “No”, me responde, “yo me fui hace seis años, pero yo le digo a ella que tiene que cuidarlos. El problema es que se me fue un hijo a la droga y le dije a la madre: Lo que pasa es que vos los malcrías”. ¡Los hombres con total tranquilidad se lavan las manos como Pilatos! Le endosan a la mujer la crianza de los niños con todo lo que esto conlleva, pero las mujeres asumieron la responsabilidad y los entendidos dicen que maduran aquellos que asumen responsabilidades, de lo contrario, quien no asume responsabilidades nunca llega a madurar. En otras palabras, quien no asume responsabilidades es el que nunca resuelve nada, no enfrenta problemas porque no quiere, más bien los evade porque quiere estar tranquilo, no quiere romperse la cabeza, termina siendo una persona que no sabe enfrentar situaciones, termina siendo una persona inmadura y de esto surge que lamentablemente las mujeres han tenido que aprender a hacer toda clase de trámites que el hombre no ha querido realizar; han tenido que enfrentar a los acreedores cosa que el hombre nunca ha querido hacer, han tenido que hacer frente a las enfermedades de los hijos, han tenido que hablar con los médicos, comprar los medicamentos, ellas terminan aprendiendo de remedios, y los términos médicos. Y si el niño anda mal en al escuela la manda a la mujer a hablar con la directora, entonces la mamá va a la escuela y habla con la maestra porque su hijo tiene la nota baja, etc.
¿En qué termina todo esto? ¡En que la mujer asume toda clase de responsabilidades y es más madura! En el encuentro, un hombre me decía: “Mi señora administra el dinero mejor que yo, así que yo le doy todo el sueldo y que ella lo maneje; ¿está bien eso?” Yo le señalé que hay un problema en ello, y no es el hecho de darle todo el dinero para que lo administre, sino en que ella toma todas las decisiones con respecto a lo que se compra y lo que no, ¡de modo que el problema radica en que su señora está liderando el hogar y no él! Este hombre me mira y dice: “Sabe que tiene razón”. ¡Él sólo se dedicaba a trabajar!
Mi pregunta para los hombres en este día es: ¿Para qué estás? ¿Cuál es tu rol? Mira que si es por traer dinero a la casa, hay muchas mujeres que han salido adelante solas, trabajando. Pero están esos hombres que dicen: “¡Nunca les he dejado faltar nada en casa!” ¿Qué no les has dejado faltar nada? ¿Qué es lo que has llevado a tu casa?, es la pregunta. ¿Eres el que provee sólo las cosas materiales? ¿Tú crees que un hijo se forma sólo con darle lo material? ¡Los hombres hemos llegado al punto en que ya ni baño nos ponen en los aviones! Las mujeres, ya cansadas de los hombres se arman un movimiento feminista, así que cuidado con la que se te viene. ¡Hasta los hombres se han cansado de los hombres! Se sienten más valorizados siendo mujeres. ¡Esto es durísimo!
Yo tengo un problema en la iglesia, hay muchas chicas y muy lindas. Las mujeres son más dispuestas para las cosas espirituales, para aprender, para encarar cosas; la mujer se propone conseguir trabajo, sale y lo encuentra; el hombre les dice: “¿Qué querés que te dé si no tengo trabajo?” Hace poco llegó un hombre de España, que se había casado con una chica de la iglesia, el asunto es que se fue de la iglesia, dejó a la mujer con su hijo y se fue a España habiéndose casado con otra mujer. Este hombre me consulta porque la mujer que había dejado acá no le deja ver al hijo, hace unos seis años que se fue pero nunca le pasó ni un peso al hijo. Entonces yo le digo que él tiene derecho de ver al hijo. “¡Claro!” me dice él. “Pero, escúchame: ¿vos le has mandado dinero a tu hijo?” “No, no pude, la cosa allá está muy difícil”. ¡Nunca hizo nada y ahora se cree con derecho de ver a su hijo! ¡Está muy desdibujada la imagen de hombre! Entonces, resulta que hay unas chicas muy lindas en la iglesia, muy emprendedoras, solteras que me dicen: “Pastor, me quiero casar pero miro para todos lados y acá en la iglesia no encuentro nada”. Por ahí viene un desgreñado que no se baña y me dice: “Pastor, sabe que me gusta fulanita”. “¡Pero anda a bañarte!” le digo. Hay uno que se peleó conmigo y se fue de la iglesia porque le dije: “Mira, me parece que esta chica está enamorada de otro, creo que la cosa no va”. “¡Pero yo quiero su apoyo!”, me dice el muchacho. “¡Bueno, pero yo no te puedo apoyar mucho!” le digo. Se enojó y se fue de la iglesia diciendo que yo no lo respaldé para hablarle a la chica. ¡Y ella dando gracias a Dios que se fue! ¡Está muy desdibujada la imagen de hombre! Después queremos atar el espíritu de Jezabel y hay más y más Jezabeles, las mujeres se ponen los pantalones y les dicen a los hombres: “Si vos no haces, yo voy a hacer. ¡Inútil! ¿Para qué me casé con vos?” Encima viene el nene y le pregunta al padre: “Papá, ¿me puedo comprar tal cosa?” “Anda y preguntale a tu madre”, responde él. “¡Papá me duele acá!” “Andá y decíselo a tu madre”. “Papá, ¿puedo…?” “¡No me molestes!” Ya el niño se acostumbra a que el padre es un palo…
Una pregunta importante para hacerles a los hombres es: ¿Cuál es tu lugar? “¡Ah, yo no dejo faltar nada!” ¡Ah, muchas gracias! Yo no estoy exagerando en nada y creo que hay muchos hombres que andan buscando algo mejor que ser hombres, algo más moderno y viable. La palabra “Gay” está muy de moda, en estos días en Argentina se aprobó el matrimonio gay y aquí en Uruguay se aprobó una ley con otro nombre, zafamos por poquito porque se llama “Unión concubinaria” pero es “el mismo perro con distinto collar” porque se trata de reconocer una figura matrimonial en estas uniones de hombres con hombres y mujeres con mujeres. ¡Qué conmoción grande causaron en la sociedad! ¡Manifestaciones por todos lados! ¡Invocaciones de derechos de las minorías! Aquí se logró la ley de unión concubinaria, pero a más de un año de habar salido la ley se habían registrado apenas diez parejas gay. ¡Semejante batifondo por diez parejas gay! El país entero está lleno de parejas armadas así no más, que no se registraron en ningún lado y según la opinión de ellos, no lo necesitaron.
Estuve leyendo un pasaje de la Biblia donde el rey David al llegar al final de su vida le va a entregar el reino a su hijo Salomón y le dice: “Yo sigo el camino de todos en la tierra; esfuérzate, y sé hombre” (1ª Reyes 2:2). La palabra “macho” ya sabemos lo que es, y si por las dudas no lo sabemos, lo están enseñando en primaria, en secundaria y la universidad; “machismo” también sabemos qué es. Hay mucha confusión porque el hombre nació para ser señor como Dios es Señor y nació para ser rey como Dios es Rey y para ser cabeza de la mujer, pero por causa del pecado, el hombre no ha entendido lo qué es ser señor, lo qué es ser rey; como no sabemos cómo es Dios, como Señor y como Rey, tampoco sabemos cómo ser nosotros reyes y señores. Y es que tenemos la imagen distorsionada; muchos me han dicho: “Pastor, a mí me cuesta decirle a Dios papá porque mi padre fue un desastre”. Pero Él no se confundió, Él se ha puesto como Padre en los cielos y lo ha puesto al hombre como padre en la tierra, utiliza el mismo calificativo para Él y para nosotros porque somos imagen de Dios en la tierra. La palabra “padre” tiene connotaciones de protector, de proveedor, pero resulta que, como a los hombres se les dio el mandato de ser señores, les ha quedado en su interior, vestigios de ese mandato y quieren ser obedecidos, quieren que la esposa y los hijos les obedezcan, aunque no cumplan con la otra parte de ser padres, que implica ser protector y proveedor.
Dios es el que manda en el cielo pero es justo, es bueno, es santo, es amoroso y perdonador, vale la pena que Dios sea mi Señor y mi Rey, me siento amparado y sustentado por Él. ¿Qué pretende que sienta un muchacho al que su padre, borracho le dice: “Yo soy tu padre y me tenés que obedecer”? ¡Salió a relucir el macho, no el hombre y encima al padre hay que obedecerlo y respetarlo! ¡Pero si tu padre es un descabezado no lo puedes seguir!
Al hombre todavía le queda eso de que él es el que manda, pero ha perdido todo eso de que es él quien protege y sustenta, ha perdido todo eso de que él es el que planifica la familia. El rey, según el concepto de Dios, es el que vela por el país, no el que se enseñorea de él. Fue tan distorsionada la imagen del monarca, del rey, que en la época de la Revolución Francesa ya no lo llamaban rey sino déspota, tirano. Entonces la gente decía: “¡Abajo los tiranos!” A los reyes les había sucedido igual que a los hombres, ellos desde un principio entendían que si planificaban bien para la nación, el pueblo estaría contento con ellos y les iban a seguir; los reyes eran líderes poderosos, líderes naturales; pero cuando ellos se enseñoreaban y sólo querían mandar y mandar, el pueblo se oprimía. Así que había reyes buenos a quienes las naciones amaban y había reyes malos; la monarquía en sí no era mala. Hoy en día se dice que la democracia es mejor, un día nos gobierna la derecha, otro día nos gobierna la izquierda. No es que estoy en contra de la democracia ni voy a imponer la monarquía, lo que quiero decir es que el rey que entendía bien su rol, era un estratega, siempre pensaba en levantar a su pueblo, que tuviera pan, techo y abrigo. Por eso es que cuando decimos que el hombre fue llamado para ser rey, estamos hablando de un concepto de rey que está en la Biblia y tiene que ver con que Dios es Rey de reyes y Señor de señores. ¡Para ser rey primero hay que conocer al Rey, y para ser señor se necesita conocer al Señor!
Tan distorsionada está la cosa que el movimiento gay viene al galope a tomar el mundo; mientras los hombres miran cómo las mujeres y los gays siguen adelante, el mundo sufre transformaciones extraordinarias y Dios necesita hombres. David le dijo a Salomón: “Hijo mío, sé hombre” (1ª Reyes 2:2).
Michael Swift escribió una publicación titulada: “Gay Community News” el 21 de febrero de 1987 donde se lee lo siguiente: “Sodomizaremos a sus hijos, emblemas de su pobre masculinidad, de sus sueños huecos y de sus mentiras vulgares. Los seduciremos en sus escuelas, en las universidades, en sus gimnasios, en sus guardarropas, en sus campos de deportes, en sus seminarios, en sus grupos de jóvenes, en los baños de sus cines, en las barracas de sus ejércitos, en las paradas de los camiones, en sus clubes exclusivos para hombres, en sus cámaras en el congreso. Sus hijos serán nuestros subalternos y harán lo que nosotros digamos, los reformaremos a nuestra imagen, vendrán a implorarnos y a adorarnos. Todas las leyes que prohíban la actividad homosexual serán revocadas, en cambio se aprobarán leyes que engendren el amor entre los hombres; todos los homosexuales deben permanecer juntos como hermanos, debemos unirnos artística, filosófica, social, política y financieramente. Aboliremos el núcleo familiar, semillero de mentiras, tradiciones, mediocridad, hipocresía y violencia; el núcleo familiar que lo único que hace es desalentar la imaginación y refrenar la libre voluntad, debe eliminarse. Los varones perfectos serán concebidos y crecerán en el laboratorio genético, estarán ligados en un ambiente comunal, bajo el control y la instrucción de los intelectuales homosexuales. Se cerrarán todas las iglesias que nos condenen; nuestros únicos dioses son los jóvenes bien parecidos. Nos adherimos al culto a la belleza, la moral y la estética, todo lo que sea feo, vulgar y trivial será aniquilado. Como nos encontramos aislados de la convenciones de la clase media heterosexual estamos libres para vivir nuestras vidas de acuerdo con los dictámenes de nuestra pura imaginación. Para nosotros, demasiado no es suficiente, saldremos victoriosos porque estamos llenos de la feroz amargura de los oprimidos que se han visto obligados a representar papeles igualmente amargos en su tonta comedia heterosexual a lo largo de los siglos. Nosotros también somos capaces de disparar armas de fuego y de levantar las barricadas de la revolución final. ¡Tiemblen, cerdos heterosexuales cuando nos sentemos ante ustedes sin nuestras máscaras!”
¿Tú crees que esto es chiste? Debo decirte que más del 70 % de lo que dice esta publicación ya lo han logrado. ¿Por qué? ¡¡Porque faltan hombres!!
Ahora, me llama la atención que el rey David le dice a su hijo: “Sé hombre” y después agrega: “Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas;” (1ª Reyes 2:3). Sé hombre amando a Dios, sé hombre guardando los estatutos y mandamientos de Dios; sé hombre obedeciendo a Dios en todo lo que está escrito en su palabra para que te vaya bien en todo, para que prosperes en todo lo que emprendas.
Ser padre es ser protector y proveedor en lo espiritual, en lo moral y lo material, pero parece ser que lo único que tomó en cuenta el hombre es lo material y hasta por ahí nomás, pero al hombre no se le ha ocurrido pensar que todo lo moral y material depende de lo espiritual. El hombre no ha entendido que primero es Dios, que primero es nuestra relación con nuestro creador y que para ser hombre debemos conocerle, porque el hombre es imagen de Dios en la tierra, porque Jesucristo es cabeza del hombre y el hombre es cabeza de la mujer. Alguna mujer se preguntará: ¿Y a nosotras dónde nos ponen? En una monarquía había un rey y una reina, las mujeres son reinas, un reinado donde no había reina era un desastre, nada se esperaba del rey si no tenía una buena reina, no había futuro para la nación si no había reina; entonces, el hombre es el responsable y la mujer es la compañera, la mujer es la ayuda idónea. Cuidado: ¡El hombre no es el “manda más”! ¡No! ¡El hombre es el estratega y la mujer la asociada! El hombre y la mujer han sido creados para acoplarse, para sumarse, la mujer no es mandadera, no tiene que hacer todo lo que el hombre dice sino que ayuda al hombre en lo que él hace. En ese sentido, la mujer no es responsable de la vida espiritual del hogar, sino que el hombre es el sacerdote del hogar; la provisión espiritual es la más importante, la primera y la fundamental porque de la provisión espiritual vienen todas las demás provisiones. ¡Si andas bien con Dios y respetas su palabra entonces te irá bien en todo lo que hagas y prosperarás!
Cuando falta el hombre, falta el paraguas; el hombre es como un escudo contra los embates del infierno, y cuando hablo de paraguas, me refiero a un objeto que es capaz de librarnos del agua de la lluvia; si falta éste nos mojamos. ¿De qué sirve un paraguas si está agujereado? Yo vivo en un edificio con ventana hacia una avenida y muchas veces observo cómo la gente lucha con los paraguas en un día lluvioso y con viento; de repente se les da vuelta el paraguas y se les vuela, y ellos tratan de arreglarlos pero no hay caso. Se ve que hoy en día se venden los paraguas muy baratos, pero también son muy débiles. El hombre es el paraguas, pero: ¿Si está agujereado? ¿Si está débil? ¿Si fue fabricado a las apuradas con material de mala calidad?
Dos ejemplos me golpearon recientemente. Uno se trata de una joven que ya he contado que la hemos estado liberando de demonios; en medio de esa lucha por echarlos fuera, un demonio me dijo: “¡No la voy a dejar porque es mía, se va a suicidar! Yo la tomé cuando la violé a los cinco años de edad”. Sabemos que ningún demonio puede violar a una mujer a menos que entre en el cuerpo de un hombre: ¡A esta chica la violó un demonio que poseía a un hombre! Entonces le pregunté a la chica si la habían violado y respondió que sí, su padre abusó de ella a los cinco años. ¡Su padre se suicidó y la mujer me contó que ella había tratado de suicidarse también! Un padre que abusó sexualmente de su hija dejó de ser el paraguas de ella, dejó de ser el protector de su hija, y la entregó en manos de demonios. ¡Qué importante que es un padre! No es lo mismo una madre que un padre, el rol de éste es muy importante. Este hombre en un instante cedió su paternidad a los demonios. Pero conocí otro padre que toda la vida le había entregado su paternidad a los demonios pero llegó un punto en que estaba asqueado de todo lo que había hecho. Un día me visita y me pide hablar en privado; él me dijo: “Yo soy uno de los únicos tres sacerdotes de vudú que hay en Uruguay. Vengo a pedirle por mi hija”. Me sorprendí: ¿Un sacerdote de vudú pidiendo por su hija? Él comienza a decirme que ha hecho muchas cosas malas en la vida, que no se pueden contar de tan malas que son. Le digo: “Pero Cristo te puede perdonar” “¡No, Dios a mí no me va a perdonar porque lo que he hecho es muy grave!” Al final nunca me dijo qué es lo que había hecho, yo calculo que hasta habría sacrificado vidas, pero viene compungido a decirme: “Yo vengo aquí porque tengo miedo, porque sé que a mi hija le sobrevendrán los males que están sobre mi”. ¡¡Parece que un sacerdote de vudú entiende esto más que un cristiano!! Este hombre agregó: “Yo he venido para que usted ore para que mi hija sea libre de eso”. Este era un hombre que había destruido la vida de mucha gente y también la de su propia hija, a él no le dio para creer que Cristo lo podía perdonar pero creía que Dios podía salvar a su hija; a todo esto su hija también estaba en lo mismo que el padre y lo odiaba profundamente, hasta le hizo un trabajo de muerte y finalmente su padre murió. Pasado el tiempo, esta chica vino nuestra iglesia y se entregó a Cristo. Este es el caso contrario al de la mujer que había sido abusada por su padre, alguien que nunca cubrió a su hija pero en un instante de su vida en que tuvo luz, buscó a Dios y su hija se salvó. Esta chica me mandó un mensaje para el día del padre que decía: “¡Feliz día del padre, doy gracias a Dios por el papá que me dio!” Ella está sirviendo a Dios, se ha enamorado de un chico de uno de nuestros centros comunitarios y él de ella, ¡y en cualquier momento se casan!
Si tú quieres ser un verdadero hombre tienes que revisar cómo está tu relación con Dios porque los hijos de la tierra están necesitando padres. ¡Faltan padres! Y las esposas de la tierra están necesitando hombres, esposos, no machos. ¡Las mujeres están cansadas de llevar las cargas del hogar! ¡Las mujeres están cansadas de enfrentar las responsabilidades que les corresponden a los hombres! Hoy quiero orar para que Dios te ayude a ser un hombre, quiero orar para que Dios te ayude a ver quién eres realmente, que tus ojos sean abiertos para que conozcas cuál es tu identidad y tu verdadero rol en la vida. ¡Ser hombre implica mucho más que ser macho o ser jefe!
Una de las preguntas que les hicimos a los hombres en el encuentro fue: Cuando tus hijos tienen problemas, ¿a quién corren, a tu esposa o a ti? ¡Los chicos están acostumbrados a correr a la madre y no al padre! ¡Eres un palo pintado querido! Para lo único que sirves es para traer dinero a tu casa y para colmo traes poco, no alcanza, y dices que te matas trabajando todo el día pero lo único que haces lo haces mal.
Una mujer me dijo: “Mi marido se fue y nos dejó”. Él gana dieciocho mil pesos y le pasa a la mujer sólo dos mil. ¿Por qué no te da más? “Porque dice que no puede, porque se le va todo”. Leamos el Salmo 1:1 al 3: “1Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; 2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. 3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará”. ¡Primero Dios! Tienes que ser tú el sacerdote de tu casa, el que lee la palabra de Dios, el que da el consejo. ¡Pero el hombre está denigrado, está venido abajo!
“Padre, oro por lo hombres, oro por lo padres, por los esposos. ¡Te necesitamos Señor! ¡Qué desdibujada está la imagen de Dios! Señor de la gloria, no hemos sabido ser sustentadores, proveedores, protectores espirituales, morales. Dios mío, derrama tu Espíritu Santo, revierte esta situación Señor, levanta hombres y úngelos, te lo pedimos en el nombre de Jesús. ¡Cuán desdibujada está la identidad de hombre! ¡Cuán desdibujada está la función del hombre! Padre de la gloria, clamo a ti en esta hora para que los hombres sean reyes y sacerdotes como tú has planificado que sean. Padre glorifícate, exáltate, en el nombre de Jesús”.
Dile al Señor: “¡Haz de mí un verdadero hombre! Yo hago un pacto contigo Padre, pon en mí tu temor, hazme amar tu palabra, dame tu consejo, quiero priorizar mi relación contigo Señor por sobre toda otra cosa; más que mis responsabilidades laborales, de esposo y de padre yo quiero priorizar mi responsabilidad delante de ti, mi relación contigo Señor. Toca ahora mi vida Padre, te lo pido en el nombre de Jesús, amén”.
ANEXOS: