Av. 8 de octubre 2335
Montevideo
WhatsApp:(+598) 095333330
INTRODUCCIÓN
Hubo una época en la que no podía entender lo que me estaba pasando y no entendía a Dios; es más, yo le hacía preguntas, pero no obtenía respuesta alguna. Tal vez te está sucediendo lo mismo a ti. En una época, cuando vivíamos en la ciudad de Buenos Aires con mi esposa y mis dos hijas pequeñas, que no teníamos dinero y no había para comer, recuerdo que un día habíamos decidido ayunar con mi esposa porque no había para comprar alimentos. No íbamos a salir a robar para comer. Cerca del mediodía toca a la puerta una vecina; Marta la atiende y ésta le dijo que tenía invitados a comer pero que se había olvidado de comprar pan, y le preguntó si teníamos pan para compartirle porque ya a esa hora la panadería estaba cerrada. Justamente, lo único que teníamos era un poco de pan. Nos miramos con mi esposa, ella caminó hacia la alacena, tomó el único pan que había y se lo dio a la vecina. Así que, ni siquiera pan íbamos a comer ese día. Y como a las 3 o 4 de la tarde, la vecina golpeó a nuestra puerta y vino con una bandeja llena de comida; muy agradecida porque le compartimos nuestro pan, nos sorprendió trayéndonos alimentos. Entonces, con Marta decidimos cortar el ayuno. Todo guiado por Dios el asunto.
Con este relato quiero hacerte ver que a veces atravesamos por períodos de incertidumbre muy grande acerca de qué es lo que está haciendo Dios, o qué quiere Dios. En ese tiempo le pedí al Señor que me hable y así lo hizo por medio de un pasaje de la Biblia que se encuentra en Isaías 42:16 y que dice así: “Y guiaré a los ciegos por camino que no sabían, les haré andar por sendas que no habían conocido; delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz, y lo escabroso en llanura. Estas cosas les haré, y no los desampararé”.
Esta palabra, el Señor te la da a ti también. Dios hoy te dice: “A los que me buscan no los voy a desamparar. Aunque no entiendas lo que estas pasando, yo seré tu luz en medio de las tinieblas. Te abriré los ojos y te mostraré que no estás desamparado ni desamparada”. ¡Los que confían en el Señor no están desamparados! Aunque no entiendas lo que está pasando, quiero que sepas que, a pesar de la pandemia, Dios sigue sentado en su trono, Él sigue siendo Dios y el Soberano del universo. ¡Dios no abandona hijos! Tú no eres un abandonado de Dios. La crisis te mostrará que Dios está guiando tus pasos aún en las tinieblas.
Hoy quiero hablarte acerca de resistir y de transigir. Hay pasajes de la Biblia que nos hablan acerca de que tenemos que resistir determinada cosa, y que no es lo mismo que hacer. Nosotros necesitamos saber qué hacer en determinada circunstancia, mas Dios nos manda a resistir. Dice la Biblia en Santiago 4:7: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”. Vas a verlo huir al diablo de tu vida si decides hoy que vas a resistir.
Otro término que quiero compartirte es la palabra transigir. Entonces, o resistes, o haces trato con las circunstancias o con el diablo para sufrir menos o para no sufrir. Según el diccionario, transigir es “consentir en parte con lo que no se cree justo, razonable o verdadero, a fin de acabar con una diferencia”. Tú prefieres no tener más problemas, entonces decides transigir. Dicho de otra manera, vas ceder o a transar para no sufrir tanto o para que no te vaya tan mal.
Con respecto a la verdad, nosotros no podemos transar porque la verdad es inamovible y no se vende; la verdad no se sacrifica. La verdad es la palabra de Dios y yo me voy a aferrar a ella, y no voy a transigir. Muchos en este tiempo están escuchando un evangelio distinto al que está escrito en la Biblia. Se están haciendo Biblias nuevas con nuevas ideologías, con nuevos pensamientos. Y el apóstol Pablo declaró: “Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema” (Gálatas 1:8 y 9). Ser anatema sugiere ser maldito. Entonces, nosotros no vamos a transigir, más bien vamos a resistir. ¡La maldad pretende dominar el mundo, pero Dios sigue siendo el Señor del universo!
EL SOL SE TERMINARÁ
Quiero mostrarte una comparación entre el sol y Dios. En nuestro sistema solar el sol es un astro importante; es una fuente de fuerza y poder. Del sol surgen todas las energías que conocemos, como: la eólica, que proviene del viento, la hidráulica, que proviene del agua, la solar fotovoltaica, cuando se transforma la luz solar en energía eléctrica, etc. Su calor y su luz son la base de numerosas reacciones químicas para el desarrollo de los vegetales y animales que con el paso de los siglos han originado combustibles fósiles como el carbón y el petróleo. Los satélites utilizan energía que proviene del sol. El sol emite una pluralidad de ondas electromagnéticas, de los rayos ultravioleta lejanos como los rayos gamma (frecuencia más alta) a las ondas de radio (frecuencias bajas), a través de rayos X, rayos ultravioletas, luz visible, rayos infrarrojos, microondas. La energía que nosotros tenemos para caminar, para movilizarnos, etc., es energía que viene del sol. Éste envía su energía para que crezcan las plantas, para la vida de los animales; nosotros comemos ciertas plantas y en éstas está la energía acumulada del sol. En síntesis, todas las formas de energía que conocemos, provienen del sol.
¿Nunca te has puesto a pensar lo importante que es el sol para la vida en el planeta? Aunque el sol no sólo envía energía al planeta Tierra; la energía del sol es tan potente que sostiene a los planetas en el sistema solar girando alrededor suyo mediante un campo magnético que éste genera. Pero hay un detalle; el sol tiene sus días contados. Su energía está medida y los científicos están calculando cuándo es el fin de este gran astro. Ellos han calculado el principio del sol y el fin que éste tendrá. Como todas las estrellas del universo, el sol se extinguirá. Algún día todo el hidrógeno necesario para la fusión se acabará, ya que los átomos de hidrógeno que hay dentro del sol, gracias a las altas temperaturas a las que se encuentra se fusionan para producir helio; y la estrella se destruirá bajo su propio peso. Esto sucederá debido a la inmensa presión del gas comprimido en el interior del cuerpo, que hará que el sol se convierta en un gigante rojo. La conclusión entonces es que el sol responde a las medidas que Dios ha establecido de espacio y tiempo. Se dice que el sol existirá aun por 5 mil millones de años. No obstante, el sol es una estrella pequeña y el sistema solar es uno entre millones y millones de sistemas solares que hay en la vía láctea. Ésta, la vía láctea, vendría a ser nuestro barrio; la galaxia donde nosotros habitamos. Pero la vía láctea es una entre millones y millones de galaxias. ¡El universo es inmenso! Y si bien el sol está ejerciendo un poder energético que produce vida en el planeta y aún sostiene su sistema solar; nuestro sistema solar gira en la vía láctea, la cual tiene un centro, así como el sol es el centro del sistema solar, nuestro sistema gira alrededor de la vía láctea y esta gira alrededor de otro centro. ¡Es terrible!
PERO DIOS PERMANECE PARA SIEMPRE
Pero Dios es más grande que todo esto. Te hablo del sol para que veas lo poderoso que este astro; pero en cuanto a Dios, el es el Todopoderoso. Él es el soberano de todo el universo. El sol ocupa su lugar en la vía láctea, mas Dios llena el universo, y es tan grande que Salomón declaró: “Pero ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado?” (1ª Reyes 1:27). ¡Ese Dios ha decidido ser tu Padre! ¡Ese Dios te ha adoptado y te ha hecho su hijo! Dios quiere que lo conozcas y que conozcas sus caminos y sus pensamientos, y camines en sus propósitos. No me cabe en la cabeza que la gente piense que toda esta gama de ondas electromagnéticas que son muchísimas, piense que todo surgió de la nada. Ahora tenemos el G5; algunas energías conforman color, calor, etc. Hoy Dios te dice: “Yo hice el sol para que te alumbre y para que tengas vida. Yo he llenado el planeta de bendición para que lo disfrutes. Quiero que sepas que te amo y te cuido. Y pase lo que pase no te abandonaré. ¡Yo estaré contigo!”
Leemos en Isaías 40:28: “¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance”. El sol es muy pequeñito y tiene límites; pero el Dios en el cual confiamos no tiene límites. La ciencia busca algún sistema que funcione por sí mismo sin el aporte de energía, pero no lo van a lograr nunca; porque todo necesita la energía que aporta el sol. Es con la energía del sol que los satélites orbitan el espacio. Toda vida y toda energía en la tierra depende del sol; pero tu Dios no depende de ninguna fuente de energía. Él tiene vida en sí mismo y le da fuerza y energía a todo cuanto existe. En Él y para Él fueron creadas todas las cosas. ¡Él es el sol del universo! Como señala el pasaje bíblico de Isaías 40:28; Dios, fuente de poder no desfallece, no se cansa ni se fatiga, y su entendimiento nadie lo puede alcanzar.
El rey David declaró: “Dice el necio en su corazón: no hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; no hay quien haga el bien” (Salmos 14:1). Creer que Dios no existe es una necedad; porque en todo esto que estoy hablando hay matemática, física, biología, química; hay ciencia y conocimiento. ¡Todo fue creado con inteligencia! ¡Cómo pueden creer que todo es causa de la casualidad! ¡Con cuanta necedad desechan al Dios de todo y dueño de la verdad! En Isaías 40:29 al 31 leemos: “Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”. Si estás cansado, si estás cansada, Dios te da la energía que te falta. Hoy Dios te está dando el alimento que necesitas para renovar tus fuerzas por medio de su palabra. Recordemos que Jesús declaró: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4). ¡En la palabra de Dios está el poder, la fuerza, la energía!
Si yo tuviera puesta mi mirada en todo el caos que está aconteciendo en el mundo, me suicidaría en defensa propia. Si mi esperanza estuviera en el gobierno o poder humano, es seguro que voy a desfallecer. Pero mi fe, mi esperanza y mi confianza están puestas en Dios y en su palabra. Al sol se le están acabando los días, los animales viven un tiempo y mueren, los seres humanos cumplen un ciclo de vida. Todo termina, pero Dios permanece. Tú te conectas a la fuente de vida que es Cristo, quien dijo: “Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia”; “Yo les doy vida eterna”, dijo el Señor. Tú te conectas a la fuente de la vida y Dios te imparte su vida eterna.
La tierra subsiste por la energía que el sol le entrega; la vida de los cristianos proviene del Dios que creó el sol. Lo que tú vives en lo natural no afecta la verdad espiritual; no afecta la realidad invisible. Si crees en Dios y le crees a su palabra y la abrazas, tus fuerzas hoy serán renovadas. ¡Dios es nuestra fuente de poder! Él es nuestra fuente de vida. También es la fuente de toda verdad, y no hay verdad fuera de Dios. No hay verdad en las filosofías ni en las ideologías humanas. ¡No hay verdad en el hombre! Dios es la fuente de toda verdad, de todo el conocimiento y toda sabiduría; y la verdad es una revelación de Dios que yo debo conocer, pero también debo creerla. Con mis ojos tal vez veo que nada pasa, pero con mi fe puedo confesar que Dios cumple y su palabra es fiel y verdadera. El fundamento de su trono es la verdad, y dice la Biblia en Proverbios 12:17 que el que habla verdad, declara justicia. La justicia y la verdad son inseparables; y la fuente de la verdad es Dios.
RESISTE Y PROCLAMA LA VERDAD
El mundo presiona con engaño y con mentiras. Uno no sabe si realmente las vacunas son buenas o son malas; no entendemos por qué tienen que ser obligatorias en el mundo. En Uruguay no será obligatoria, pero no podrás hacer determinadas cosas ni podrás viajar si no te vacunas. El mundo está lleno de ambigüedades, pero si vas a Dios, Él te dirá le verdad. La verdad es el sustento de la justicia y el sustento del trono de Dios. La verdad nos pertenece a nosotros porque somos herederos de Dios; la verdad es nuestra herencia. Y los cristianos debemos resistir con la verdad y no transigir con el engaño. Debemos pararnos firmes en la verdad y debemos confesarla. Seguiremos declarando la verdad de que un hombre es y seguirá siendo hombre, una mujer seguirá siendo mujer toda su vida; el matrimonio será siempre entre un hombre y una mujer.
La verdad de Dios debe ser proclamada. ¡Debemos resistir! El aborto ha sido, es y seguirá siendo un crimen, aunque haya una ley que lo respalde. Me tildan de duro, pero creo que la verdad tiene que ser proclamada, aunque no les guste. No podemos esconder la verdad y no podemos transigir o transar con la mentira y el engaño. Seremos encarcelados, pero seguiremos proclamando la verdad.
El apóstol Pablo habló a Timoteo acerca del carácter de los hombres en los postreros días y le dijo: “Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe” (2ª Timoteo 3:8).
Yo hablo de resistir a favor de la verdad, y en este pasaje de la Biblia se refiere a los que resisten la verdad. ¿Debo ser más benévolo que la Biblia? Si la Biblia dice que quien piensa distinto a la verdad de Dios es una persona corrupta de entendimiento y réproba en cuanto a la fe, yo voy a declarar lo que dice la palabra de Dios. También el apóstol Pablo habló a Timoteo que apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas (2ª Timoteo 4:4). Que una mujer se crea hombre es una fábula y viceversa; que los niños nacen asexuados es una fábula. ¡Vamos a decir la verdad! Aunque algunos no quieren tener problemas y prefieren callar la verdad. Estos son los que van a transigir. Mas los verdaderos hijos de Dios, vamos a resistir. Lo blanco es blanco y lo negro es negro; a la mentira le diremos mentira y a la verdad, verdad. Dice la Biblia en 1ª Pedro 1:22: “Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro”. La verdad debe ser creída y obedecida. Las circunstancias pueden estar actuando en contra de la verdad y científicamente pueden sugerir que la verdad es mentira. No obstante, nosotros obedecemos a la verdad, aunque no haya evidencia y no sepamos; nosotros le creemos a la palabra de Dios y somos obedientes a la verdad. Los pensamientos de los hombres según la Biblia son vanidad, las filosofías humanas son vanidad; los proyectos y las ideologías humanas son vanidad, también su teología. Sólo la palabra de Dios es verdad y su palabra no pasará. No importa que el hombre y el mundo hayan evolucionado; el pensamiento y la verdad de Dios no ha mudado y su palabra no cambia.
CONCLUSIÓN
Si hay incertidumbre en tu corazón, si tienes puesta tu mirada en tus circunstancias y en lo que está aconteciendo en el mundo, si tu corazón se ha llenado de temor, de angustia, y te sientes impotente, tal vez te sientes una persona fracasada y no tienes fuerza, la verdad de Dios para ti es esta: Él da aliento al cansado y multiplica las fuerzas del que no tiene ningunas. Nadie está exento de atravesar circunstancias difíciles. Muchos están oprimidos por las circunstancias y vagan sin fe, sin esperanza y sin guía; sin dirección de Dios. Tal vez estás orando y no tienes respuesta; déjame decirte que tienes que creer que Dios está haciendo las cosas bien, aunque te parezca todo lo contrario. ¡Cree en ese Dios de amor y de poder! No creas las mentiras de tus enemigos, sométete a Dios, resiste al diablo y él huirá de ti. Confiesa que Dios es justo y es bueno. Resiste a lo que te dicen las circunstancias.
El diablo te incita a que te quites la vida, mas tú resiste en el nombre de Jesús. Tienes un Dios que te ama y que renueva tus fuerzas. Haz una oración en esta hora y dile a Dios: “En el nombre de Jesús vengo delante de ti Padre, y confieso que tú eres Dios bueno, poderoso, justo y dueño de toda verdad. Te pido en esta hora que quites mi debilidad, que te lleves mi opresión, mi carga, mi culpa. Cúbreme con tu sangre Jesús, límpiame y renuévame. Dame de tu aliento, Señor. Mis fuerzas se acaban, pero nuevas fuerzas vienen de ti. Tú eres el Dios que me da energía como el sol se la da a la tierra. ¡Yo te abro mi corazón! Tú reinas en el universo; reina también en mi vida. Toma mi corazón, toma mis circunstancias y hazme libre, te lo pido en el nombre de Jesús, amén”.
ANEXOS: