Av. 8 de octubre 2335
Montevideo
WhatsApp:(+598) 095333330
INTRODUCCIÓN
Leemos en 2ª de Timoteo 3:1, algo que el apóstol Pablo le advierte a su discípulo Timoteo, y que dice así: “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos”. Es duro saber que ésto del Covid19 es un complot. Hay informes que señalan que están practicando con las naciones, y tratan de destruir la economía y la producción de las naciones del mundo para poder atenazarnos. Como un simulacro, nos quieren mantener presos en nuestras casas. Entonces, aparece Bill Gates diciendo que nadie puede salir de su casa hasta que toda la población esté vacunada. ¡Hay mucha confusión en el mundo! Entonces, el apóstol Pablo le advierte a Timoteo de lo que acontecerá en los postreros días, y continua diciéndole: “Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita (2ª Timoteo 3:2 al 5).
Algunos, tan livianamente dicen que están tratando de salvar vidas, pero en realidad las quieren eliminar. Según un informe, han aumentado un cuatrocientos por ciento las llamadas de personas que se quieren suicidar. Hablé con una mujer que gemía y no quería vivir más; su situación no tenía nada que ver con el coronavirus, pero es terrible ver a una persona que quiere morir.
Presta atención; Jesucristo dijo: “Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia”. Las personas que tienen deseos de muerte, no han conocido a Jesús, o Jesús no está reinando en sus vidas. Abre tu corazón para que el Señor te dé su paz. ¡Él es el Príncipe de la paz! ¡Él es el dador de la vida! El Señor ha prometido darnos gozo en medio de las dificultades y nos dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:27).
Seguramente algún poder espiritual de maldad se mueve en tu vida si estás triste y te sientes deprimido; y sientes deseo de morir. ¡Corre a los pies de Cristo porque ahí hay paz, hay esperanza y poder! ¡Hay gozo en su presencia! Hay gozo en medio de los problemas; esperanza hay en medio de la desesperanza.
LOS DIAS POSTREROS
Hace algunos años atrás, leí declaraciones de este tipo de personas que menciona Pablo: amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios. Yo he leído lo que ese tipo de personas escribió, y te lo quiero compartir. Pareciera que se escribió en este tiempo que estamos viviendo, pero son escritos de más de ciento veinte años, y dicen, por ejemplo: “Gobernaremos por la fuerza con una voluntad indomable…Tenemos ambiciones ilimitadas, una codicia que nos devora, una venganza sin piedad y un odio reconcentrado. Somos el manantial del terror que se ha extendido por todas partes”. No es que se nos ocurre pensar que puede haber un complot: Hay efectivamente, gente que está operando para poder tomar el poder del mundo.
EL AMOR AL DINERO: RAIZ DE TODOS LOS MALES
Se dice que “El Covid19 es la punta del iceberg de un plan nefasto que pretende esclavizar a las personas, someterlas y controlarlas compulsivamente”. No son declaraciones hechas porque sí. Un científico ha dicho: “Yo quise advertirles y me echaron”. Quiero hablar acerca de los elementos que intervienen en esta maléfica idea de utilizar una enfermedad y de usar la salud pública para lograr objetivos oscuros.
La Biblia una vez más lo dijo. El apóstol Pablo le escribe a Timoteo: “Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores” (1ª Timoteo 6:10). No son algunos males que provoca el amor desmedido al dinero, no es el cincuenta por ciento de los males, ni el setenta, ni el noventa; la Biblia dice que raíz de “todos” los males es el amor al dinero. Yo pensaba que esta noción de todo respecto al dinero era muy exagerada, pero quiero decirte que hay un poder que opera a través de las riquezas y la codicia, que genera el amor al dinero. Y este mal que aqueja al mundo, este iceberg que tiene gran parte de su volumen escondido debajo del agua, tiene que ver con el manejo por parte de los hombres de las riquezas del mundo. Estas personas malvadas han declarado, por ejemplo: “En nuestros días, el poder del oro ha reemplazado al de las autoridades. El despotismo del capital está enteramente en nuestro poder, y se ofrece al Estado, como único asidero, al que no tendrán más remedio que agarrarse, si no quiere caer en el abismo”.
Esta declaración sugiere que las naciones van a necesitar del oro y de las riquezas que ellos tienen, y que van a caer en sus garras. Hay una elite que ha ido llevándose las riquezas de la tierra paulatinamente a la industria; y han despojado a la tierra de gente. Las personas han tenido que correr a las industrias. Pero después han engañado a las industrias con la especulación del dinero y de los préstamos; de tal manera que, primero han armado grandes monopolios y luego los han hecho caer, y esta élite ha ido acumulando todo el dinero. Ellos son los que han confesado que hay que reducir la población mundial de siete mil quinientos millones a mil millones, y hasta quinientos millones. Según ellos, hay gente que sobra y aun alientan a las madres a matar a sus hijos en sus vientres.
EL DERECHO DE LA FUERZA
Esta élite dice: “El derecho reside en la fuerza. La libertad no es un hecho, es solo una idea”. Según ellos, la razón, la moral y la religión no establecen el derecho, sino aquel que tiene poder. Han tomado la teoría de la evolución, que entre otras cosas habla de la prevalencia de los más fuertes, y dicen que son los más fuertes los que gobiernan. El poder reside en el dinero, y para esta élite, los poderosos son los que imponen la ley. La libertad es el derecho de hacer lo que te dice la ley, pero la ley la establecen ellos. Ellos creen en el derecho de la fuerza, por ende, los que están abajo no tienen derecho. Más bien tienen el derecho y la libertad que se le otorga.
El primer presidente de los Estados Unidos, George Washington, lo dejó bien claro en una asamblea legislativa al decir: “El gobierno de EE.UU. no está en ningún sentido fundado sobre la religión cristiana. El gobierno no es razón o elocuencia, es fuerza”. Él se sindicaba como cristiano, pero aun así hizo dicha declaración. Entonces ellos se han dedicado a tener poder y han entendido este misterio que fue anunciado por la Biblia previamente: Raíz de todos los males es el amor al dinero. Ellos han acaparado el dinero y las riquezas del mundo. ¿Dios estará sorprendido? ¿Le han hecho una jugada a Dios que no se esperaba? ¿Se creerán que porque los malos son mayoría le van a ganar a Dios? Lo cierto es que no aman al hombre y están dispuestos a matar gente con tal de lograr sus objetivos. Pero Cristo Jesús murió en la cruz del calvario por amor al hombre. Esta élite no ama al hombre, porque fue creado a imagen y semejanza de Dios. Tú has nacido para brillar con la luz de Jesús. ¡Levántate y resplandece porque ha venido tu luz! Oscuridad vendrá sobre las naciones más sobre ti amanecerá el Señor. La Biblia afirma que en tiempo de oscuridad hay gente que va a brillar.
Te está faltando esperanza, te faltan fuerzas y ganas de vivir; tienes que correr a Jesús porque Él tiene lo que estás necesitando. No importa lo que planifique el hombre. La Biblia dice que el que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.
Esta élite de gente sigue hablando del derecho de la fuerza, de un sistema legal que está fundado en el poder que tienen las personas que piensan como las que mostré al principio. Y dicen: “Nuestro derecho reside en la fuerza. La palabra derecho es una idea abstracta. Podría significar lo siguiente: Dame todo lo que yo necesito para demostrar que soy más fuerte que tú”. De esta manera muestran que a través del poder van a dominar y van a establecer su justicia. Esperan que el mundo se postre delante de ellos. Muchos serán engañados; mas el pueblo de Dios no.
EL PODER DE DIOS RESIDE EN LA MISERICORDIA
Hay una justicia que es la justicia de Dios; y la justicia de Dios está basada en su moral y en su verdad. Y la verdad de Dios es su palabra. Están los que creen que el poder de la fuerza humana va a establecer un sistema legal y jurídico de derecho que domine el mundo; y hay otro grupo como yo que cree que Dios es Dios y que a Él nadie lo va a doblegar. Creo que Jesucristo viene pronto a llevarse a su pueblo y va a destruir a sus enemigos. Sé que el diablo lo sabe muy bien. Pelearán contra el Cordero y el Cordero los vencerá porque Él es Rey de reyes y Señor de señores. ¡No hay lugar para el mal! Dios se ha plantado firme y dice: “Yo soy Santo. Yo soy Dios justo. Yo soy misericordioso”.
Mientras estos piensan en matar niños y abuelos; mientras están pensando en deshacerse del desecho humano, de la gente que sobra en las naciones, a los que les llaman comensales inútiles, mientras ellos piensan de esta manera, el Señor dice: “Cuiden de las viudas, cuiden de los niños, cuiden de los extranjeros. Compartan su pan con el que no tiene”. El poder de Dios reside en la misericordia y en el amor. La Biblia dice que el amor todo lo puede. ¡El amor vence! Esta gente podrá dominar por un tiempito, podrán perseguir por un tiempito; pero la victoria ya la ha decretado la Biblia.
GUERRA ECONOMICA
El otro punto es que ellos han decretado guerra y dicen: “Todas las guerras se negociarán bajo aspectos económicos, entonces las naciones reconocerán nuestra superioridad; viendo los servicios que podemos prestarles, ambos adversarios quedarán totalmente bajo nuestra disposición”. Señalan que las guerras no la ganan los que más armas tienen, ni los más astutos. Todas las guerras son financiadas, y muchos de los grandes banqueros del mundo financian a ambos contendientes. Así que los que siempre ganan en las guerras son los poderosos de la tierra. Las guerras se negocian y son un problema económico. Y ahora entiendo cuando la Biblia dice: “Raíz de todos los males es el amor al dinero”. Se sabe antes de que termine la guerra, quién la gana y quién la pierde, porque ellos negocian los términos de la guerra. No es un tema de armas; es un tema de fuerza y de poder que va más allá de las armas, y es el poder de las riquezas. Ellos hablan de los términos acerca de cómo tiene que ser un político para ganar. Otra declaración que se ha hecho: “La política no tiene nada de común con la moral. El gobernante que quiera gobernar con arreglo a leyes morales, no es un hábil político. Todo el que quiera gobernar, debe recurrir al engaño y la hipocresía”. Estos son los principios que ellos sustentan; esta elite quiere gobernar el mundo.
CUANDO REINA LA INJUSTICIA
Ellos dicen: “El odio se acrecentará más, por el efecto que ha de producir la crisis económica, que paralizará el comercio y la producción. Organizaremos una crisis económica universal por todos los medios que nos sean posibles con ayuda del oro que, casi en su totalidad, está en nuestro poder”.
El Covid19 provocará una crisis económica monumental. No sé cuantos morirán por el virus, pero es evidente que los países están parados y viene hambruna, muerte y opresión. Parece una noticia actual, pero esta previsión se escribió hace más de ciento veinte años. El apóstol Pablo le dijo a Timoteo acerca de gente como ésta: “Cuídate de esa gente. No les creas todo lo que hacen ni todo lo que dicen”. 2ª Tesalonicenses 12:11 y 12 habla de aquellos que no han querido creer en el mensaje de Dios, que son las buenas noticias, que traducido es el evangelio. Y el apóstol Pablo le habla a los tesalonicenses diciéndoles que a los que no han querido creer en la verdad, Dios le envía un poder engañoso para que crean en la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.
Quien se opone a la verdad y no quiere creer, no le queda más que creer en la mentira. Jesús dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida”. También declaró: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. Señaló también que aquel que oye su palabra y la pone por obra, será como ese hombre prudente que edificó su casa sobre la Roca, y aunque viene el coronavirus, la crisis económica, vientos y tormentas; la casa no cae, sino que permanece firme. Por otro lado, aquel que oye su palabra y no la pone por obra, el Señor lo compara con un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena, y cuando vino el viento y la tormenta, su casa cayó y fue grande su ruina.
Dice la Biblia que la palabra de Dios está atada en los cielos y es inamovible. Dios no le va a dar la autoridad a los que no reconocen su verdad. Enviará el Señor un poder engañoso que engañará a muchos, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia. La justicia está ligada a la verdad y viceversa. Quien no tiene la verdad en su corazón tiene injusticia y tiene una rebelión contra Dios.
El Señor ha advertido acerca de estas cosas hace miles de años.
Quiero compartirte unos escritos del rey Salomón que se encuentran en Eclesiastés 8:9 y dice así: “Todo esto he visto, y he puesto mi corazón en todo lo que debajo del sol se hace; hay tiempo en que el hombre se enseñorea del hombre para mal suyo”. ¿Cómo les irá a los que se quieren enseñorear de los hombres? ¡Mal! Dios hizo a los hombres para Él y no permitirá que los suyos sean juguetes de satanás. A continuación, leemos en el versículo 10: “Asimismo he visto a los inicuos sepultados con honra; más los que frecuentaban el lugar santo fueron luego puestos en olvido en la ciudad donde habían actuado con rectitud. Esto también es vanidad”. Salomón señala que ha visto a buenos que les suceden cosas como si fueran malos y ha visto malos que les sucede como si ellos fueran buenos. “
Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos dispuesto para hacer el mal” (Eclesiastés 8:11). Si no hay quien enseñe justicia y proclame la verdad, si no hay quien hable del evangelio, y no hay gente que esté al servicio de Dios, no serán juzgadas las obras malas, y la consecuencia es que los hijos tendrán una mente pervertida y estarán dispuestos a hacer el mal.
Eclesiastés 8:12 y 13: “Aunque el pecador haga mal cien veces, y prolongue sus días, con todo yo también sé que les irá bien a los que a Dios temen, los que temen ante su presencia. y que no le irá bien al impío, ni le serán prolongados los días, que son como sombra; por cuanto no teme delante de la presencia de Dios”.
Cuando reina la justicia es cuando el pueblo se alegra. Dice la Biblia en Proverbios 4:18: “Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto”. Hay oscuridad en las naciones, pero en mi corazón hay gozo, hay paz y esperanza.
CONCLUSIÓN
Proverbios 21:21: “El que sigue la justicia y la misericordia, hallará la vida, la justicia y la honra”. Hay gente que desesperada clama por el bien, por la verdad y la justicia. Una mujer pedía misericordia por los que le quitaron a su hijo que cumplía en la actualidad trece años, pero ella no lo conoce. Hay gente que les resulta fácil robar un niño y venderlo; les resulta fácil decir que hay que matar a un hijo. Pero los malvados irán de mal en peor; y tú te tienes que aferrar a Jesús hoy. Pídele que reine en tu corazón; pídele a Dios que te abra el entendimiento y te haga caminar por caminos de santidad y de justicia. Si Él no te ayuda, no lo vas a lograr.
Hablo siempre con personas que quieren ser buenas, pero no pueden. Necesitas que el Espíritu de Dios venga con poder a tu vida y su santidad habite en ti. Que la palabra de Dios que produce la justicia y la verdad, habite en ti. ¡Dios te desafía a confiar en Él en medio del caos y la oscuridad de las naciones!
Dile al Señor: “Padre amado, gracias por esta palabra. Me has hablado y yo creo en ti y en tu palabra. Yo creo que el mal será condenado; el mal tiene límites porque tú le has puesto límites. ¡Limpia mi vida y mi corazón! Perdona mis pecados. Sálvame, Señor. Te necesito. Ven y siéntate en el trono de mi vida. Tú eres Rey de reyes y Señor de señores. Tú eres grande, bueno y poderoso. Mi alma te alaba. ¡Gracias Dios! Recibo tu perdón, recibo tu vida. Tú has dicho que has venido a traerme vida abundante. Abro mi corazón y la recibo. Gracias Jesús, amén”.
ANEXOS: