AMOR Y MALDAD - Misión Vida para las Naciones

Av. 8 de octubre 2335

Montevideo

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MENSAJES DEL CIELO

AMOR Y MALDAD

encontar-un-nuevo-amor-en-linea-completamente-gratisINTRODUCCIÓN

Así como Juan 3:16 es el evangelio condensado, o sea, en un solo versículo está contenida la esencia del evangelio, el capítulo 24 de Mateo es la columna vertebral y contiene la esencia de los hechos históricos que conducen a la segunda venida de Cristo.

No te voy a hablar de la segunda venida de Cristo pero quiero extraer un pensamiento del capítulo 24 de Mateo, y le daremos un vistazo para saber dónde estamos ubicados. Hay creyentes que están en paz porque no tienen idea o ignoran todo lo que está sucediendo, pero hay otros que tienen paz a pesar de las noticias. ¡El mundo está muy conmocionado!   

El papa Francisco declaró que estamos en una tercera guerra mundial y no es que se le haya escapado sin querer semejante declaración. Si lo dijo es porque debe tener más conocimiento que nosotros acerca de lo que está aconteciendo en el mundo. Y si él declaró que estamos en una tercera guerra mundial yo creo que es así y ya está a las puertas. Han estado aconteciendo cosas que han sacudido al mundo. Hace un año atrás más o menos, una editorial francesa que se dedica a publicar sátiras y dibujos, caricaturizó a Mahoma e hizo una sátira del islamismo. Pasado un poco más de un año, esta editorial sufrió un atentado causado por terroristas que entrando a la empresa acribillaron a más de doce personas. ¡Todo por causa de esas publicaciones! Este es el método para hacer justicia de algunos grupos extremistas.

Simultáneamente a ese hecho, otros terroristas entraron a una tienda Kosher, un almacén de productos judíos y mataron a cuatro rehenes. La policía salió en busca de esos terroristas y logró acorralar a dos de ellos en una imprenta, a quienes dieron muerte. Una  mujer terrorista que estaba en la tienda Kosher también fue asesinada. Los hombres, antes de ingresar a la tienda, y para llevar a cabo el acto terrorista, mataron a una mujer policía que cumplía sus servicios y era de creencia musulmana.

Por causa de estos acontecimientos devastadores, más de cincuenta líderes de todo el mundo, han marchado en Francia, en repudio al terrorismo internacional y algunos medios señalan que más de un millón de personas han participado de esa movilización. Se dice que en toda Francia, tres millones trescientas mil personas han estado participando de actos en contra del terrorismo internacional. Esto significa que el terrorismo no sólo pretende destruir a Israel sino que está operando impunemente y libremente para destruir Europa, o la cultura occidental, lo cual señala que se avecina una guerra importante, distinta a todas las que han acontecido.

Hay países que de una manera u otra han hecho silencio, no se han manifestado al respecto. Por ejemplo, cuando Israel hace algo, la gente comienza a opinar y se expande por todos lados, pero con respecto a este acto terrorista hay naciones que no han proferido palabra alguna. ¡Pareciera que están de acuerdo con lo sucedido! El mundo está dividido, en algunos países como Irán e Irak entre otros, donde se encuentran estos grupos terroristas poderosos, llenos de dinero y de armas, han aplaudido este acto terrorista. Lo cierto es que el presidente francés ha declarado que con haber abatido a esos terroristas queda claro que Francia no se ha liberado de ataques futuros. O sea que se viene un período de desgaste muy grande.

Con todo esto aparecieron voces como las declaraciones del premio nobel de la paz, Vargas Llosa, escritor peruano, quien señaló: “A estos grupos hay que eliminarlos. No puede ser que a barbarie domine a la civilización”. ¡El premio nobel de la paz nos sugiere combatamos el terrorismo por medio de armas! ¡Qué confusión! Ya no sabemos qué hacer con algunos premios nobel de la paz como Barak Obama y Vargas Llosa…

El hombre no sabe cuál es la solución ni donde está. La maldad ha crecido sobre la tierra y ésta es un termómetro de Dios. Cuando la maldad crece entonces vienen los juicios de Dios. Por ejemplo, en la antigüedad cuando Dios se propuso enviar el diluvio sobre la tierra, dice su palabra: 5Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. 6Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón... 8Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová” (Génesis 6:5, 6 y 8). ¡Cuando crece la maldad se acerca el juicio!

En el año mil ochocientos setenta y uno, un satanista llamado Albert Pike, máximo grado de la masonería, le escribió en varias oportunidades a Massini, creador de la mafia en Italia y satanista. En una de sus cartas le contó que las fuerzas que ellos lideraban iban a promover tres guerras mundiales y le explicó cómo se iba engendrar cada una, la primera y la segunda guerra fue tal cual estaba estipulado en esa carta, pero también profetizó que la tercer guerra debilitaría al mundo y promovería el odio entre las fuerzas del islamismo y las fuerzas del sionismo político, es decir, una confrontación que abarca todo el mundo pero se origina por el odio entre el islamismo y el sionismo internacional. Esto último comprende a los líderes de Israel buenos y malos, me refiero a cabalistas, esoteristas y satanistas que están metidos en el poder mundial. Se está por desatar lo que algunos han llamado, la madre de las guerras. Pero debo decirte que Dios tiene un remanente en el planeta Tierra y ese remanente son sus hijos, que están por todo el mundo. ¡Dios tiene un grupo de gente que es incapaz de odiar e incapaz de hacer el mal y que tiene el poder para hacer el bien y conquistar la paz! Ese poder es el amor. ¡El amor está en el corazón de los creyentes! ¡Dios mostrará su poder a través de esos creyentes!

EL AMOR SE ENFRÍA, CUANDO LA MALDAD SE MULTIPLICA

El capítulo 24 de Mateo dice entre otras cosas: “6Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin…”  (Versículo 6). ¡No te turbes! Vuelvo a reiterar, están los que no se turban porque ignoran lo que va a suceder, pero también están los que no se turban a pesar de que saben que es lo que acontecerá.

Yo te estoy dando un panorama de la maldad que hay en el mundo. Hace unos días, una niña en Nigeria explotó en un mercado matando cuarenta personas y dejando a cientos de heridos. ¡Una niña de diez años! Nos cuesta pensar que esa pequeña era suicida, más vale creer que le pusieron una bomba y la mandaron al mercado. No se entiende cómo los terroristas pueden filmar sus hazañas impunemente y mandar por todo el mundo imágenes de cómo degüellan a sus víctimas, y no son sólo cristianos sino también musulmanes que no siguen las normas que ellos profesan.

Jesús dijo: “5Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. 6Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin” (Mateo 24: 5 y 6). El Señor nos dice que cuando veamos que acontece la tercera guerra mundial, que cuando veamos que se levanta nación contra nación, no nos turbemos porque aún no será el fin. Las guerras no son la señal del fin, pero Jesús señaló que esto será el principio de dolores: “7Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. 8Y todo esto será principio de dolores. 9Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. 10Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. 11Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; 12y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24:7 al 12).

Quiero detenerme en el versículo 12: “…12y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará…”

Cuando la maldad encuentra lugar en el corazón de las personas, es cuando el amor se enfría. No hace falta llegar a una tercera guerra mundial para declarar que se enfrió el amor. Yo te he pintado un panorama internacional pero ahora quiero pintarte uno local. Hay cosas que suceden cerca de ti. Cuando entra la maldad en el corazón, el amor a Dios se enfría. Una joven me dijo: “Pastor, mi corazón se ha enfriado, me siento dura”. Antes de que ella se endureciera y se sintiera fría, pecó. Era una hermana que colaboraba en la iglesia, trabajaba cerca de mí, amaba a Dios y le servía, también se alegraba cuando la gente venía a Cristo, pero en algún momento algo entró en su corazón, deseó el pecado y entonces el amor a Dios se enfrió.

El amor se enfría cuando alguien se cansa. Una mujer me dice: “Pastor me casé muy enamorada, yo amaba a mi esposo pero ahora no sé qué me pasa. ¡Me cansé! Ahora siento rechazo y no quiero estar con él. Se me fue el amor…”

No es que se le fue el amor, sino que se enfrió. En consecuencia, aparecen esas cosas que impiden un buen relacionamiento, por ejemplo, personas que han deseado el cariño de su padre pero nunca lo han tenido, entonces, llega el momento en que se cansan de desear ese cariño y entra un sentimiento de rechazo en su corazón, entra la maldad y el amor se enfría.

He grabado un programa de televisión en el que una joven contó que su papá nunca se preocupó por ella y que los abandonó cuando era pequeña. Yo le pregunté a qué se dedicaba su padre y me dijo: “A mi papá le gustan las carreras de caballo. Él ama más las carreras que a mí. Yo tuve que pasar varios cumpleaños sin él porque se fue con sus caballos y sus amigos…” Tú preguntarás: “¿Es tan malo amar los caballos?” Y si amas más a los caballos que a tus hijos eso es una maldad muy grande.

Un muchacho que ha estado muchos años en prisión y tiene tres hijas, me contó que sus hijas lo adoran y lo llaman por teléfono, y las ve una vez al mes. Pero las hijas lo llaman y le dicen: “Papito, ¿cómo estás? ¿Cuándo vas a venir a vernos?” ¡Él se cree que es adorable porque las hijas lo adoran! Es que las hijas tienen una necesidad de padre que no se aguantan; le dije que ellas lo aman porque lo necesitan y no porque sea bueno ya que hay maldad en él. Le pregunté por qué se fue de la casa y me respondió: “Porque me peleé con mi señora, todo porque los fines de semana me iba a tomar cerveza con los amigos. ¿Tiene algo de malo eso?” Si ir a tomar cerveza con tus amigos destruye tu matrimonio, lo que tienes adentro es pura maldad. Si por ir a tomar cerveza con tus amigos no te acuerdas de tus hijas y no estás presente en sus cumpleaños, entonces en tu corazón hay mucha maldad. ¡El amor se ha enfriado!

Es un principio: cuando crece la maldad, se enfría el amor. Y Dios necesita creyentes que ardan con su amor; necesita que tengan ese amor que es un fuego y que las muchas aguas no pueden apagar. ¡El amor no puede ser extinguido por las muchas aguas! Que no se te apague el amor por causa de lo que te digan y que no te gusta. Si no asistes a la iglesia porque te han ofendido, te está faltando amor y si te falta amor te falta Dios porque Dios es amor. Si Dios viene a ti, también viene el amor. ¡Tú no puedes odiar ni estar resentido! ¡No puedes estar mal con nadie porque el amor de Dios desborda y es un fuego que no se puede apagar! Cuando Dios entra en el corazón de las personas suceden cosas extraordinarias. Qué felicidad siento cuando me cuentan que han odiado por años a alguien, pero asisten a un encuentro y después de pasar tres días con Dios salen encendidos en amor y ahora quieren buscar a quienes odiaban para besarlos, para abrazarlos y pedirles perdón por haberlos odiado. Antes de participar del encuentro tenían razones para odiar, pero una vez que experimentaron un encuentro con el amor de Dios, comenzaron a ver que tienen muchas razones para amar. ¡Quien tiene amor no se deja asustar por la maldad ni se deja influenciar por ésta!

Es imperioso saber de la necesidad de amor que tenemos en nuestros corazones, porque si hay alguien a quien tú no puedes mirar a los ojos, si hay alguien a quien no soportas, que no quieres que venga a visitarte o rehúsas visitar, quiero decirte que hay maldad en tu corazón. Hay quienes tienen tanta maldad que no les predican el evangelio a sus parientes; éstos se mueren y se van al infierno. No necesitamos una tercera guerra mundial ni una bomba atómica para demostrar que la maldad ha crecido y que el amor se ha enfriado. Basta con que tu amor esté frio y no quieras predicar el evangelio a algún pariente sólo porque no quieres tener problemas con nadie, eso nos hace ver que tienes un nivel de maldad tremendo. ¡Estás dejando que tu familiar se vaya al infierno!

Nosotros hemos decretado que este será un año de evangelismo, saldremos a las calles, a las plazas y a cada lugar del país a predicar el evangelio. El que quiera quedarse que se quede pero nosotros saldremos a recorrer el país a predicar el evangelio del reino. Porque el evangelio, dijo el apóstol Pablo, es poder de Dios para salvación de todo a aquel que cree. Aquel que necesita salir de su angustia de su soledad, de su amargura, de su odio o su deseo de venganza venga a Dios y será lleno de amor. ¡Nosotros somos los encargados de mostrarle al mundo, el amor de Dios! ¡La gente no conocerá su amor si no se lo llevamos! Dios nos llena, y nosotros, con su llenura, hablamos con las personas y las cautivamos para el reino de Dios. No tiene que bajar un ángel para mostrar el amor de Dios al mundo porque el Señor te tiene a ti y está esperando que hoy seas lleno del fuego de su amor, y que te des cuenta que nada de lo que haces tiene sentido si eso no tiene origen en el amor. ¡Nada de lo que hagas será bueno y justo si no tiene fundamento en el amor!

Hay muchos que se fundamentan en la justicia, diciendo: “El que me las hace las paga”. La maldad les enfrió el corazón y a la hora de obedecer una demanda de Dios se encuentran fríos. A éstos los detienen su familia, el trabajo, algún deporte, etc. Le ponen excusas a Dios.

EL VERDADERO AMOR

Yo he visto el amor de Dios en aquellas personas que dejaron todo para ir a Haití. Dejaron carreras, novios, proyectos y sueños porque entendieron que el fuego de Dios era más fuerte que sus propios deseos. Quien tiene amor es alguien que está dispuesto a ceder sus derechos y privilegios. Si carece de ese amor vive egoístamente buscando lo suyo. Por ejemplo, eso ocurre cuando la mujer le dice a su marido que cuando él cambie y haga lo que ella espera, entonces  ella va a cambiar o viceversa. Los dos son egoístas, ninguno piensa en satisfacer al otro sino en satisfacerse a sí mismo. Si cuando tú te has dado a la gente y le has brindado cosas, si los has bendecido, pero esperas que te devuelvan lo que has hecho por ellos, lo tuyo no es amor sino un negocio. “¡Con todo lo que yo hice! ¡Con todo lo que di y cómo me pagan!” ¡Estas esperando una retribución a cambio! Lo tuyo no era amor porque el que ama no espera que le paguen. No he visto a las madres decirles a sus hijos: “Te he cambiado mil ochocientas setenta y siete veces los pañales, te di dos mil doscientas veintisiete memas además de la teta y mira cómo me pagas”. ¡Una madre buena no le va a cobrar a su hijo todo lo que le dio! ¿Por qué? ¡Porque esa madre ama a su hijo! El amor no busca lo suyo sino el bien del otro.

Pero el verdadero amor se da no sólo a los parientes sino a la humanidad. Aquel que es hijo de Dios y tiene su amor puede ofrendar su vida por la salvación de alguien que ni siquiera conoce. Tengo un sobrino, Natanael, que me expresó su deseo de ir a Haití, pero yo no le veía “uña de guitarrero”, como dice el dicho popular, entonces le dije que primero lo mandaría a uno de nuestros hogares Beraca en Uruguay para ver cómo se desenvolvía. Se puso de novio y la chica también quería irse a Haití. A mí me costaba mucho mandarlos porque creía que les faltaba mucho, pero ellos cada tanto me decían: “Acuérdese que nos queremos ir a Haití…” Cuando se fueron, para ellos fue un sueño, y dejaron a su familia que les demandaban, dejaron atrás sus carreras en la facultad entre otras cosas porque cuando el amor de Dios llama nadie se puede resistir.

Dice la Biblia en Filipenses 2: 5 al 8: “5Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”.

No es que Jesús vino a un mundo ideal, donde Él iba a satisfacer sus pasiones o deseos, sino que vino a ser despreciado, escupido, azotado; vino para ser considerado un endemoniado y estaba muy consciente de ello. Días antes de ir a la cruz les declaró a sus discípulos que lo iban a entregar y que lo colgarían en una cruz pero que iba a resucitar al tercer día. Jesús no vino porque había playas lindas en el planeta sino que vino por amor a la humanidad. Leemos en Juan 3:16: 16Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”.

Tomando el ejemplo de Jesús, varias personas se fueron a Haití dejando atrás todo. Recuerdo el primer devocional que tuvimos al otro día de haber llegado a Haití, eran las seis de la mañana y nos reunimos en la playa. En ese momento me quebranté porque me parecía mentira estar ahí con veinte uruguayos, y surgió una pregunta: ¿Por qué estoy en Haití? ¿Es una necesidad de aventura o de demostrar lo capaz que soy? ¿Qué fue lo que me llevó a esa nación? En ese instante me surgió cantar una canción que dice lo siguiente: “Yo no quiero estar aquí por obligación, yo no quiero estar aquí por la religión. Sólo quiero estar aquí porque te amo. Yo no quiero estar aquí para hacer una canción, yo no quiero estar aquí para pedir una bendición. Sólo quiero estar aquí porque te amo. Porque te amo yo paro todas las cosas, porque te amo me postro hoy ante ti. Porque te amo escojo la buena parte, que es estar aquí, es adorarte Dios, oír tu voz y estar aquí, porque te amo”. ¡Entendí que estaba allí porque amaba el Señor!

Nada de lo que hagas sirve si no lo haces con amor. No sirve de nada si lo haces por egoísmo. Si lo que deseas o haces es para satisfacer tu sed interior no sirve de nada y no eres nada. ¡Estás de más en el mundo y eres pasto del infierno! ¿Le entregarás tu vida a Dios o no? Dice el libro de Apocalipsis: “Ojalá fueses frío o caliente, pero por cuanto eres tibio te vomitaré de mi boca”. ¡Hay algunos que juegan a ser cristianos! Yo quiero decirte que a Jesús le costó mucho amar, Él tuvo mucho que sacrificar dejando su gloria. En el cielo, los ángeles le servían y lo adoraban; no sufría cansancio, ni problemas ni enfermedades. Pero su amor lo hizo descender al mundo. Yo te pregunto: ¿Lo que haces, lo haces porque amas a Dios o sólo para satisfacerte a ti mismo?

Carolina, nuestra encargada en Haití subió la montaña en busca de agua para el hogar y la acompañó el alcalde de la ciudad. Demoraron tres horas en vehículo y dos horas más caminando. ¡Cinco horas de ida y cinco de vuelta para conseguir agua arriba de la montaña! En el camino se les apareció una abuela con una criatura de un día de vida y se la quería entregar a Carolina porque ella no podía sustentarla. Le contó que la hija había muerto en el parto y ella no sabía qué hacer con la criatura porque no tenía cómo alimentarla. Así que Carolina descendió la montaña con el bebé de un día de vida en sus brazos. ¿Y si Dios la hubiese llevado a Haití nada más que para salvar a esa criatura? ¿Hubiera valido la pena? ¡Claro que vale la pena! Cuando Carolina llegó al hogar, le entregó al bebé a un matrimonio de uruguayos que hacía tres meses habían tenido una criatura. La mujer le da de mamar a su hijita y también al bebé de la montaña, así le salvaron la vida. Yo no puedo medir las consecuencias del resultado de las obras que se hacen como fruto del amor de Dios en nosotros. Aquí no se trata sólo de salvar a un niño. Yo no sé si esa criatura cuando crezca va a ser un gran evangelista o estadista; lo que sí sé es que le vamos a dar todo el amor del mundo y ese niño se criará confiado. También lo vamos a educar y le hablaremos del amor de Dios y no será un niño perdido en la montaña sino que será hijo del Dios viviente, siervo del Señor.

Dios me hizo nacer en un barrio perdido de la provincia de San Juan, Argentina, y yo no tenía la más pálida idea de que tenía un proyecto conmigo y sería apóstol en Uruguay. Dios me dio padres que me llevaron a la iglesia y pastores que me predicaron el evangelio. Y he entendido que no hay nada mejor en el mundo que brindarle el evangelio de la paz a la gente, porque cuando entra el evangelio, entra el amor, entonces se va el odio, el resentimiento, la angustia, la inseguridad; se va la impotencia y la duda. Le entregaron al niño de la montaña a mi sobrino y a su esposa para que se hagan cargo. Ellos estaban orando para tener hijos y Dios se los concede. Cuando lo recibieron en sus brazos temblaban de la emoción. Me han contado que mi sobrino le cambia los pañales y llora de felicidad, porque Dios ha puesto amor en su corazón por esa criatura. Tal vez a ti te parezca que no es un gran proyecto, pero ignoras los planes de Dios. ¡Tú sólo tienes que obedecer y verás las maravillas que produce el amor de Dios!

Hay una pregunta que te quiero hacer: ¿Para qué haces lo que haces y por qué lo haces? Si lo que vas a hacer o decir es fruto del amor de Dios, dale para adelante porque no hay error en eso. Examínate a ti y a las personas y ve si lo que hacen es por amor porque no hay egoísmo en el amor. ¿Quieres saber cómo es el amor? Leemos en 1ª Corintios 13: 1 al 3: “1Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 2Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. 3Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve”.

Si no tengo amor, soy pura cháchara. Nada de lo que yo haga me sirve a mi o a los otros, si no proviene del amor. ¡Nada soy y nada sirve! ¡Debo tener el amor de Dios en mí! Para eso es necesario que abra mi corazón, así su amor me llenará. La Biblia dice que Dios es amor; así como nosotros estamos hechos de carne y hueso, Dios está hecho de amor y si lo cortas saldrá puro amor porque el amor es la sustancia de Dios. Por lo tanto, si tienes amor, entonces tienes a Dios. ¿Quieres saber si tienes amor? Si tienes pasión por la gente al punto de sufrir por ellos y correr a ayudarles, entonces tienes amor. El que tiene amor, tiene a Dios y el que tiene a Dios, tiene amor. ¡Ninguna de las buenas obras que haces sirve para nada si no tienes amor!

CONCLUSIÓN

El pastor Cash Luna reemplazó la palabra amor del capítulo 13 de 1ª de Corintios por la palabra Dios. “Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo a Dios, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo a Dios, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo a Dios, de nada me sirve”. Y continúa diciendo esté pasaje: “Dios es sufrido, es benigno; Dios no tiene envidia, Dios no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. Dios nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará”.

Si tengo a Dios, tengo su amor, entonces puedo leer en el versículo 4: “Dios es sufrido, y yo soy sufrido…” ¡Si no te gusta sufrir es que no quieres ser como Dios! Si cambiamos los términos de los próximos versículos, diremos: “…yo soy benigno; yo no tengo envidia, no soy jactancioso y no me envanezco”. ¿Tú puedes declarar que eres benigno, que no tienes envidia, o que no eres jactancioso y no te envaneces? ¡Mira que los mentirosos no entrarán en el reino de los cielos! Ser jactancioso significa ser agrandado, por ejemplo, te agrandas porque eres linda pero la belleza que tienes te la ha dado Dios, entonces ¿de qué te jactas? ¿Qué tienes que Dios no te haya dado? Si eres inteligente es porque Dios te hizo así, dale gracias y gloria al Señor. ¡No me puedo jactar de nada porque Dios es todo en mí! Continuando el ejercicio, si cambiamos los términos del versículo 5, diría así: “Yo no hago nada indebido, no busco lo mío, no me irrito ni guardo rencor. Yo no me gozo de la injusticia, mas me gozo de la verdad”.

Fíjate que el amor hace que yo no haga nada indebido; no tengo que estar pensando, sólo debo amar porque si amo, lo que haga estará bien. Dios nos engendró para que tuviésemos su naturaleza; para que tuviésemos su corazón e hiciésemos sus obras. ¡Dios nada hace sin amor! Si un poco de resentimiento afecta tu vida, cuando estás molesto contra alguien al punto de no poder mirarlo a los ojos o de no ir a visitarlo o que te visite, ese resentimiento no deja obrar al amor de Dios. ¡El amor de Dios debe desalojar ese resentimiento! Muchos me dicen que no están resentidos pero tienen un dolor en el corazón, yo te digo que ese dolor que sientes es resentimiento y posiblemente se transforme en odio.

¡Dios quiere hacer cosas nuevas! Con este panorama mundial, el Señor ha prometido que donde abunda el pecado, sobreabundará su gracia. ¡La gracia va a sobreabundar en los corazones de aquellos que tienen a Dios y le aman! ¡Ellos no podrán ser frenados porque quien tiene el amor de Dios lo tiene a Dios y quien lo tiene a Él también tiene su poder! ¡No habrá poder del mal que frene a los creyentes!

Quiero bendecirte en esta hora y que seas lleno del amor de Dios, pero antes deberás reconocer si hay algo que está estorbando a que el amor de Dios entre en tu vida. Recuerda que cuando aumenta la maldad, el amor se enfría. Cuando no ardes por la salvación de la gente, el amor de Dios no está en ti, entonces Dios no está en ti. Tienes que reemplazar el egoísmo por el amor, la amargura por el amor. Tal vez estás amargado por lo que te han hecho y no puedes olvidar. Tal vez eres de esos hijos a los que le faltó un abrazo o el cariño de un padre y eso te estorba porque estás atado por un espíritu de rechazo y una maldad que no te permite amar a tu padre. Si tú tienes a Dios aunque él nunca te haya abrazado, puedes ir a donde está tu padre si es que lo tienes vivo para abrazarlo y decirle que lo amas y lo bendices. ¡El amor es un fuego que desborda! Es un fuego impetuoso a favor de las personas. ¡No hay cosa más linda que ver lo que sucede en una vida cuando entra el amor de Dios!

Hay una joven que pasó por un período de depresión, de enojo, de ira y rebelión al punto de pelearse con los profesores y compañeros, también le iba mal en el estudio. Un lugar de refugio para ella era la casa de su hermano, y los psicólogos no pudieron ayudarla, entonces me contó lo que había hablado con su hermano; ella le dijo: “Yo te quiero agradecer por todo el esfuerzo que has hecho por mí pero quiero decirte que lo que no pudo el psicólogo, mis padres, los profesores, ni siquiera vos, Dios lo pudo hacer y eso sucedió en tres días, en un encuentro que participé. De ahí salí transformada, el amor de Dios me llenó”. ¡Cuánto bien me hace ver eso! ¡Dios lo ha hecho posible!

No se trata de saber cuánta Biblia tienes ni cuántos títulos teológicos posees, sino cuánto amor de Dios hay en ti. Si hay cosas que te están estorbando y te impiden darle a Dios lo que Él te está demandando, entrégaselas hoy al Señor. Que no te frene tu familia, una casa, una profesión; que nada te frene. ¡Dale a Dios lo que te demanda! Ama al Señor por sobre todas las cosas y su amor estará sobre ti. Ya no dependerás de cómo se comportan lo demás para amarlos ya que tú amas porque el amor de Dios está en ti. No importa lo que te digan o te hagan porque el amor de Dios está en ti. Mira que si Dios tuviera que amarte por tu cara te mandaría al infierno. ¡A partir de este día Dios comenzará a utilizarte para frenar la maldad en el mundo! Hoy puede ser que Dios se salga con las suyas y no tú. Hoy caerán a tierra todos tus razonamientos y quedará al descubierto toda la maldad que hay en ti. Este puede ser el día en que algo nuevo suceda en tu vida. ¡Qué el amor de Dios sea derramado en ti!

Si te mueven deseos egoístas, satisfacciones propias, deseos de venganza y resentimiento por lo que te han hecho o te han dicho, el amor de Dios no está en ti. ¡Pídele perdón al Señor en esta hora!

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