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Hoy haremos un énfasis especial en un tema que venimos ministrando, y que no es suficiente con sólo conocerlo. Saber acerca de algo, no es no es señal de haberlo incorporado o que ya esté metido en nuestras entrañas. Estaremos hablando acerca de los peligros que existen cuando tomamos decisiones almáticas. El alma del hombre es un peligro si no está bajo la autoridad divina, porque todo lo que produce el alma del hombre es contra Dios. El pecado cambió la naturaleza del hombre, haciendo morir el espíritu y entronizando el alma; en ese momento surgió lo que llamamos “la carne”, es decir, la asociación de la mente, voluntad y emociones con el cuerpo del hombre, quien se incendió en pasiones y deseos, en interpretaciones y razonamientos, se envaneció y su necio corazón fue entenebrecido por no tener en cuenta a Dios, según dice el libro de Romanos. Entonces terminó adorando a las criaturas en lugar de adorar al creador. Toda clase de desviaciones surgieron cuando el hombre dejó de depender de Dios y comenzó a depender de sus propias percepciones, cuando creó su propia visión y se apartó de la visión de Dios.
El cristianismo está lleno de decisiones que se han tomado nada más que por los sentimientos; lamentablemente estamos viviendo en un mundo post-moderno, donde ni siquiera la razón prevalece, sino los sentimientos, que tienen que ver con el sensualismo, con los sentidos y con el sentimentalismo. ¡Todos estos tienen la misma raíz! Entonces, se nos ha enseñado a través de la prensa o los medios de comunicación y la corriente de este mundo, a actuar por lo que uno siente. Vamos a encontrar creyentes post-modernos que dicen: “Yo no puedo alabar a Dios porque no lo siento; yo amo a Dios pero no tengo la necesidad de levantar las manos, si lo hago entonces soy hipócrita, porque para hacer algo tengo que sentirlo”. La palabra “sentir” tiene que ver con los sentidos, con sentimientos; el mundo satánico ha creado sensaciones y sentimientos que se confunden con las verdades de Dios, con los verdaderos sentimientos de Dios, de tal manera que el alma y el espíritu del creyente se ligan y tiene que venirla Palabrade Dios que es más cortante que toda espada de dos filos, y penetrar hasta partir el alma y el espíritu. Así que muchas veces que creemos que algo viene de la fe en realidad viene del capricho. Yo le he dicho a Dios: “Señor, cuántas decisiones habré tomado sintiendo o pensando que era algo de ti, ¡y no lo era!” No puedo decirle: “Señor, no sabía que no era de ti”, ¡porque soy culpable de no saber, soy culpable de mi ceguera!
¿Recuerdan la historia de David cuando pecó con Betsabé? Le vino a David un sentir muy fuerte; estaba durmiendo una siesta en lugar de estar en la guerra y vio una mujer hermosa bañándose, mandó llamarla, se acostó con ella y la embarazó. David era un hombre temeroso de Dios, dice la Bibliaque era un hombre “conforme al corazón de Dios”. Lo más triste es que Dios lo perdonó pero le dijo: 10Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada, por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urías heteo para que fuese tu mujer….También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás. 14Mas por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido ciertamente morirá”. (1ª Samuel 2:10-14). ¡Todo lo hizo a escondidas! David logró que todo quede tapado, así que ningún enemigo de carne y hueso, se había enterado de lo que había pasado, ¡pero Dios destapó todo a través de su siervo Natán! La Biblia dice que Dios acusó a David a través de Natán, por haber matado al esposo de la mujer embarazada, por las manos de los amonitas. David dio la orden de que pongan a Urías al frente en la batalla y de esa manera moriría. ¡Le salió todo redondo, porque una flecha lo alcanzó y lo mató! ¡Estaba todo tapado! Pero viene el siervo de Dios y le dice: “…con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová”. (2ª Samuel 12:14). Quiero que te quede claro que cada vez que pecamos, los enemigos de Jehová blasfeman, insultan, van a Dios y dicen: “¡Mira lo que hizo tu siervo!” En su misericordia, en su amor por su propio nombre, y en resguardo de su reino, Jehová hirió a ese niño. Vaya a saber lo que hubiera pasado si ese niño crecía, porque los enemigos de Jehová traman contra el reino de Dios por causa de los pecados de los hijos de Dios.
Natán le dijo a David: “10Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada, por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urías heteo para que fuese tu mujer. 11Así ha dicho Jehová: He aquí yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa, y tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual yacerá con tus mujeres a la vista del sol. 12Porque tú lo hiciste en secreto; mas yo haré esto delante de todo Israel y a pleno sol” (1ª Samuel 12:10-12). ¡Y sucedió todo eso literalmente! Pronto, Amnón primogénito de David se acostó y forzó a su propia hermana Tamar, hermana de Absalón, luego, este mató a su hermano Amnón por haber forzado a su hermana. Después, Absalón quiso quedarse con el reino de su padre y armó toda una guerra; luego, un general del ejército de David, Joab, mató a Absalón su hijo. ¡Por Dios! La descendencia de David quedó afectada con una ceguera que fue el resultado de actuar de acuerdo a lo que se siente, impulsado por pasiones y deseos.
¿Te has enamorado alguna vez? ¿Es bueno o es malo el enamoramiento? ¿Has visto a esos hermanos de la iglesia que dicen, “somos amigos nomás” y todos ven lo que ellos no ven? El hecho es que toda la gente ve algo, ¡y ellos no ven nada! El enamoramiento se va apoderando del enamorado sin que éste se dé cuenta. Yo estuve varios meses mirando a Marta y no entendía por qué la miraba; recuerdo que me dio una bronca cuando me dijeron: “¿Cuándo le vas a hablar?” “¡Pero qué se tiene que meter esta gente!” decía yo, “si no dije ni hice nada…” ¡Solo la miraba! Traté de llevar la cosa sin que nadie se diera cuenta; yo era maestro de la escuela dominical de un grupo de adolescentes y me preocupé de que nadie se diera cuenta de que yo estaba enamorado de Marta. Un sábado a la noche después de una reunión de jóvenes salimos al centro y le dije: “Marta, quiero hablar con vos”. Decidimos esperar que todos se vayan primero, ¡pero nadie se iba! Así que nos adelantamos nosotros y en ese momento le dije que la amaba; cuando quise acordar, de atrás me decían: “¡Bien maestro!” Marta me había dicho que no, que no se iba a casar y que no me quería. A la otra mañana que teníamos escuela dominical, llego a la reunión y les digo a los alumnos que abran sus Biblias en tal lugar; ellos me dicen: “No maestro. ¡Cuéntenos lo que pasó anoche!” Es como una especie de ceguera, que padecen los enamorados, de ahí viene el famoso dicho que dice, “el amor es ciego”.
Quiero que quede clara la diferencia entre amor y enamoramiento. 2ª Samuel capítulo 13 refiere la historia de Amnón y Tamar. Dice el versículo primero que Amnón se enamoró de su hermana Tamar y el versículo dos dice que Amnón estaba angustiado hasta enfermarse por Tamar. Tenemos dos elementos: Primero, se enamoró y segundo, se angustió por ella hasta enfermarse. Cuando yo me enamoré de Marta, y ella me dijo que no, yo también me angustié hasta enfermarme; no quería ni comer, me sentía como afiebrado. ¡Yo quería casarme con ella! Entonces, una angustia se apoderó de mí. Llevaba un año orando por ella, (aunque estuve dos años orando por Marta), me leía todos los versículos dela Bibliay todos los libros que hablaban de la oración porque quería saber cómo tenía que orar, qué tenía que hacer para que Dios conteste y me dé lo que yo tanto quería. Entonces, investigando acerca de eso, me leí la historia de Amnón y Tamar. Dicela Bibliaque Amnón se enamoró. Yo decía: “¡Yo estoy enamorado! ¡No puedo estar sin verla!” Trataba de verla todos los días… para colmo… ¡vivía al lado de mi casa! ¡Yo también estaba angustiado hasta enfermarme!
Dice 2ª Samuel 13:3-4: “3Y Amnón tenía un amigo que se llamaba Jonadab, hijo de Simea, hermano de David; y Jonadab era hombre muy astuto. 4Y éste le dijo: Hijo del rey, ¿por qué de día en día vas enflaqueciendo así? ¿No me lo descubrirás a mí? Y Amnón le respondió: Yo amo a Tamar la hermana de Absalón mi hermano”. Aquí aparece otro término: Amor. Según relata la Biblia este muchacho le dice a su amigo: Finge que estas enfermo y pídele a tu papá (que era el rey) que le permita a tu hermana venir a tu casa, te dé de comer y vemos qué hacer. El rey David lo va a visitar, lo mira que esta flaco porque esta angustiado hasta enfermarse y asiente que vaya su hermana a hacerle de comer. Entonces, viene la hermana de Absalón, la única hija de David, a la casa de Amnón. Cuando ya estaba ella dentro, echó a todos de la casa porque quería quedarse solo con ella y le dijo que le llevara la comida a la alcoba, donde la forzó sexualmente. Tamar le dice: “…No, hermano mío, no me hagas violencia; porque no se debe hacer así en Israel. No hagas tal vileza. 13Porque ¿adónde iría yo con mi deshonra? Y aun tú serías estimado como uno de los perversos en Israel. Te ruego pues, ahora, que hables al rey, que él no me negará a ti” (2ª Samuel 13:12-13). El versículo 14 dice: “Mas él no la quiso oír, sino que pudiendo más que ella, la forzó, y se acostó con ella”. Continúa diciendo 2ª Samuel 13:15-17: “15Luego la aborreció Amnón con tan gran aborrecimiento, que el odio con que la aborreció fue mayor que el amor con que la había amado. Y le dijo Amnón: Levántate, y vete. 16Y ella le respondió: No hay razón; mayor mal es este de arrojarme, que el que me has hecho. Mas él no la quiso oír, 17sino que llamando a su criado que le servía, le dijo: Echame a ésta fuera de aquí, y cierra tras ella la puerta”. ¡Un rato antes había dicho que la amaba, estaba angustiado hasta enfermarse por ella!
Aparecen en este relato, las palabras “enamoramiento”, “angustia” y “amor”. Yo decía: “¡Amnón abusó finalmente de la hermana! ¿Será que yo quiero abusar de Marta?” Leía el pasaje y me decía: “¡No! abusarla, yo no, sufriré hasta la muerte”. ¡Lo que me pasó a mí era tan igual a lo que le pasó a Amnón! Cuando Amnón dijo “yo amo a Tamar, la hermana de mi hermano Absalón”, el creía que lo que tenía era amor. Entonces, ¿qué es el enamoramiento? Es la parte sentimental del amor. Cuando uno ama, se enamora, pero el enamoramiento es un sentimiento. El punto es: ¿El enamoramiento siempre queda? Yo tengo un sobrino que vino a vivir a Uruguay por un tiempo; nada de lo que le hacían de comer le gustaba, y después de un mes de estar con nosotros, nos dijo: “¡He llegado a la conclusión de que mi mamá es la mejor cocinera del mundo!”. Cuando tu esposa no te haga la comida como tu mamá, o cuando empiece a hacer esas cosas que tú no quieres que haga… ¿dónde queda el enamoramiento cuando comienzan las vivencias? El enamoramiento es pasajero, es un sentimiento; puede ser provocado por el amor, o puede ser provocado simplemente por una pasión, por un deseo. Pero lo cierto es que el sentimiento se va, pero el amor queda. El sentimiento proviene del alma del hombre y el amor proviene de Dios. Supongamos que mañana una esposa tiene un accidente y queda en silla de ruedas; el amor queda y el enamoramiento se va. ¡El enamoramiento es un sentimiento humano, pero el amor no es un sentimiento! La Bibliadice que Dios es amor. El amor no es algo que viene y se va, la Bibliadice que el amor permanece para siempre. Esto es lo que pasa con los sentimientos en general; los sentimientos van y vienen, cambian de un momento a otro; Amnón forzó a su hermana Tamar, se acostó con ella y apenas terminó, dice la Bibliaque la odió con un odio que era más grande que el amor con que la había amado, que por supuesto no había sido amor. Estaba todavía en la cama la mujer y le dijo: “Levántate, y vete”. ¡Se terminó el enamoramiento! Los sentimientos cambian, pero las verdades de Dios no cambian. ¡Lo que es de Dios permanece! El es inmutable, dice la biblia que el cielo y la tierra pasarán pero sus palabras no pasarán (Mateo 24:35).
Estamos viviendo en un mundo post-moderno, en una cultura que dice que todo cambia, que no hay nada permanente, que ninguna verdad es eterna, que todo evoluciona, por lo tanto, todo lo que ya lleva algunos años tiene que cambiar, tiene que evolucionar. Para los post-modernos, el bien es que los conceptos evolucionen y que las definiciones cambien, aún la familia es algo que tiene que cambiar, no puede permanecer como hasta ahora, el rol de las mujeres, de los hombres y de los hijos tiene que cambiar. Porque el hombre depende de sentimientos y no acepta las verdades eternas; desde el mismo momento en que el hombre desecha a Dios se vuelve una persona mutante o cambiante.
Hablé con una mujer que dice haber amado a su esposo; estuvo siete años de novio, se casó y al volver de la luna de miel se dio cuenta que no sirvieron para nada los siete años de noviazgo. ¡En ese momento se dio cuenta de la realidad! Si el hombre depende de los sentimientos o de lo que siente, fracasa rotundamente. ¡El hombre no puede confiar en sus sentidos! Cuando le pregunto a alguien: ¿por qué lo hiciste?, responde: “Yo creía que estaba bien, lo hice porque lo sentí”. ¡El post-modernismo se introdujo dentro de la iglesia! Dios no tiene que actuar conforme a lo que a te parece o sientes, El no tiene que estar de acuerdo con lo sientes. ¡Tú debes ponerte de acuerdo con lo que Dios siente y quiere!
La vida cristiana es una vida de renuncia total y absoluta a uno mismo; es una vida en la que ya no vivo yo, sino Cristo en mí, ya no se hace mi voluntad sino la voluntad de Dios, ya no hago lo que a mi me parece, sino lo que a El le parece. No son mis caminos, sino sus caminos, no mis pensamientos, sino sus pensamientos. Mi lucha es: “Señor, quiero conocer tus caminos y tus pensamientos; quiero vivir conforme a tus caminos y a tus pensamientos. Líbrame de mis sentimientos. ¡Dame la libertad de los hijos de Dios! Revélame tu voluntad, hazme conocer tu voluntad y hazme obediente a tu voluntad”. Esa es la verdadera victoria del creyente: Un alma sometida a Dios y a su palabra, un alma sometida a los proyectos de Dios.
En algunas iglesias se predica que Dios bendice nuestros proyectos; “emprende y pídele a Dios”. La pregunta es: ¿El proyecto es tuyo o es de Dios? Si fracasaste, es porque el proyecto era tuyo. Alégrate y pregúntale a Dios donde están sus proyectos. El no está obligado a respaldar tus proyectos, porque tiene sus propios proyectos. Se nos abre una puerta y nos brillan los ojos, pensamos que es tan grande que debe ser del Señor. Pero, ¿tienes un sentimiento o una convicción profunda de parte de Dios? Te gustó una mujer y te enamoraste, ya te crees que es de Dios. ¡Esta es la lucha de mi vida! Necesito tener la certeza que los proyectos que encaro, provienen de Dios, porque en cada uno de ellos, te incluyo a ti, que pones tu ofrenda y tu tiempo. Tú lo haces muy contento, pero yo tengo la carga de que no debo encaminarte en un proyecto mío, en el que me enrolé por entusiasmo. Yo soy una persona que tengo muchas ideas pero… ¿Señor, donde están las tuyas? ¡Quiero caminar en tu voluntad Señor! ¿A dónde quieres que vaya Señor? ¡Te necesito! ¡Ven y hazme una persona próspera! ¿Saben quienes son los que prosperan? ¡Los que hacen la voluntad de Dios! ¿Para qué va a respaldar Dios tus proyectos si El tiene sus propios proyectos? El preparó obras de antemano, desde antes de la fundación del mundo, para que caminemos en ellas.
Absalón, el hermano de Tamar, al conocer lo que le sucedió, determinó matar a su hermano, y así lo hizo. Esa rebelión que se gestó dentro de Absalón provocó que quisiera apoderarse del reino de su padre; legalmente no le correspondía ser el sucesor del trono de David, era el tercer hijo de una mujer que no era israelita. Al final de la revuelta que gestó, un general de su padre le dio muerte. Todo esto surgió por una codicia, un deseo de David, cuando en una oportunidad en que estaban en guerra, no fue al frente de batalla sino que se quedó en su palacio. Dicela Bibliaque fue a pasear al terrado, y vio a una mujer hermosa bañándose; la mandó buscar, se acostó con ella y la embarazó. Esto desagradó mucho a Dios, porque tomó a la mujer de uno de sus siervos; y si bien le perdonó y no le quitó el plan y el propósito que tenía con él, lo triste fueron las consecuencias que vinieron sobre su descendencia y sobre su reino. Salomón, el hijo de David y el rey más sabio de la tierra, llegó a ser el más burro de la tierra, porque también quedó atrapado en esta pasión por las mujeres. Lo primero que hizo fue tirar a la basura su sabiduría, casándose con la hija de un faraón, una mujer egipcia. ¡Que triste! Terminó sirviendo a los dioses de las mujeres con las que se casó, haciéndoles altares y templos a dioses que no eran su Dios. Una de las oraciones de David fue: “Señor, líbrame de los pecados que me son ocultos”. ¡Los sentimientos enceguecen la visión de Dios! Si tú eres un sentimental nunca serás espiritual. ¿Te conmueven fácilmente los sentimientos? ¡Es fácil entonces, que satanás te engañe! ¡Cuantas veces un cristiano ha pasado por espiritual, simplemente porque derrama lágrimas! Hay lágrimas que provienen del espíritu pero hay lágrimas que provienen de la carne; hay lágrimas que provienen del arrepentimiento genuino y hay lágrimas que provienen del remordimiento, o sea que son “lágrimas de cocodrilo”. Si esta palabra ha tocado tu corazón y quieres consagrar tu vida a Dios, haz esta oración ahora mismo:
“Señor, hoy me humillo ante ti porque conozco el peligro que significa ser un creyente que toma decisiones erradas, siguiendo sus propios sentimientos. Te pido perdón Señor. ¡Ábreme los ojos! ¡Ábreme el entendimiento! Me humillo ante ti y te pido que quebrantes en mí toda obra de la carne. Entiendo que el peor problema soy yo y no el diablo. Guarda Señor mi corazón, guarda mi vida. Por amor de ti mismo, por amor a los que me rodean, por amor a los que me siguen, que yo pueda ver. ¡Abre mis ojos! ¡Quebranta mi sentimentalismo y haz prevalecer tu Espíritu Santo! Que tú seas glorificado Señor, que la obra sea tuya y no mía, que el proyecto sea tuyo y no mío, que los pensamientos sean tuyos y no míos. Te lo pido en el nombre precioso de Jesús, amén”.
ANEXOS: