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INTRODUCCIÓN
Leemos en Efesios 3:14 al 16: “Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu”. El poder que operaba en Pablo era un poder extraordinario, la gloria de Dios estaba en él a pesar de las circunstancias que estaba viviendo. Mientras él escribía esta carta, estaba preso; y estar en una cárcel, en Éfeso, hace dos mil años atrás era peor que lo que es una cárcel hoy en día. No obstante, el apóstol Pablo se puso de rodillas delante del Padre para interceder por los efesios.
Por cuanto hemos creído en Cristo Jesús, Dios ha engendrado una nueva criatura a la cual Pablo le llama el hombre interior y se refiere al espíritu. Nuestro cuerpo es la residencia de nuestra alma. Y Dios genera una nueva vida que no termina, una vida incorruptible, y esto es sólo sobre los que creen en Jesús. Así que los cristianos tenemos la vida biológica, la vida del alma y tenemos la vida del espíritu. El apóstol Pablo oraba para que se fortaleciera con poder el hombre interior, ese que no vemos, del que muchas veces ni siquiera nos damos cuenta que existe; pero es aquel que es alimentado por Dios. Nosotros somos alimentados espiritualmente por Dios, y somos alimentados biológicamente por lo que comemos. Así que hay una comida que es para la vida biológica y hay otra comida que es para la vida espiritual.
El ser interior es el espíritu del hombre, o la nueva criatura. Cuando un doctor en religión se acercó a Jesús para hacerle preguntas, Él le dijo que le era necesario nacer de nuevo; y estaba haciendo referencia a ese nuevo nacimiento que viene cuando uno ejerce fe en Jesucristo. Pablo podría estar deprimido y desganado, podría estar perdiendo su esperanza, y aun su fe; porque había recorrido el mundo predicando el evangelio y ahora estaba preso. Pero para el apóstol Pablo que tenía el poder de Dios dentro de él, la cárcel era sólo una circunstancia. Y él aprovechó la circunstancia en la que se encontraba para escribir cartas a todos los pueblos y las ciudades donde había predicado el evangelio y donde había levantado iglesias.
En Efesios 1 también les escribe Pablo a los de Éfeso: “Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no solo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo”.
EL ADN DE DIOS EN NOSOTROS
Pablo habla del hombre exterior y habla del hombre interior; el exterior es el que se ve, es el que está lleno de apariencias; pero el interior es el que nació por engendramiento de Dios y tiene el ADN de Dios. Nuestra esperanza no viene de lo que vemos, porque lo que vemos es muy oscuro y está muy mal. Las noticias que recibimos son muy locas. Se ha firmado un convenio entre las naciones, para que, cuando sea declarada una nueva pandemia, entonces ya no intervendrá más el ministerio de salud pública de las naciones, sino que cae bajo el mando y el poder directo de la Organización Mundial de la Salud. ¡Hay mucha maldad y mucha oscuridad! Los que están gestando un gobierno comunista universal, están queriendo reducir la población drásticamente. Quieren que la gente muera y eso es por medio del aborto, de la eutanasia, de las pandemias; promueven la homosexualidad, le llaman matrimonio a cualquier unión y no a la unión en amor de un hombre con una mujer. Se están tergiversando los conceptos y están cambiando el valor de las palabras. Las palabras son importantes y si te cambian las palabras, te cambian las definiciones y destruyen la estructura social. Como dije, hay mucha oscuridad en las naciones y muy malas noticias. Vamos a tener que enfrentar situaciones como las que atravesó el apóstol Pablo, y aún peores. Pero el Pablo tenía fuerza, tenía poder; y doblaba sus rodillas delante del Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, para que les dé a los efesios, el ser renovados con poder en su ser interior por causa de las riquezas de su gloria.
Hay un poder que no tiene que ver con los alimentos que comes, hay una fuerza que no viene por el ejercicio que haces, hay un cansancio que no viene de haber trabajado mucho. Sin embargo, hay un cansancio que viene de la frustración, del fracaso; viene de estar mareado por las circunstancias que vives, porque hay un mundo exterior, un mundo invisible de maldad que está presionando a la gente para creer lo que no tiene que creer y para hacer lo que no tiene que hacer. Tú tienes que afirmar tu fe en Jesucristo porque tu poder y tu fuerza proviene de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos. Se lee en un artículo que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA presenta el hecho religioso como una amenaza para los supuestos derechos sexuales y reproductivos o de ciertos colectivos, cuando lo que se está atacando es el derecho humano fundamental de la libertad de religión. En cuanto a las religiones, el Papa ha dicho que está a favor de crear una religión mundial, una sola religión y una sola fe mundial. ¡Se volvió loco! Y quiere que todos estemos de acuerdo. Pretende crear una religión que contenga, digamos, lo mejor de Buda, lo mejor de Mahoma, lo mejor de las creencias de la India para unificar el mundo. Convengamos que las religiones no salvan a nadie, pero no puedes creer lo que estás creyendo porque tu fe te está obligando a no aceptar lo que te están enseñando e imponiendo y la iglesia resiste todo ese mover de las nuevas ideologías.
El mundo está lleno de mentiras, el mundo está lleno de oscuridad, y la verdad está en la Iglesia. La iglesia tiene la palabra de Dios, la iglesia es columna y baluarte de la verdad. Nosotros creemos que las verdades de Dios son inamovibles y nada puede reemplazar la verdad que Dios ha dado desde el principio. Creemos en la palabra de Dios y no nos movemos de ella. Pero se necesita poder para enfrentar este drama que se nos viene encima. ¡Seremos perseguidos por nuestra fe! Imagínate que quieren poner a Dios el Padre, a Jesucristo y a la serpiente que es un dios de la India, a la misma altura. ¿Cómo vamos a hacer para juntar todas las creencias?
Hay un poder que se está moviendo desde las tinieblas para unificar el mundo. Dice la Biblia que el anticristo no reconocerá a ningún dios, él se hará a sí mismo un dios; se creerá Dios. Y prohibirá adorar a cualquier dios, y ordenará que todos le adoren a él. Hay muchísima oscuridad, y para enfrentarla se necesita poder, y no es un poder humano. Estamos enfrentando un poder extraordinario como nunca antes y yo oro en esta hora para que la Iglesia reciba ese poder que viene de las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos en su ser interior. Aferrarse a la Palabra de Dios es aferrarse a algo inamovible. Nuestro poder viene de Cristo. Él manifestó el poder de Dios en la tierra. Jesús mismo dijo: “No han creído en mí siendo que nadie ha hecho señales como las que yo he hecho”.
Jesús tenía el poder del Padre mientras habitó acá en la tierra, pero lo más interesante es que el poder de Cristo está dentro de los creyentes. El poder más grande del universo está en el átomo, en la partícula, por eso se llama bomba atómica. La semilla más pequeña tiene adentro el potencial de germinar y llegar a ser un árbol muy grande. Imagínate el potencial que tiene el hecho de que Dios haya puesto su semilla dentro de ti. Te aseguro que vas a ver una gloria que nunca te has imaginado. El poder de Dios es más grande que el poder de todas las naciones, de todos los reyes; más grande que el poder de la bomba atómica o neutrónica. Ese es el poder que habitaba en el apóstol Pablo. Dios quiere que descubras el gran poder que opera en los creyentes, un poder que los lleva a enfrentar la muerte sin ningún problema, y para el apóstol Pablo no era un problema la muerte. Él dijo: “Ya no vivo yo, sino que vive Cristo en mí. Ya sea que vivamos o que muramos del Señor somos”.
CONCLUSIÓN
¿Te vas a debilitar porque te quedaste sin trabajo o porque tienes una deuda? ¿Te vas a debilitar porque alguien te insultó o porque tu cónyuge te dijo palabras hirientes? ¿Vas a temblar ante alguna circunstancia? ¡No señor! ¡El cristiano es inamovible! Les dijo el apóstol a los efesios acerca de ser fortalecidos y de conocer el amor de Cristo, que: “excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros”.
Tienes que saber que Dios quiere hacer mucho más de lo que tú puedes pedir o imaginar. Tu alegría, tu fortaleza y tu esperanza es que habite Cristo con poder dentro tuyo y que sea liberado el potencial invisible que está dentro de ti, que Dios ha puesto. Aun no lo has descubierto por andar tan ocupado en pavadas, ese gran poder de Dios que quiere habitar y ser liberado dentro tuyo. Que Dios te libre de todas tus ansiedades, que puedas recibir la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento. Por nada estén afanosos sino sean conocidos sus peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, y con acción de gracias. ¡Agradece a Dios por la vida! No hay nada que te pueda tocar; ni la muerte, ni ángeles, ni principados, ni poderes extraños. Oro para que puedas conocer la anchura, la altura y la profundidad del amor de Cristo que excede todo conocimiento.
“Padre, bendice a tu pueblo que te necesita. Tu pueblo va a enfrentar circunstancias que nunca antes han venido a la tierra. Llena con tu presencia a cada creyente y líbralos de temores, de ansiedades y de timidez. Que opere el poder que levantó de los muertos a Jesús en cada creyente y puedan disfrutar sabiendo que tienen adentro el poder más grande del universo que es el poder de Dios operando aún más allá de la muerte. Que ninguna aflicción debilite ese poder, esa esperanza y esa fe provocando que el creyente, en vez de estar contento, esté triste, y en vez de estar empoderado, se sienta debilitado y deprimido. ¡Libera de depresión en esta hora, Padre! Espíritu de depresión, yo te resisto y te echo fuera. Espíritu de muerte, te echo fuera de la vida de los creyentes. Espíritu de mentira y de engaño que has convencido al creyente que no es nada y que no es nadie, yo te echo fuera, te reprendo en el nombre de Jesús. Cubre con tu sangre a tu pueblo, Jesús. ¡Bendito seas, Señor tú! Tu poder es inagotable, es eterno, y es grande. Tú eres Dios y nosotros te adoramos y te bendecimos Padre, en el nombre de Jesús, amén”.
ANEXOS: