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INTRODUCCIÓN
Ser mujer forma parte de un proyecto de Dios. Desde el momento que un óvulo es fecundado en el vientre de una mujer comienza un proyecto de Dios. Comienza una vida independiente de la madre. Se pretende que el embarazo es un grave problema y que la mujer debe tener la libertad de abortar cuando en realidad no corta un embarazo, corta una vida. Lo tengo que decir una y mil veces. El aborto es un asesinato y es el peor de los asesinatos. Porque una cosa es asesinar un delincuente y otra cosa es asesinar un hijo; y más si es un hijo que todavía no sabe hablar y no ha hecho nada malo. Simplemente porque una mujer considera que ese hijo es un estorbo en sus planes. No se trata de un derecho personal del individuo, no se trata de la libertad de la mujer para abortar. Yo creo que la obra más perfecta de una mujer es llevar un hijo en el vientre. Traer al mundo un hijo o una hija es una preciosa responsabilidad. Y Dios se la ha dado a las mujeres porque no sé si los hombres aguantaríamos tanto dolor. Yo no estuve en el parto de mi primera hija porque no quería ver, pero estuve en el parto de mi segunda hija, y fue impresionante presenciarlo. Yo creo que las mujeres son más valientes que los hombres y creo que son una gran bendición.
MUJER ÍNTEGRA
Leemos en Proverbios 31:10: “Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas”. La palabra virtud significa fuerza, valor, vigor, integridad de ánimo y bondad de vida; disposición a obrar de acuerdo a valores como el bien, la verdad, la justicia y la misericordia. Por lo tanto, cuando dice mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Lo que está sugiriendo esta interrogante aquí es, ¿quién encontrará una mujer con suficiente fuerza, con suficiente valor y con suficiente vigor? ¿Quién encontrará una mujer íntegra, de ánimo y bondadosa en la vida? ¿Quién encontrará una mujer con una disposición a obrar de acuerdo a los valores como el bien, la verdad, la justicia, la misericordia? Y después dice, porque su estima es muy alta. La palabra estima incluye la idea de lo que vale la mujer. Su estima, o sea, su valor es muy alto, pero la palabra estima incluye además otras cosas que no tienen que ver con un valor, por ejemplo, económico. Hay algo en ella que te hace que la valores, no por lo que hace, sino por lo que es. Es una mujer que provoca sentimientos buenos.
Para saber qué es una mujer y qué es un hombre vamos a seguir la Biblia, porque ella me dice la verdad acerca de quién es una mujer o un hombre. Se necesitan mujeres virtuosas en el planeta Tierra. Lamentablemente los hombres no hemos colaborado mucho para que las mujeres sean lo que deben ser. Hemos rechazado y despreciado a la mujer. Me viene a la memoria algunas jóvenes que su papá o su mamá no querían que naciera y lamentablemente para ellos nacieron; y yo digo gloria a Dios que nacieron. ¡Qué gran oportunidad de Dios para el mundo el nacimiento de una mujer! Dios decidió hacerle a Adán una ayuda idónea así que creó a la mujer para que fuese una compañera que deleite a su compañero, que lo ayude y lo acompañe. Y en función de eso, ella recibe estima y es valorada. Doy gracias a Dios por la esposa que me dio. El orgullo más grande que yo tengo es cuando oigo a algunas mujeres decirle, “pastora, yo quiero ser como usted”. Por ello concluyo que la virtud genera estima.
Dice la Biblia en Proverbios 31 que el corazón de su marido está en ella confiado. La mujer virtuosa es fiel. Muchas mujeres han venido llorando a contarme cómo su marido la golpea, le grita y la insulta. Le digo que lo deje, pero ella lo quiere salvar y lo perdona una y otra vez. El hombre no quiere perder esa mujer, él está perdido, pero no la quiere perder. He conocido drogadictos que ya están al borde de la muerte y se encuentran con una mujer a la que se le despierta amor y misericordia en el corazón y se juega la vida por ayudar a ese hombre. Como que esa mujer es un cable a tierra. Eso es una virtud muy grande que he visto en las mujeres y no lo he visto tanto en los hombres. Dice el pasaje bíblico que mencioné, que el corazón del hombre en ella está confiado. Por supuesto que no estoy generalizando, porque no todas las mujeres son fieles; aunque, en general yo encuentro más fidelidad en la mujer que en el hombre. Fidelidad en todo, incluso en lo sexual, y también el hecho de permanecer en casa. He visto mujeres tan sumisas y tan obedientes a su esposo, y el marido es un desastre, es muy violento; pero ella va a hacer lo que sea para que no se ponga violento. No te estoy diciendo que eso es lo que hay que hacer. Hablo de las virtudes que tienen algunas mujeres. Dios sabe la paciencia que me ha tenido mi mamá. Ella nunca se cansó de mí. Hay padres y madres que han echado de la casa a su hijo o a su hija porque no lo aguantan más. Encontré en las mujeres una virtud extraordinaria que tiene que ver con fidelidad. ¡La paciencia que me ha tenido mi señora! ¡La paciencia que me han tenido a mí muchas mujeres de la iglesia que trabajan conmigo! Trabajar conmigo no es fácil. ¡Qué lindo es que el esposo ve en su esposa esa virtud, y él está confiado en ella! Las mujeres tienen la virtud de cuidar los detalles.
MUJER HACENDOSA Y ABNEGADA
El versículo 15 del capítulo 31 de Proverbios dice: “Se levanta aun de noche y da comida a su familia y ración a sus criadas”. Tal vez dirás, “¡chocolate por la noticia! Cuando el niño o la niña se enferma o se despierta llorando por la noche, ¿quién se levanta? ¿El papá o la mamá? Cuando yo era chico, en invierno sufría mucho de anginas. Recuerdo a mi mamá levantándose de noche a ver si yo tenía fiebre, y me decía: “Ya va a pasar”. ¡Bendigo a Dios por la ternura que puso en la mujer! Lo que tú haces no es en vano mujer.
El versículo 21 dice: “No tiene temor de la nieve por su familia, porque toda su familia está vestida de ropas dobles”. ¿Quién se preocupa que estén bien abrigaditos los nenes? ¿Los hombres o las mujeres? Ellas se fijan bien cómo están vestidos los hijos y aun los nietos, salen a hacer compras buscando la ropa que le haga falta y que le guste. ¡Qué lindas las mujeres! Se los digo de nuevo para que se valoren. Algunas de ustedes se sienten como un estropajo, pero ustedes han sido creadas por Dios para anunciar sus virtudes. Recuerdo cuando a la noche nos íbamos a la cama y hacía mucho frío. Yo ni quería entrar en la cama porque estaba helada, y mi mamá iba al cuarto y nos planchaba las sábanas. Los hombres tenemos que valorar lo que vale cada actitud que las mujeres tienen por sus seres queridos porque para Dios tiene mucho valor. Quizás tu familia no valora lo que haces ni te lo agradece, pero Dios sí te valora y te lo agradece, porque Él quiere que haya en la tierra esa virtud, que hay en ti porque esa virtud es luz. Esto incluye la defensa de la verdad y la justicia al más desamparado. En cada familia hay a alguno que es más dejado de lado y otro más valorado; algún hermano o algún hijo. Y entonces la mujer es más susceptible a esos detalles. Dice el pasaje de proverbios acerca de la mujer que se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada, y su marido también la alaba. Había un chico que era malo y perverso; así fue hasta que entró a los hogares de Beraca y se enderezó. Fue entonces cuando comenzó a apreciar a su mamá; y es que antes su mamá era un estropajo. Hicimos pasar a las madres para orar por ellas, y pasó la mamá del joven, entonces, el hijo vino por detrás y la abrazó y lloró, y la bendijo. Esa madre terminó conquistando a su hijo porque lo amó sin importarle si era un sinvergüenza, un ladrón, un drogadicto, o si estuvo preso. Esa madre persistió. Para el hombre es más fácil que suelte lo que está haciendo; es más fácil que se sienta derrotado y abandone un proyecto.
Admiro esas madres que son abnegadas. Esas a las que no le importó si su hijo o hija nacía con algún defecto. El consejo tan asiduo de los médicos hoy en día, y yo considero que son criminales; ante cierta posibilidad de que el niño nazca con algún problema, sea cuál sea, el médico dice, ¿quieres sacártelo? ¡Bendita la madre que no le importa y decide tenerlo igual porque es su hijo!
La mamá de Beethoven estaba embarazada y le habían dicho que por causa de la sífilis que su esposo le había contagiado, el hijo iba a nacer con problemas. Sin embargo, la mujer decidió tenerlo. Hubiéramos perdido un gran compositor si la mamá le hubiera hecho caso a los familiares y a los médicos. A la mamá de Andrea Bocelli también le dijeron que era muy probable que su hijo nacería con alguna deficiencia, sin embargo, ella decidió tenerlo. Entonces nació el niño y al poco tiempo se dieron cuenta que veía con dificultad y se tropezaba. Pero esta era una mujer creyente en Dios, amó a su hijo, así como lo amó su papá, y lo alentaron en la vida. Siendo muy niño le empezó a gustar de la música y se pasaba horas escuchando óperas de grandes intérpretes. Cuando escuchó a Pavarotti quiso ser como él. ¡Es un deleite escucharlo cantar a Andrea Bocelli! ¡Tiene una voz increíble! Su padre quería que estudiara y fuera abogado, entonces decidió hacerle caso y se puso a estudiar por lo que se graduó con un doctorado en abogacía. Y no le iba mal, pero su pasión era la música. Hasta que surgió la posibilidad de cantar y se hizo famoso. Este cantante está agradecido a Dios y a su madre que no lo abortó y expresa que ama la vida, que disfruta de la música; disfruta de todo lo que hace y tiene un hijo joven que también quiere ser cantante como él y se está abriendo caminos. Él es el fruto de la decisión de una madre que no consideró que su hijo era un desecho, sino que consideró que era una vida preciosa, era la vida de su hijo. La mujer trajo al mundo un hombre ciego pero que no ha tenido ningún problema en impactar al mundo entero.
He leído la historia de algunas mujeres que han criado 10 hijos; una de ellas ha logrado que un hijo sea presidente de la nación de los Estados Unidos. No solamente era cuestión de criar 10 hijos, sino también educarlos en casa. O sea, que la mamá les enseñaba historia, geografía, etc. Las mujeres pueden mucho. No es que existe la posibilidad de que tú seas un hombre, mujer. Una idea, una ilusión, una auto percepción no te hace hombre. No hay mejor plan que el plan de Dios y si Él te hizo mujer es porque tiene planes perfectos contigo. No es que por ser mujer eres menos. Todos los grandes hombres de la tierra, todos los grandes filósofos, todos los grandes presidentes de naciones; todos, salieron del vientre de una mujer.
TU PRIORIDAD: AMAR A DIOS
Proverbios 31:30 dice: “Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme a Jehová, esa será alabada”. Dios hoy te promete mujer que temes a Dios que serás alabada. Quiero bendecir a las mujeres porque Dios las creó; así como eres. El plan de Dios no solo es que seas mamá. Hay muchas mujeres que han bendecido y bendicen al mundo y no son mamás, no se han casado o no son fértiles, pero son una bendición en el mundo. Yo estoy rodeado, en la iglesia, de mujeres que me ayudan y me bendicen tanto. Proverbios 31 comienza diciendo: “Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?” No dice esposa virtuosa, tampoco mamá virtuosa. No necesitas tener hijos para ser una mujer virtuosa. Dios ama a la mujer porque ha querido pintar un paisaje bonito en el planeta Tierra con la presencia de ellas. No quiero ni imaginar cómo sería el mundo solo con hombres. ¡Qué aburrido sería eso! ¡Qué lindo es ver un hombre y una mujer luchar juntos, trabajar juntos y apoyarse el uno al otro! El mundo va a cambiar con las mujeres que tienen temor de Jehová. Esa mujer será alabada. No es lo que lograste aprender, ni lo que lograste decir o hacer, sino lo que el Espíritu Santo puede hacer a través de tu vida y a través del sexo que Dios te ha dado.
¡Mujer, Dios te ama muchísimo! Oro por esas mujeres que están padeciendo rechazo o que están padeciendo por causa de historias vividas y están cansadas de luchar. Oro por esas mujeres que han sido despreciadas por el solo hecho de ser mujeres, y no solamente por los hombres, porque hay madres que desechan a su hija por el solo hecho de haber nacido mujer.
Si hay alguna mujer que está en conflicto, si está angustiada porque no se ha sentido valorada por la vida, por papá o por mamá; por el esposo o por los hijos. Esas personas no han apreciado lo que tú eres. Quiero decirte que el único que tiene ojos perfectos para verte es Dios. Y Él te ama. Dios te ha creado y no te ha desechado. No digas que nadie te va a amar porque eres fea porque Dios no hace personas feas. Esa solo es tu percepción. No puedes vivir por cómo te miran o piensen de ti. El hombre que Dios ha creado para vos te va a amar profundamente, así como eres. Yo me enamoré del pelo de mi esposa. Hubo un tiempo que Marta no quería ponerse de novio conmigo. No quería saber nada conmigo. Y cuando ella era joven tenía un pelo largo y bien pesado. Y yo miraba ese pelo y decía, ¡ay Dios mío si yo pudiera tocarlo! Soñaba con el pelo de Marta. Empecé la facultad y en el primer año de arquitectura nos enseñaban a pintar y nos mandan a comprar pintura y pinceles. Voy a una tienda y les pido que me muestren pinceles. Por ahí agarro un pincel y tenía un pelo tan lindo como el de Marta. Yo me lo pasaba por la cara y decía: “¡Qué suavecito! ¡Qué lindo! ¿Cuánto cuesta?” ¡Era caro! Valía mucho porque era pelo de Marta. No te hagas ningún problema que Dios tiene ya la persona que te va a amar. Con que le gustes a aquel que Dios tiene para vos es suficiente.
CONCLUSIÓN
Sé que hay mujeres que sufren. Yo sé que hay mujeres que quieren colgar los guantes. Hay muchas mujeres que necesitan recibir aliento de parte de Dios porque están cansadas, agotadas; se sienten despreciadas y desvalorizadas. ¡Visita a esas mujeres Padre, consuela los corazones! Tú borras hoy esas historias vividas que no las dejan avanzar. Tú has venido a destruir la obra que el diablo ha planeado para que se sientan hastiadas de la vida y aun de ellas mismas. Algunas de ellas han pensado en morir, pero tú has venido para darles vida Jesús.
Haz una oración conmigo y dile a Dios: “Señor, gracias por amarme. Te pido que te lleves mi carga y mi aflicción. Tú eres mi Dios y mi sustentador. Tú me has creado. Tú has puesto virtudes tuyas en mí. Descanso en ti, Señor. Te doy gracias porque puedo dejar delante de ti toda mi carga, mi tristeza, mi opresión y mi fracaso. ¡Haz de mí una mujer nueva! Limpia mis pecados. Instálate en el trono de mi vida te lo pido en el nombre de Jesús. Declaro que soy hija tuya, creada por ti en cada detalle de mi cuerpo y de mi vida. Tú lo has diseñado todo tan perfecto. Gracias Padre te doy en el nombre de Jesús, amén”.
ANEXOS: