LA PRESENCIA DE DIOS CAMBIA LAS COSAS

Hoy quiero hablar de un tema de vital importancia: La llenura del Espíritu Santo en nuestras vidas. Más que mi esposa, más que mi casa, más que mi trabajo, más que servirle, quiero la presencia de Dios. Esta debe ser nuestra prioridad: ¡Buscar su presencia!

Si recorremos la Biblia nos daremos cuenta que hay un personaje invisible escondido desde el principio hasta el final y que forma parte de los hechos y sucesos de Dios; ese quizá sea hoy en día, el personaje más ignorado: El Espíritu Santo.

           EL ESPÍRITU SANTO ESTÁ PRESENTE EN TODAS LAS OBRAS DE DIOS

Dios se ha manifestado en tres etapas y de una manera distinta en cada una de ellas: En la primera etapa se manifestó a través de los profetas que hablaron cara a cara con Dios; Dios Padre hizo descender su palabra sobre los profetas y ellos la transmitieron al pueblo y quedó registrada en el Antiguo Testamento. En la segunda etapa Dios se manifestó a través de su hijo amado Jesucristo y cuando él terminó su ministerio aquí en la tierra, dijo: “No les dejaré huérfanos, sino que enviaré mi Espíritu sobre ustedes. A ustedes les conviene que yo me vaya porque enviaré otro consolador que estará con ustedes y sobre ustedes”. Luego de la ascensión de Jesús al cielo, comenzó la tercera etapa de la revelación de Dios a través del Espíritu Santo; uno de los problemas de hoy en día es la ignorancia del gran personaje de este tiempo que es El Espíritu Santo. Jesús dijo a sus discípulos: “No se vayan de Jerusalén porque en no muchos días seréis llenos del poder del Espíritu Santo. La promesa del Padre vendrá sobre ustedes y no estarán solos”. Y si estudiamos la Biblia veremos que ese personaje principal –El Espíritu Santo- está en todos los actos de Dios. Lo podemos ver desde el mismo momento de la creación en Génesis 1:2: “Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”.

Si bien hubo tres etapas en las que Dios se manifestó de distintas formas, en cada una de ellas el Espíritu Santo estuvo presente. Haremos un repaso rápido de diferentes situaciones en las que Él se manifestó en la Biblia. Éxodo 31:1-6: “Habló Jehová a Moisés, diciendo: ²Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; ³y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, ⁴para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, ⁵y en artificio de piedras para engastarlas, y en artificio de madera; para trabajar en toda clase de labor. ⁶Y he aquí que yo he puesto con él a Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan; y he puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para que hagan todo lo que te he mandado”. Observen cómo Dios no deja nada librado a la imaginación del hombre ni a su deseo o creatividad. Dios quiere poner en el ser humano su creatividad y aún para edificar un lugar donde se iba a invocar su nombre, Él revela cómo quiere que sea ese lugar: Las medidas, los materiales, el diseño y no sólo eso, sino que escoge las personas que llenará con su Espíritu en toda sabiduría, inteligencia, ciencia y arte para realizar la obra. ¡No se como andas con las artes, pero te recomiendo que le pidas al Espíritu Santo su presencia!

En otra oportunidad, cuando Samuel es guiado por Dios para ungir a Saúl, allí también está la presencia del Espíritu Santo trabajando; veamos lo que dice 1º Samuel 10:6: “Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre”. Si el Espíritu Santo viene sobre ti, no sólo tendrás capacidad en sabiduría, ciencia, inteligencia  y arte, sino que cambiará y mudará tu corazón, serás otra persona. Dice el versículo 9: “Aconteció luego, que al volver él la espalda para apartarse de Samuel, le mudó Dios su corazón; y todas estas señales acontecieron en aquel día. ¹⁰Y cuando llegaron allá al collado, he aquí la compañía de los profetas que venía a encontrarse con él; y el Espíritu de Dios vino sobre él con poder, y profetizó entre ellos”. En toda obra de Dios está la presencia del Espíritu Santo, sea para levantar un rey, para edificar un templo, o para cualquier otra cosa; por ejemplo, la fuerza que tenía Sansón provenía del Espíritu Santo; Sansón fue un hombre escogido por Dios y poseyó una fuerza increíble para derrotar a sus enemigos y así liberar a su pueblo de la opresión de sus invasores. Leamos Jueces 14:6: “Y el Espíritu de Jehová vino sobre Sansón, quien despedazó al león como quien despedaza un cabrito, sin tener nada en su mano; y no declaró ni a su padre ni a su madre lo que había hecho”. Si estás debilitado, clama al Espíritu Santo para que te dé fuerzas; Dios nos ha prometido fuerzas como las de búfalo, y dice también la Biblia que él da aliento al cansado y multiplica las fuerzas de quien no tiene ningunas. El Espíritu Santo es el artífice de Dios, está presente en todo. Cuando David pecó, lo primero que dijo fue: “No quites de mí tu santo espíritu”. Hay algo que los creyentes de este siglo no tienen y es la llenura y el poder del Espíritu Santo. ¡Jesús ha prometido llenar de su poder a la iglesia!

Veamos otro caso en 1º Samuel capítulo 16, versículo 13: “Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá”. Aquí está haciendo referencia a la unción de David como rey por parte de Samuel.

            EL ESPÍRITU SANTO TAMBIÉN QUIERE OBRAR A TRAVÉS DE TU VIDA

¿Cuánta presencia y cuánto poder quieres en tu vida? Hay personas que han clamado y han orado por la presencia de Jehová sobre sus vidas. Dios no llenará a nadie a menos que lo anhele. ¿Crees que Dios no sabe cuánta hambre tienes? ¡Dios está anhelando llenarte y derramar su espíritu sobre tu vida! Dice la Biblia que un ángel vino sobre la virgen María y le anunció que el Espíritu Santo vendría sobre ella y que el poder del Altísimo la cubriría; y unos versículos después dice: “Y se halló que había concebido del Espíritu Santo”. ¡El Espíritu Santo está en todas partes! Dice la palabra de Dios que a los que creyeron en Jesús, Dios les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios los cuales no son engendrados por voluntad de varón sino por voluntad del Espíritu Santo. El Espíritu Santo engendra creyentes, personas nuevas, es el “engendrador” de Dios. ¡El Espíritu Santo está en todos los hechos de Dios!

La Biblia nos cuenta que cuando Jesús fue bautizado en el Jordán, fue bautizado también en el Espíritu Santo quien descendió sobre él en forma de paloma y se escuchó una voz que decía: “Este es mi hijo amado en quien tengo complacencia”. Jesús vino a esta tierra despojado de todo poder para que todos pudiésemos ver lo que puede suceder con una vida llena del Espíritu Santo, porque hasta el día en que Jesús fue bautizado con el Espíritu Santo no era más que uno de nosotros…, pero desde ese momento comenzaron los milagros y los prodigios. ¿Qué hubiera sido de Jesús si el Espíritu Santo no lo hubiese revestido? Lo que Dios quería mostrar a través de Jesús, es lo que cada uno de nosotros puede llegar a ser si la unción del Espíritu Santo baja sobre nosotros. De hecho Dios quiere hacernos crecer hasta la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Eso es imposible para nosotros pero posible para el Espíritu Santo de Dios que está en nosotros. ¿Y tú que le pides a Dios? Un trabajo, una novia… ¿verdad que le pedimos a Dios cosas de segundo orden? Dice la Biblia que el Espíritu Santo que él ha hecho habitar en nosotros intercede por nosotros con gemidos indecibles, tú no sabes qué orar, pero el Espíritu Santo sí lo sabe y te ayuda. Creo que hemos descuidado lo más importante, que es la presencia del Espíritu Santo. ¡Ojalá puedas hoy abrir tu corazón! No vendrá fácilmente, tendrás que demostrarle a Dios que realmente le anhelas y le deseas, hay muchos que han pedido por un tiempo indeterminado, pero al fin vino Dios e hizo milagros y prodigios. ¡Dios quiere llenarte!

Dice la Biblia que Jesús vendría indefenso, como un niño cualquiera pero estaba previsto que iba a ser revestido del Espíritu Santo en Isaías 11-1-5: “Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. ²Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. ³Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni arg:uirá por lo que oigan sus oídos; ⁴sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío”. ¡Ese es Jesús revestido del poder del Espíritu Santo! Esto se profetizaba de Jesús, que no que vendría con toda la gloria y el poder, sino que sería ungido con toda la gloria y el poder y con sabiduría y con espíritu de consejo para vendar a los quebrantados de corazón. De este espíritu con el cual fue ungido, dijo a los suyos, “este espíritu les mandaré y él les guiará a toda verdad y les mostrará todo lo que ha de venir”. ¡Necesitamos pedir la llenura del Espíritu Santo! Dios no te manda a ser fuerte, sino que te manda a ser lleno del Espíritu Santo para que seas fuerte, para que seas inteligente y sabio. ¡Lo que estamos necesitando lo tiene el Espíritu Santo! ¡Lo necesitas hasta para abrir tu boca! Dios anhela darnos de su sabiduría, lo que Dios ha decidido poner en ti no es cualquier cosa, ¡es su Espíritu! ¡El no me ha puesto el espíritu de Moisés, ni el de David sino su propio Espíritu! Dice la Biblia que sólo el hombre conoce lo que hay dentro de él, pero nosotros no recibimos el espíritu del mundo sino el espíritu de Dios, de modo que podremos conocer a Dios aún más de lo que podemos conocer a un hombre. ¡Cuánto nos ha amado Dios que nos ha dado ese privilegio! Dios tiene una carta en la manga para solucionar tu problema pero no lo puede hacer porque estás enredado en alguna pequeñez y no te interesa ser lleno del Espíritu Santo. Jesús prometió: “Recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo”. Dice Eclesiastés 10:10: “Si se embotare el hierro, y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces más fuerza…” Si no estás lleno del Espíritu Santo, te vas a desgastar para resolver hasta los problemas más simples.

            CONCLUSIÓN

Hoy Dios quiere revestirte de poder y mudarte en otro hombre como hizo con Saúl y tantos otros siervos. Si hasta hoy has vivido una vida chata, sin sentido, es porque has vivido lejos del autor de la vida, lejos de Dios, ¡pero hoy es tu oportunidad! Haz esta oración ahora mismo:

“Padre amado, perdóname porque he querido hacer las cosas con mis propias fuerzas, pero hoy vuelvo mi rostro a ti y te pido que me limpies. ¡Limpia mi corazón y llénalo con tu Espíritu Santo! ¡Revísteme de tu poder! ¡Lo necesito! Manifiesta tu presencia sobre mi vida, sopla tu Espíritu. ¿A dónde iré sin tu Espíritu? En vano es que edifique mi casa si tú no la edificas, en vano es que me esmere si no tengo tu respaldo, me declaro débil e inútil sin tu poder y sin tu presencia, quiero que me bendigas, úngeme en esta hora, en el nombre de Jesús, amén”.

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