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INTRODUCCIÓN
El día 14 del mes de Abib Jesús fue crucificado a la hora novena; la hora novena era la última parte del día. El día 14 de Abib era un día de gran solemnidad, un día de descanso, y no necesariamente era Sabbat o sábado. En este año 2021 ha coincidido que el Sabbat de Pascua es el mismo que el Sabbat semanal. Todos los Sabbat o sábados son días de descanso según la ordenanza del Antiguo Testamento. Hay ciertas festividades ordenadas por Dios que también son Sabbat o días de descanso especiales como los son los sábados de la semana. Cuando Jesús murió no coincidió con el sábado semanal, sino que fue un día miércoles, día 14 de Abib del año 30, varios días antes del Sabbat; porque Jesús debía cumplir con las profecías, las cuales decían que Él iba a estar tres días y tres noches en la tumba. Así que, digamos que jueves, viernes y sábado Jesús estuvo muerto, y el domingo, o el primer día de la semana resucitó.
El 15 de Abib comienza la fiesta de los panes si levadura o pan ácimo y esta fiesta dura 7 días. Ácimo significa sin levadura. La fiesta de los panes sin levadura se desarrolla precisamente comiendo panes sin levadura. Para los hebreos, a la caída del sol comienza un nuevo día. Jesús fue crucificado el día 14, y a la noche era la Pascua, comenzaba el día 15. Según la celebración del año 2021 de Pascua, para nosotros, el día sábado 27 de marzo a la noche ya Jesús estaba sepultado, y era el primer día de su sepultura.
La celebración de la Pascua es una fiesta de primavera; cuando para nosotros es otoño, en Israel es primavera. Expongo todo esto para que podamos entender bien el contexto. Las horas del día, según el calendario hebreo, no se cuentan como las contamos nosotros, como horas solares; sino que se cuentan desde que sale el sol hasta que se pone. El sol puede salir a las 5 o 6 de la mañana; y es en cualquier hora que salga cuando comienza el día para ellos. Si están en verano una hora dura más que en invierno. Al mediodía ya es la tarde; desde la posición más alta del sol se consideraba que era la tarde. Y a partir de ahí comenzaba lo que le llaman la hora sexta y le sigue la hora novena. Tanto la hora primera, la tercera, la hora sexta y la novena comprendían tres horas cada una. El equivalente para nosotros sería: la hora primera, las 6 de la mañana, a la mitad de la mañana serían las 9; el punto más alto del sol sería las 12 del día, luego las 15, lo que comprende la sexta hora y las 18 lo que comprende la hora novena hasta la puesta del sol.
Dice la Biblia en Lucas 2:66: “Cuando era de día, se juntaron los ancianos del pueblo, los principales sacerdotes y los escribas, y le trajeron al concilio…” El día 14 de Abib, a la mañana temprano llevaron a Jesús al concilio. ¿Qué había pasado la noche anterior? Jesús había cenado con sus discípulos; y cuando hubieron cenado, se fue del lugar, cruzó el Cedrón y se dirigió al Monte de los Olivos, a un lugar llamado Getsemaní y allí oró. En ese tiempo les estuvo enseñando muchas cosas a sus discípulos. Fueron horas sumamente intensas. Hasta que fue arrestado.
La Pascua comenzaba al final del día 14, comienzo del día 15 al caer el sol. El día 14 era el día de la preparación; durante ese día se preparaban para celebrar la Pascua a la noche. Recordemos cuando el pueblo hebreo celebró la Pascua en Egipto, en esa misma noche pasó la muerte hiriendo a todo primogénito de Egipto, pero al ver la sangre en los postes y dinteles de las puertas de las casas de los hebreos la muerte pasó por encima y ninguno pereció.
¿QUÉ CELEBRÓ JESUS CON SUS DISCÍPULOS?
Siempre hemos creído que Jesús celebró la Pascua con sus discípulos, pero no fue así. En cuanto a la hora tercera del día 14, leemos en Marcos 15:25: “Era la hora tercera cuando le crucificaron”. Al amanecer habían llevado a Jesús al concilio, el cual estaba integrado por judíos; se le llamaba también sanedrín. Era un consejo de 70 ancianos comprendido por el sumo sacerdote, los sacerdotes, los principales escribas, los fariseos y saduceos que; quienes juzgaron a Jesús, lo acusaron y lo declararon culpable. Aunque ellos no podían condenarlo a muerte ya que el único que tenía la potestad de darle muerte a un reo era el imperio romano. Lo culparon porque cuando le preguntaron bajo juramento si Él era el Cristo, el Hijo de Dios, el señor respondió: “Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo” (Mateo 26:64). Jesús confesó que Él era el Mesías y lo condenaron porque no creían que era el Mesías. Entonces se lo llevaron a Pilato quien era gobernador de la zona de Israel, pero él no encontró nada de qué acusarlo y lo soltó, pero insistían que debía crucificarlo. En eso se entera que Jesús venía de Galilea y Pilato como todo buen político, se lavó las manos y lo mandó Herodes quien era rey en esa zona donde Jesús se había criado. Pero Herodes tampoco ve de qué acusarlo y lo envía nuevamente con Pilato. Y otra vez no encontró de qué acusarlo, pero los religiosos insistían que lo crucificara. El día de pascua o de la liberación de la esclavitud, se acostumbraba a soltar a un reo de muerte. Entonces, Pilato, para salvarlo a Jesús decide soltarlo, pero los demás pedían que soltara a Barrabás, sentenciando así a muerte a Jesús.
En cuanto a la hora sexta del día 14 de Abib, leemos en Marcos 15:33: “Cuando vino la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena”. Esto también lo encontramos en Mateo 27:45. El día de la muerte del Señor se oscureció la tierra. Jesús había dicho: “Ahora viene la hora de las tinieblas”, refiriéndose al poder de las tinieblas cuando Él sería entregado para ser crucificado. Acerca de la hora novena leemos en Marcos 15:34 al 37: “Y a la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? que traducido es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Y algunos de los que estaban allí decían, al oírlo: Mirad, llama a Elías. Y corrió uno, y empapando una esponja en vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber, diciendo: Dejad, veamos si viene Elías a bajarle. Mas Jesús, dando una gran voz, expiró”.
Jesús murió a la hora novena, antes de la puesta del sol. La ordenanza de Dios según leemos en el libro de Éxodo y Levítico, era que el día 14, en Pascua, había que sacrificar un cordero entre las dos tardes; y se le llama así al tiempo comprendido entre el mediodía que es cuando el sol se encuentra más alto y la puesta del sol, lo cual para nosotros serían entre las 12 y las 18 horas. En ese espacio de tiempo el cordero de la Pascua debía ser faenado y sacrificado, más o menos a las 15 horas. Durante el día, el 14 de Abib, Jesús fue llevado de un lado a otro; fue crucificado a la hora tercera y entonces transcurre un tiempo hasta que muere. La ordenanza que encontramos en el libro de Éxodo señala que, entre las dos tardes, aproximadamente a las 15 horas debía ser sacrificado. La Biblia señala que Jesús expiró a la hora novena, es decir, la hora en la que el cordero era sacrificado.
Esto confirma las profecías que se habían dado sobre Él de que debía morir, pero esto no fue en cualquier momento; debía morir en Pascua y a la hora en que el cordero era sacrificado. Cuando los hebreos sacrificaron el cordero, tomaron su sangre y cada familia pintó los postes y dinteles de sus puertas con esa sangre, la cual fue la señal en el tiempo en que el ángel de la muerte pasó por Egipto. Cristo fue crucificado y su sangre derramada es la que nos limpia de pecado y nos libra de la muerte. Cuando cayó la tarde y el sol se puso, comenzaba la celebración de la Pascua entre el final del día 14 y el comienzo del día 15; esto es de noche. Ya Cristo había muerto. Por lo tanto, lo que celebró Jesús con sus discípulos la noche anterior no fue Pascua, sino que fue la última cena del Señor con sus discípulos.
Algunos conceptos que afirman lo que estoy exponiendo: En el griego, hay un término que se usa para señalar que el pan es leudado y este es: αρτον (artos) o pan leudado. Y hay un término especial para el pan ázimo que es el pan sin levadura, que es αζυμων (ázimo). En el Nuevo Testamento se utilizan tanto el término pan leudado como pan sin levadura o ázimo. Este pan ázimo es el que se consume en Pascua, por orden de Dios, cuando les dijo que no comieran pan leudado. Jesús es el pan que descendió del cielo y Él les dijo a sus discípulos: “Ustedes no coman de la levadura de los fariseos”, es decir: “Ustedes no obedezcan doctrinas extrañas; obedezcan a la palabra de Dios”. La Biblia señala que Jesús es la palabra viva de Dios. Cuando Dios dio la ley o los diez mandamientos, ¡palabra de Dios!, nos dio a Cristo en la ley, porque Jesús es la palabra de Dios. Lo que la Biblia nos advierte es que no debemos añadir a la palabra de Dios ni quitarle. Cualquier otro agregado a la palabra de Dios es pecado, es levadura. La levadura es un fermento y esto provoca que el pan se eche a perder más rápido. Como el pueblo tenía que salir de Egipto e iban a estar huyendo del faraón por varios días, convenía que la masa no fuera leudada porque no había tiempo. Y durante muchos días comieron panes sin levadura.
Veamos esto del pan leudado. Leemos en Mateo 26:26: “Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo”. Este pan del cual habla este versículo se refiere al pan αρτον (artos) o pan leudado. Jesús compartió a sus discípulos pan leudado. Si hubiera sido que Jesús compartió la Pascua con ellos, entonces el Señor estaría infringiendo la ley. La Biblia señala en Éxodo 12:15 que cualquiera que comiere pan leudado desde el primer día hasta el séptimo, será cortado de Israel.
En 1ª Corintios 11:23 leemos: “Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan”. El apóstol Pablo, por revelación supo que la noche que el Señor fue entregado tomo pan leudado. Mateo, Marcos y el apóstol Pablo afirman que Jesús partió un pan común. Les estaba dando enseñanzas nuevas que tenían que ver con el nuevo pacto, que había sido profetizado en el Antiguo Testamento. Respecto al uso del pan ázimo, leemos en Mateo 26:17: “El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que preparemos para que comas la pascua?” Aquí aparece el primer tropiezo. Para mí, esto sucedió el día 13 y no el 14. Jesús no les contó que al día siguiente Él sería sacrificado; más bien les dijo: “Vayan y preparen la Pascua”. Dice la Biblia en Mateo 14:12: “El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, cuando sacrificaban el cordero de la pascua, sus discípulos le dijeron: ¿Dónde quieres que vayamos a preparar para que comas la pascua?” Aquí dice que esto ocurrió el primer día de los panes sin levadura, lo que viene a ser una contradicción porque es como que, si ya fuese el día 14, que exactamente es el día de la Pascua y hay que comer los panes sin levadura.
¿Qué es lo que había ordenado Dios? “Siete días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, será cortado de Israel” (Éxodo 12:15). Llegado el día 14 no podía haber nada con levadura en las casas porque se estaría infringiendo un mandamiento de Dios. Entonces, si Jesús cenó con sus discípulos la Pascua y los versículos expuestos anteriormente aparentan que ya era Pascua; hay una contradicción y Jesús violó la ley, pero Jesús vino a cumplir con la ley y no a infringirla. Ahora, Él era el Cordero de Dios y debía morir el día 14. No podía estar vivo comiendo con sus discípulos el día que tenía que estar muerto. Por lo tanto, si estaba vivo no era la Pascua que compartió con ellos. ¡Él era el Cordero de la Pascua!
Hay una contradicción aparente en lo que leemos en Marcos 14:12 y Mateo 14:22; en este último Jesús partió pan leudado. Entonces, o era el primer día de la fiesta de Pascua o era un día antes. Si lees el evangelio de Juan no tendrás lugar a dudas y entenderás mejor acerca de todo esto. Lucas señala que cuando Jesús se sentó a la mesa y con él los discípulos, les dijo: “¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca! Porque os digo que no la comeré más, hasta que se cumpla en el reino de Dios” (Lucas 22:15 y 16). Esto se puede tomar como que Él estaba compartiendo con ellos la Pascua, por lo que estaba deseoso de que llegara el día, pero también se puede entender que deseaba comer la Pascua que correspondía al día siguiente, el 14 de Abib, pero no sería así porque Él era el Cordero que debía ser sacrificado.
PEDRO NIEGA A JESUS
Los discípulos ya habían preparado la Pascua para el día 14. La Biblia nos muestra en Marcos 14 que luego de la cena, esa misma noche Jesús fue arrestado. El día 14 es el día de la Pascua. A ese día se lo conoce como día de la preparación, porque la Pascua se celebra a la caída del sol del día 14. La noche, entre la noche del día 13 y el día 14, Jesús, en Getsemaní se presenta delante del Padre; estaba en tal agonía que se le apareció un ángel para fortalecerlo en esa hora.
Los discípulos no entendían lo que estaba pasando y mientras Jesús oraba, sus discípulos dormían. El Señor se estaba quedando solo. Él ya había declarado que Pedro le iba a negar, Judas ya lo había traicionado, y en el arresto, todos huyen menos Pedro. Lo arrestan a Jesús y lo llevan al amanecer al concilio, al sumo sacerdote. Dice la Biblia que Pedro seguía a Jesús de lejos hasta el patio del sumo sacerdote, y ahí, algunas personas lo reconocieron y decían que él era uno de los que estuvo con Jesús, pero Pedro lo negó, una, dos veces; y la tercera vez comenzó a maldecir diciendo que no lo conocía. Le atribuimos a Pedro un gran valor porque todos los demás huyeron; mas él llegó siguiendo a Jesús hasta el patio del sumo sacerdote y allí recibió la presión más grande.
Atiende a lo siguiente; la persona más jugada, la más consagrada, la persona que es capaz de dar su vida por Cristo será la más presionada. Si Pedro no hubiera seguido a Jesús nadie lo hubiera presionado; por lo tanto, tuvo un problema Pedro y es que negó a Jesús. Con lo cual quedó demostrado que no podía confiar en sí mismo, en lo que sentía o pensaba. Y Jesús le había dicho anteriormente: “Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte…El le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte. Y él le dijo: Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces” (Lucas 22:31 al 34).
Los más consagrados serán los más presionados. Una mujer advirtió a su hermana que si no se vacunaba contra el Covid-19, no podía ver más a sus sobrinos. En estos tiempos estamos recibiendo mucha presión. Una mujer que trabaja en un hospital para ancianos me dijo que el personal tenía libertad para vacunarse o no, pero les insinuaron que se quedarían sin trabajo si no se vacunaban. Las presiones son parte de lo que los globalistas llaman “Testing Shock” o prueba de choque, lo cual prueba hasta dónde la persona es capaz de resistir una presión que va contra sus convicciones más profundas. Es verdad que existe el Covid-19, es verdad que muchos mueren; también es verdad que no sabemos exactamente de qué mueren. Es verdad que últimamente no hay muchos casos de gripe y hay solo Covid-19. ¡Qué casualidad! Las otras enfermedades no se manifestaron, sólo hay Covid-19. Descendió la tasa de determinadas morbilidades y ascendió la tasa de mortalidad por Covid-19. Es que hay que presionar y atemorizar. Algo similar vivió Pedro y fracasó. Él creía que no le iba a fallar a Dios. Yo no digo que estás desobedeciendo a Dios si no te vacunas. Tú tienes tu conciencia y debes saber hasta cuándo debes aceptar determinadas presiones. Resuelve con Dios lo que vas a hacer.
Llegada la mañana, Jesús es llevado al concilio y Pedro lo niega; luego llevan a Jesús ante Pilato. Todo eso sucede a partir de la noche del 13 y 14; y el día 14 de Abib Jesús es crucificado.
LAS ÚLTIMAS ENSEÑANZAS DE JESUS
Dije que un día para los hebreos transcurre desde la puesta del sol hasta la puesta del sol. La noche del día 13 Jesús cenó con sus discípulos y comió pan leudado; luego, esa misma noche salió a orar al Getsemaní y allí fue arrestado. Al llegar la mañana del día 14 fue llevado al concilio, luego ante Pilato, etc. Dice la biblia en Juan 18:28: “Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era de mañana, y ellos no entraron en el pretorio para no contaminarse, y así poder comer la pascua”. Los religiosos llevaron a Jesús al pretorio que era la residencia de Pilato. Allí Jesús iba a ser examinado por Pilato. Y los religiosos no quisieron entrar porque a la noche se celebraba la Pascua y no se querían contaminar entrando a ese lugar que ocupaban los romanos. Lucas afirma lo que venimos viendo al escribir: “Cuando era de día, se juntaron los ancianos del pueblo, los principales sacerdotes y los escribas, y le trajeron al concilio…” (Lucas 22:66) Más adelante señala: “Cuando era como la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena” (Lucas 23:44). A la hora sexta, o sea, después del mediodía hubo oscuridad en toda la tierra. Jesús había sido crucificado alrededor de las 10 u 11 de la mañana antes del mediodía.
Al caer la noche del 13 de Abib, Jesús cenó con sus discípulos y enseñó varias cosas como que Él es la vid verdadera. Hay enseñanzas en la Biblia de las que no tenemos mucha conciencia cuándo sucedieron. Esa noche el Señor les dijo: “No los voy a dejar solos”, y promete enviarles al Espíritu Santo. Desde el capítulo 12 del libro de Juan cuando Jesús es ungido en Betania, nos dice la Biblia: “Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos…El siguiente día, grandes multitudes que habían venido a la fiesta, al oír que Jesús venía a Jerusalén”. En el capítulo 13 leemos que Jesús lava los pies de sus discípulos, eso ocurrió la noche que cenó con ellos. En el mismo capítulo 13 leemos: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros” (Juan 13:34). Luego en el capítulo 14 Juan narra las palabras de Jesús, cuando dice: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros” (Juan 14:1 y 2). Jesús les enseñó a sus discípulos que Él es el único camino al Padre.
Faltaban minutos para ser arrestado y Jesús no estaba pensando en Él, sino que oró por sus discípulos y les enseñó muchas cosas. En el capítulo 15, encontramos que Jesús habla de la vid verdadera, y en ese mismo capítulo advierte que seremos aborrecidos como Él ha sido aborrecido. Yo te digo que, así como odian a Jesús también odian a su novia. Detestan a su novia que es su cuerpo y los verdaderos cristianos serán detestados por el mundo. En el capítulo 17 de Juan, Jesús oró por sus discípulos. Todo lo que leemos en estos capítulos aconteció la noche que cenó con sus discípulos. Recién en el capítulo 18 dice la Biblia en el versículo 1: “Habiendo dicho Jesús estas cosas, salió con sus discípulos al otro lado del torrente de Cedrón, donde había un huerto, en el cual entró con sus discípulos”. Allí fue cuando lo arrestaron. Ya era el día 14, la noche previa al día de la Pascua. Ese día sería juzgado, sería crucificado, y debía morir antes de la Pascua. Los religiosos se apresuraron a sacar a Jesús de la cruz porque no querían dejar un muerto colgado del madero ya que era el día de la preparación. El día 14 es el día que se prepara la Pascua; es el día en que se sacrifica el cordero. Pero a la caída del sol cenan en sus casas en familia.
El día de la Pascua como dije anteriormente fue el 14 de Abib, para nosotros hoy, el día 27 de marzo. El día 15 de Abib y por siete días se celebra la fiesta de los panes sin levadura; esto sería, a partir del día 28 y hasta el sábado 3 de abril. La Pascua es la primera fiesta de primavera, luego vienen los siete días de los panes sin levadura, que sería la segunda fiesta de primavera; y la tercera fiesta que es el día de la resurrección es la fiesta de las primicias. Según el calendario de Dios, el día de la resurrección de Jesús fue el día miércoles 31.
CONCLUSIÓN
Nosotros hemos comenzado a tomar en serio el calendario del Antiguo Testamento. Dios dijo: “Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año…Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia…Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes…Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis” (Éxodo 12.2, 3,6 y 14).
¿Por qué es tan importante? Porque ese cordero anunciaba la venida del Cordero que había de venir. El día 14 de Abib fue luna llena y Dios había anunciado que hasta los astros indicarían las celebraciones y festividades. Todo esto estaba profetizado y especificado en el Nuevo Testamento, agregando: “Para que se cumpliesen las escrituras”. Jesús murió en la cruz del calvario haciéndose cargo de nuestros pecados. Mientras, hay gente en la iglesia y en el mundo que quiere mejorarse a sí misma para poder presentarse delante de Dios. Nadie es buen cristiano por su propia cuenta, ni por su propia fuerza o voluntad. Y hoy adoramos a aquel que sin tomar en cuenta nuestras rebeliones y pecados, tuvo misericordia de nosotros y murió en la cruz del calvario para eliminar todo vestigio de pecado y toda nuestra maldad. ¡Jesús resucitó al tercer día!
Para declarar que la persona estaba muerta debían pasar tres días; porque la tradición sugería que el alma de una persona muerta andaba por ahí rondando y el muerto podía levantarse dentro de ese tiempo. Por eso Jesús estuvo en la tumba tres días y tres noches. Él podría haber resucitado al otro día de haber sido crucificado, pero quiso dejarnos constancia de su poder sobre el pecado y sobre la muerte. Jesús fue condenado a muerte en virtud de nuestros pecados, no por su pecado. Él debía morir por cuanto había sido declarado maldito por culpa de asumir nuestros pecados; pero aún así Jesús conservaba el poder de la victoria sobre el pecado. Él no venció sobre sus pecados. ¡Jesús venció sobre nuestros pecados! Y como venció sobre el poder de todos los pecados que nos dominan a nosotros; entonces venció también la muerte, porque el origen de la muerte es el pecado.
Que este sea un tiempo en que los pecadores tomen la decisión de venir a ti Jesús, no para mostrarte sus virtudes sino a presentar sus debilidades. Que los pecadores se acerquen a ti en este día a buscar el perdón de sus pecados. Nadie puede librarse del pecado si no lo libras tú Señor porque eres nuestro libertador. ¡Te amamos, te adoramos y te bendecimos Jesús, y te damos toda la gloria a ti Señor, amén!
ANEXOS: