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Estamos transitando un nuevo año con expectativas, porque creemos que será mejor que el anterior. Este año será un año bendecido y de grandes logros en el que alcanzaremos cosas que Dios imprimirá en nuestros corazones o que ya se han impreso. ¡Vamos hacia las metas de Dios!
Buscamos qué es lo que Dios nos promete y nos quiere mostrar para poder avanzar y conquistar todo aquello que Él ha soñado para cada uno de nosotros. Yo declaro que para la iglesia Misión Vida para las Naciones será un año de logros importantes; una de las metas que tenemos es construir un nuevo templo y le estamos preguntando a Dios dónde lo haremos.
Para transitar este año, necesitamos fe, y esto es muy importante, porque sin fe es imposible lograr lo que Dios quiere; sin fe es imposible agradar a Dios. Sin fe, uno pierde esperanza, se vuelve dubitativo o de doble ánimo. ¡Sin fe, uno se vuelve incrédulo! Por más que creas que hay Dios, tú tienes otras cosas en las que debes creer. Los demonios también creen en Dios, lo único que les falta es la fe de Dios y es que esa fe está reservada para los que le aman. ¡Esa fe es para nosotros y no para los demonios!
Los demonios son muy astutos, tienen poder, pero nosotros tenemos la fe de Dios que es más poderosa. ¡Nuestra fe ha sido diseñada para darnos victoria! ¡Ha sido diseñada para vencer demonios!
Leemos en Santiago 2:14: “14Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?” Este versículo nos señala que la fe se evidencia por las cosas que hacemos. Tus obras evidencian si tienes fe o no la tienes. ¿De qué sirve si dices que tienes fe pero no tienes obras para demostrar que realmente la tienes? ¿Podrá esa fe salvarte? La respuesta que nos da Santiago es que no te puede salvar. Así que hay que tener algo más que buenos deseos y buenas intenciones. ¡Hay que lograr esos buenos deseos por medio de la fe!
La fe produce obras, ésta hace que nosotros actuemos, por lo que, conforme a nuestra fe, actuamos. Si te enojas porque intentaste hacer algo y no lo lograste o te salió mal, no te la agarres con nadie, ¡por favor! ¡Enójate contigo mismo y dí: “Esto me lo merezco”! Son tus logros los que te animan, los que hablan bien de ti y de tu fe. Si no lo lograste es que tu fe era pobre o simplemente nula.
Santiago hace una comparación: “15Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?” (Santiago 2:15 y 16). Si un hermano está mal y necesita algo, ¿de qué sirven las palabras? Los de la fe no son sólo los que dicen sino los que hacen cosas, aunque, cuando uno tiene fe, debe hablar.
Cuando finalizó la cruzada Noches de Gloria con el pastor Cash Luna, al día siguiente le dije a la congregación que quería un lugar más grande para congregarnos. Luego me llamó un hermano empresario de otra iglesia y me dijo: “Yo escuché que quería un templo más grande. Yo tengo una estructura para venderles”. ¡Ahí vino la parte en la que yo debía actuar! Yo había hablado pero después debía ejercer la fe, entonces tenía que decidir si iba a comprar o no esa estructura. Yo me iba de viaje por varios países y en dos días tuve que tomar la decisión; me mostraron los planos, compré la estructura y la fui a ver, entonces me fui contento. ¡Si no se encara lo que se cree, entonces lo que uno tiene no es fe!
Este año, tú tendrás una fe que moverá tus manos. ¡Tus manos no se quedarán quietas esperando, tus manos van a actuar! ¡Tú no serás de esas personas que esperan que algo acontezca, serás alguien que provocará el acontecimiento! Nosotros no somos de los que miran el diario para saber lo que está pasando, somos de los que producimos las noticias. Continúa diciendo Santiago: “17Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma” (Santiago 2:17). En otras palabras, quien no hace lo que dice que cree, tiene una fe muerta, o sea, algo hediondo que no funciona. Pero hoy aprenderemos de la palabra de Dios.
Puede ser que uno tenga fe, pero hay una sola fe que es genuina y es la que viene de Cristo. Yo he estado en la India y he visto muchos dioses con forma de serpiente, de elefante, de vaca. ¡He visto cada dios! ¡La gente cree en muchas cosas! Inclusive, en Uruguay, muchos me dicen: “Lo importante es creer en algo”. ¡Yo no creo en una piedra ni en una cinta colorada! ¡Yo no creo en una ristra de ajo! ¡Yo no creeré nunca en Iemanjá ni en los dioses que inventan las religiones del mundo! ¡Yo voy a creer siempre en el Dios verdadero y en la palabra que me da el Dios de verdad! ¡Ese Dios que creó los cielos y la tierra y quien envió a Jesucristo al mundo para salvarlo! De ahí que la fe viva, o la verdadera fe está arraigada a la palabra de Dios; y Dios necesita gente en el mundo que tenga ésta fe, porque sólo quienes tienen esta fe, producen sus obras. ¡El verdadero creyente existe para producir y mostrar al mundo las obras de Dios! ¡Para eso tú estás en el mundo!
Dios tiene planes y nosotros los desarrollamos. Él nos ha puesto en el mundo como autoridad; somos representantes del reino de Dios, y nuestro poder y autoridad, están respaldados por la fe que Dios nos ha dado, porque por medio de la fe, nosotros vislumbramos aquellas cosas que Dios quiere producir. Y como hemos creído, como señala la Biblia, por cuanto creí, entonces hablé. ¡Por cuanto creí produje las obras de Dios!
¿Vas a transitar por este camino durante este año? Tú esperas que este año sea mejor que los anteriores y ciertamente Dios quiere que éste sea mejor que otros años. Quiere que te pares firme sobre la Roca que es su palabra, y la fe en su palabra produce los grandes hechos de Dios en la tierra.
Leamos nuevamente Santiago 2:16: “16y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?” ¡Las obras que tú haces dan fe de la fe que tienes! ¿De qué sirve que diga que voy a lograr algo si no lo logro? ¿Quién creerá en mí y quién querrá creer en el Dios que yo tengo? Yo he declarado que este año comenzamos y Dios mediante culminamos la edificación de un nuevo templo. Yo quiero decirte que si tú ofrendas el templo se construirá, y aunque no ofrendes, ese templo se hará igual. Y si ese templo no se construye podrás decir que soy un charlatán.
Un empresario cristiano ha introducido los cines 3 D en Uruguay, significa que si por ejemplo explota una bomba en la película, nosotros podemos ver con unos lentes especiales cómo vuelan las esquirlas, y también el sonido es especial. Este empresario me mostró cómo funciona todo. Yo le pregunté si se podían hacer películas cristianas y él me dijo que era su deseo que se emitan esa clase de películas, entonces yo oré: “Señor, quiero hacer películas 3 D”. Yo quiero empezar haciendo avisos o algún mensaje en 3 D para pasar en esas salas de cine. Algo se me movió adentro y dije: “Dios, yo voy a hacer estas cosas”. ¡Y hoy lo declaro!
Si tú crees, habla. Si sucede, sabremos que tenías fe. ¡Hoy te digo que vamos a hacer cine en 3 D! Al otro día de haber hablado con el empresario que introdujo el cine 3 D, me encontré con otro empresario cristiano quien me contó que su hijo abandonó una carrera universitaria para estudiar cine y para ello viajó a Nueva York; cuando volvió, regresó sabiendo todo lo referente al cine. El hombre con preocupación me comentó que su hijo estaba muy desorientado y él no sabía qué hacer al respecto. Yo le mandé a decir al joven que estaba interesado en hacer cine en 3 D.
Las películas que más se prestan para los efectos de 3 D son las de terror pero el dueño del cine me dijo que él no iba a pasar en sus pantallas películas de terror porque su socio es Dios y Él no iba a permitirlo, aunque eso le cuesta mucho dinero a este hombre porque a él le venden un paquete de películas y al sacar esas que no quiere trasmitir pierde plata. ¡Él que no quiere pasar películas de terror y yo que quiero que se emitan películas cristianas! Todo esto que te he mencionado tiene que ver con la fe.
¿Has confesado lo que vas a lograr este año? ¿Hay algo que sabes que es de Dios y estás creyendo que lo vas a lograr en este año? Porque tu vida será conforme a tus logros y éstos serán conforme a tu fe. Si tú no tienes fe, careces de visión y si te falta visión no conquistas los logros.
¡Tú tienes que depositar tu fe y tu esperanza en la palabra de Dios! ¡No lograrás nada importante si no tienes una visión importante! Y si no tienes una fe importante que te haga confesar que eso que estás soñando es de Dios, nada sucederá.
El apóstol Santiago continúa diciendo en su epístola: “18Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras”. (Santiago 2:18). Lo que yo te puedo mostrar es el resultado de mi fe. Si muestras cosas pobres, ellas son el resultado de una fe pobre o de una fe muerta. Tú puedes mostrar logros pero logros que un hombre con fuerza humana puede lograr. Y estoy seguro que el hombre puede lograr miles de cosas importantes, mejores y más grandes que los chimpancés, pero yo no me refiero a obras que se logran con fuerza humana sino con fuerza divina, con poder de Dios.
¿Transitarás el año alegrando a Dios, o vas a fracasar? Seguimos leyendo en Santiago 2:19 al 20: “19Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. 20¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?” ¿Cómo demostró Abraham que tenía fe en Dios? Cuando oyó la voz de Dios y supo que el Señor le mandaba a sacrificar a su hijo, Abraham fue al lugar establecido y colocó a su hijo en el altar, entonces fue justificado, como dice la Biblia, por su fe, y el justo por la fe vivirá. ¡Los logros que tenemos por delante deben ser el resultado de la fe y no de la duda! Son demasiado los cristianos que declaran: “Lo hago por las dudas”. ¡Por favor nunca más repitas eso! Mejor di: “Lo haré por la fe”.
El diablo metió en nuestro vocabulario, cosas que Dios detesta. ¡El que duda no recibirá cosa alguna de parte de Dios, y el que duda no obra conforme a la fe! Si lo haces por las dudas entonces eso que estás haciendo no es de Dios. Dios quiere renovarte interiormente. ¡Éste será un año de renovación interior! ¡Será un año de logros! La fe de Abraham actuó juntamente con sus obras; así lo señala Santiago 2:22: “22¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?” ¡Cuando lo lograste, tu fe fue perfeccionada! Después de un logro de fe, tú quedas preparado para otro logro de fe. Como dice la Biblia, por fe y para fe. ¡No importa cuanto tengas que luchar! ¡Si tienes una visión de Dios, qué importa lo que digan de ti!
Todos los días recibo mensajes por Facebook de gente que me dice cómo debía haber hecho tal cosa o cómo no la debería haber hecho. Yo les respondo a esas personas: “Me gustaría saber qué haces tu”. Así le dije a una mujer que me criticó lo que estamos haciendo mal. Y le pregunté: “¿Te estás congregando? ¿Qué obra estás haciendo?” Y ella me responde: “Estoy apartada”. “¡No digas que te apartaste por culpa de los demás!” agregué, porque cuando uno se aparta lo hace solo por culpa de uno mismo.
Todos los días hay personas que me critican por lo que hice mal y me dicen qué es lo que debía haber hecho. Y yo me pregunto: ¿Qué estará haciendo esa persona que habla mejor que yo? ¿Qué es lo que ha logrado? Porque al final de cuentas, lo que dices no tiene ninguna importancia si no se corresponde con lo que haces. ¿Tú eres de los que hablan pero no hace? ¿Tú hablas criticando lo que otros debieran haber hecho o que si hubieran hecho como tú dices entonces todo hubiera salido bien? No estamos para escuchar a esa clase de gente, sino para los que quieren hacer la voluntad de Dios, esos que confiesan que van a lograr lo que se proponen y nosotros somos testigos de ello. ¡No hay un territorio neutro! Tus obras son las obras de Dios o las del mundo, las obras de la carne y de los demonios. ¡No tienes escapatoria! ¡Tus obras tienen que ser las obras de Dios! Todos deben ver la luz, la gloria y el poder que hay en ti.
¡Dios quiere hoy renovarte y bendecirte! ¡Él quiere derramar su Espíritu Santo sobre ti para que lo que hables y hagas venga de Dios! ¡Y si el Espíritu Santo te inspira y te da poder; si el Espíritu Santo te da su ayuda, serás una persona que logrará cosas que nunca antes has imaginado! ¡Este es un año de logros! No tienes escapatoria, tendrás que presentarte delante de Dios y de la sociedad con la nada en tus manos o te presentarás feliz mostrando tus obras. Tú tomas decisiones todos los días y haces muchas cosas cada día; si lo haces con fe está bien hecho y si lo haces sin fe está mal hecho. ¡Todos los días tú le muestras a Dios y al mundo los resultados de tu fe!
Romanos 14:23 afirma: “23Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado”. El apóstol Pablo hablaba acerca de cierta discusión que se desató en cuanto a lo que se debía comer o no. En aquel entonces había muchas celebraciones idólatras en las que los sacrificios consistían en presentarle comida a los dioses, como lo que hacen hoy en día en algunas religiones al presentarle a los dioses en las encrucijadas, gallinas, maíz, etc. Entonces la gente discutía si se podía comer carne que había sido sacrificada a los ídolos. Cuando alguien se iba a algún país fuera de Israel, era muy difícil encontrar carne que no haya sido sacrificada a los ídolos y el apóstol Pablo decía: “Compra y come todo lo que haya en la carnicería, no te hagas drama por esto”. Pero se armó lío por causa de algunos hermanos que eran débiles en la fe, entonces Pablo dijo: “Si lo que tú comes es ocasión de contristar a tu hermano, no comas por causa de él. O sea, ten misericordia del más débil en la fe, pero si tú tienes fe, ¡come tranquilo porque los demonios no son nada!”
Habían muchas discusiones como pasa hoy en día, por ejemplo para Semana Santa, que si se come pescado o carne, entonces, invitan a comer a un cristiano débil justo en esa fecha y hacen asado, y él mira la carne pensando: “¿La como o no la como?” El apóstol Pablo diría: “Si tienes fe no te pierdas ese asado. ¡Cómetelo!” Ahora, si estás con gente que se va a escandalizar, entonces mejor toma una sopita. Pero, dice la Biblia, no te condenes haciendo lo que haces, si vas a comer, hazlo sin dudar. Si estás dudando si lo comes o no y después te lo mandas, has pecado porque te lo comiste dudando. Ahora, el apóstol Pablo dice: “Si tienes fe, dale gracias a Dios y cómetelo”. ¡Si lo hiciste con fe, no dudando, entonces no has pecado!
Hay quienes dudan y se condenan a sí mismos porque dudan. La cosa es, hazlo pero hazlo con fe porque todo lo que no proviene de fe es pecado. ¡Asegúrate que tienes fe y que es de Dios! Si la cosa no sale es porque no tenías fe, sino que dudaste. Si no sale la cosa es porque Dios no te la reveló, pero tú tienes que encontrar eso que Dios quiere que hagas y que lo hagas con fe. Porque cualquier cosa que lleves a cabo sin fe es pecado.
Desde que existe la democracia se nos ha enseñado que los cristianos no tenemos que incursionar en política; desde la separación de la iglesia y el estado, nos quieren hacer creer que nosotros somos ciudadanos de segunda y que por ser religiosos y por nuestro pensamiento no tenemos derecho a actuar en política y señalan que ésta es del diablo. Nosotros estamos remontando contra la corriente que viene desde la creación de la democracia y declaramos que conocemos la verdad y queremos implantarla en las leyes. Si Dios y su palabra no tienen nada que ver con las leyes, entonces las leyes que están surgiendo son basura. Los estatutos que se están aprobando y los que se pretenden aprobar son basura porque nos mintieron al decir que nosotros no teníamos que participar en ello. Nosotros debemos tener mucha fe porque se nos han puesto en contra pastores e iglesias, pero aún así, estamos incursionando en política. ¡Necesitamos fe y necesitamos arremeter contra el pensamiento y las normas establecidas!
Yo luché mucho contra la ley del aborto en la calle, mientras los diputados y senadores hacían lo que querían pero entendí que Dios nos quería adentro, en el parlamento. Las leyes son inicuas, lo cual significa, poner por ley algo que está en contra de Dios, legalizar el mal. ¿Pero cómo no lo van a hacer si nosotros no estamos allí? Si discutimos que tenemos que dejar librado a la conciencia de los cristianos, que no debemos tocar el tema ni advertirles en nada.
Casi todas las leyes son aprobadas por un voto, leyes inicuas, donde a lo bueno se le dice malo y a lo malo se le dice bueno.
¿Qué harás tú con tu vida? Tendrás que decidirte a hacer lo que no te animas, ir en contra de la corriente de este mundo. Yo soy de los que cree que tendremos algunos diputados cristianos en el gobierno. ¡Soy de los que cree que derogaremos leyes inicuas! ¡Este será un año de logros!
Algunos dicen: “¡Cómo un pastor va a incursionar en política abandonando a las ovejas, dejando el rebaño!” Hay que tener fe para decirles: “¡Tu abuela!” ¡No vamos a abandonar el rebaño y vamos a estar ahí! ¡El infierno está rugiendo por causa de lo que estamos haciendo! ¡Qué rugan! ¡Mi Dios está conmigo como poderoso gigante!
“No debemos entrar en el territorio del enemigo” señalan algunos. ¿Qué territorio tiene el enemigo? ¡Él no es dueño de nada! El único territorio que le corresponde es el lago de fuego y azufre, ahí si no pienso ir. Mi visión es entrar en el territorio del enemigo, despojarlo y echarlo de ese lugar que él cree que es suyo porque Cristo es Señor de señores y Rey de reyes. ¡Todo es de Cristo! ¡Al diablo no le pertenecen las naciones! ¡El mundo le pertenece a Cristo!
¿Piensas lograr cosas este año o no? Que el Espíritu de fe del Señor se apodere de ti. Fe para conquistar tu familia. Las cosas que vemos hoy son muy complicadas pero las que no se ven, esas cosas que creemos son verdaderas.
Si reconoces que eres una persona incrédula, si dudas y tienes doble ánimo, si reconoces que por causa de ello no tienes logros que mostrar y anhelas y necesitas ser libre del doble ánimo, es momento que te vuelvas a tu creador y le pidas perdón por tu incredulidad. ¡Oro que en este día la fe de Dios te inunde y seas libre, en el nombre de Jesús!
ANEXOS: