DIOS TEJE LA HISTORIA DE TU VIDA - Misión Vida para las Naciones

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MENSAJES DEL CIELO

DIOS TEJE LA HISTORIA DE TU VIDA

En la vida hay circunstancias duras, difíciles, pero son éstas las que atraviesan los más fuertes y en las que se quedan los más débiles. Hay una historia en la Biblia, de un muchacho que fue vendido por sus propios hermanos para ser esclavo; esta es la historia de José, no obstante, José llegó a ser un gran político.  Me ha impactado la vida de este hombre, y la manera en que Dios lo guió, a través de circunstancias generadas por injusticias y que provenían de sus propios parientes, de sus hermanos. Es una historia extraordinaria, pero es Dios quien teje la historia de la humanidad, y es quien teje la historia de tu vida también.¡En el mundo no sucederá otra cosa más que lo que Dios se ha propuesto!

TE BENDECIRÉ Y SERÁS BENDICIÓN

José fue hijo de Jacob, y éste fue nieto de Abraham, descendiente de aquel a quien Dios le había dicho: “Te bendeciré y serás bendición”. Jacob tuvo 11 hijos, y esos once eran hijos de la promesa de Abraham, pero había un problema familiar. Jacob tenía un hijo mimado, consentido más que el resto y esto generó mucha envidia, muchos celos y bronca entre los hermanos de José y él. Alpunto de que ya no podían hablar con José sin enojarse, le tenían fastidio. Él era, además, el alcahuete del padre, le contaba las cosas que sus hermanos hacían. Yo se lo que es eso porque tengo muchos primos de los cuales soy el menor, ¡y yo era el alcahuete!

En una oportunidad, ellos estaban haciendo fuego debajo de una mesa de madera, cuando yo vi eso me asusté y salí corriendo a contarle a mi papá y a mis tíos, y ellos salieron con baldes de agua para apagar el incendio. Mis primos no querían saber nada conmigo, ellos no querían hacer nada delante de mí, porque yo era el bocón, así que yo se lo qué sentía José. Para colmo el padre le había regalado una túnica de colores, que en aquel tiempo era algo especial, porque no había colores, la ropa era del color de la lana de la oveja, así que si la oveja era negra entonces la ropa era de color negro, y si era blanca entonces la prenda era blanca, las telas de colores eran importadas. ¡Todos los hermanos de José tenían prendas de color natural y él una de colores, y el padre estaba gozoso con José! ¡Los hermanos lo querían matar!

Un día José tuvo un sueño, el cual trajo más bronca a la familia; él soñó que habían 11 manojos de espigas que se postraban delante de su manojo, entonces sus hermanos le dijeron: “¿Quién se cree este, qué va a reinar sobre nosotros?” Luego tuvo otro sueño: Soñó que la luna, el sol y once estrellas se postraban delante de él. Así que los hermanos decían: “¡Ahí viene el soñador de sueños!” Pasado un tiempo, cuando estaban en el campo, vieron que venía José y se dijeron: “Esta es nuestra oportunidad para matarlo”. ¡Así que decidieron matarlo! Le quitaron la túnica, y lo tiraron a un pozo esperando que se pudra ahí dentro. Pensaron en matar una oveja y con la sangre manchar la túnica de José, luego se la llevarían al padre argumentando que lo agarró una bestia. Pero cuando José estaba en el pozo, los hermanos vieron una caravana, y uno dijo: “¿Qué tal si lo vendemos? ¡Es más negocio venderlo que dejarlo morir!” Así que lo vendieron como esclavo; vendieron a un descendiente de Abraham, sobre quien había una promesa: “Te bendeciré y serás bendición”.

¿Le podrán quitar la promesa a un hijo de Dios? ¡A un hijo de Dios no se le puede quitar la promesa que Él le ha dado! Los beduinos compraron a José, se lo llevaron de esclavo a Egipto, ahí lo remataron y lo terminó comprando un capitán, pero, siendo esclavo enla casa deéste, José era una bendición; dicela Bibliaque le empezó a ir bien al capitán y éste estaba  contentísimo con José. Cuando sucedió algo que lo inculpaba y viendo que ya no era un bendición, lo metieron en la cárcel. ¡Las injusticias que estaba viviendo José!La Bibliadice que él era un hombre temeroso de Dios, dice también que Jehová estaba con él y era un hombre próspero. Así que le cayó en gracia al jefe de la cárcel y éste le dio que administrara ese lugar y cuide a los presos. Al final el mismo Faraón se da cuenta que José era una persona que valía la pena, porque en una oportunidad tiene un sueño y José se lo interpreta. El sueño que desentraña fue que vendrían 7 años de vacas gordas y 7 años de vacas flacas y le pareció bien al Faraón el consejo que le dio José, por lo que decide que no hay una persona más adecuada en todo Egipto para hacerse cargo de esos 14 años de bendición y maldición, que el mismo José. Así que José tiene que hacerse cargo y manejar la situación, y aquel que llegó a Egipto como esclavo termina siendo gobernador de ese lugar.

¡El plan de Dios no se puede detener! Las circunstancias no pueden frenar el propósito que Dios tiene sobre una persona, es todo lo contrario: Dios, a través de las personas gesta el corazón y las condiciones que un hombre y una mujer necesita para poder cumplir con su propósito. Dios forma a las personas en medio de las crisis, en medio de las circunstancias; Dios forma a las personas en medio de las injusticias.

En alguna medida todos hemos sufrido de injusticias, y habrás dicho: “¡Esto no me lo merezco!” Tienes razón, no mereces eso, ¡lo que mereces es el infierno! El problema es que Dios te ama demasiado y tiene tanta misericordia de ti, de modo que quiere rescatarte y usarte de alguna manera para sus planes y propósitos. ¡Dios te ama y está dispuesto a caminar contigo y quiere desarrollar una historia que te involucre! ¡Si pudieras ver la mano de Dios en tus dificultades! Lo bueno es que José no se quedó enredado en las injusticias, no se envenenó con lo que le pasó, lo hermoso de José es que él creía que Dios estaba en control de sus circunstancias, él no creía que sus hermanos fueron quienes generaron su problema.

¡Dios algo tiene conmigo! No creeré que esta circunstancia me la ha provocado el diablo ni el hombre, sino que la ha provocado Dios, y Él me enderezará, me cambiará; ¡Dios cumplirá su propósito en mí!

José fue un hombre que supo manejar la injusticia, nosotros tendemos a hacer justicia por mano propia, nos enojamos, nos amargamos, tenemos tendencia a llenarnos de ira o de venganza y en el mejor de los casos decimos: “¡Pobre de mí!” Si tú vas al cumplimiento del propósito de Dios, tienes que cuidar tu relación con Él, tienes que portarte bien y debes saber que no eres el juez de las circunstancias. ¡Dios es el juez! Tienes que entregarle a Él tu angustia, tu pesar, tu bronca y todo mal sentimiento y caminar con Dios porque el es el juez y no tú. Dios te ha puesto como José para ser bendición, quiere que lo seas, Él se encargará de toda injusticia.

En Egipto se vino una hambruna, pero José gobernaba esa nación y administraba bien las cosas; Dios le había revelado lo que sucedería en el orden natural. ¿Te das cuenta que Dios interviene en el orden natural? José supo lo que tenía que hacer y cuando todos alrededor padecían hambre, en Egipto había comida para vender. ¡De todas las naciones iban a Egipto a comprar provisiones porque se sabía que allí había alimento! Se estaba cumpliendo en Egipto lo que Dios le había dicho a Abraham: “Te bendeciré, engrandeceré tu nombre y serás bendición…y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Génesis 12:2 y 3). Un creyente es bendición donde quiera que esté, si está en la cárcel, allí es una bendición; si es esclavo, en el lugar donde esté, allí hay bendición. Y si es gobernador de Egipto, en ese lugar hay bendición. No hay vuelta, si eres una bendición, entonces bendecirás todo lo que te rodea. Que no te toque el dolor de la injusticia, que no te destruya, sácate de adentro toda amargura y entrégale a Dios toda injusticia.

De Canaán vinieron a Egipto los 11 hermanos de José a buscar comida. ¡Ellos no se imaginaban lo que Dios había hecho 44 años después! ¿Te han hecho algún mal en tu familia? Pensarás: “Justo ahora que quería hacer las cosas bien y me había propuesto ser fiel, mira lo que me pasa”. He escuchado personas que han hecho en su vida todo mal y me dicen: “Viste, ahora que quería ser bueno”. Todavía ni siquiera había hecho algo bueno, y dice: “¡Dios es injusto! ¡Ahora que quiero ser bueno!” He conocido ladrones que han dicho: “Este es la última estafa que hago, después de esto voy a ser bueno”. ¡Justo cuando quiere ser bueno lo agarra la policía!

DE ESCLAVO A GOBERNADOR

Los hermanos de José llegan a Egipto y se encuentran con un señor sentado en un trono magnífico, bien vestido. José los mira y piensa: “¡A estos los conozco de algún lado!” ¡Los hermanos de José no se dan cuenta que estaban frente al hermano que habían vendido! Le vienen a pedir comida a José, estaban necesitando ayuda y el que les daría una mano es el que ellos habían vendido como esclavo. ¡Ellos ni pensaban que el esclavo era gobernador! Compraron la comida y se volvieron a Canaán, pero José les introdujo una copa de plata en medio de sus cosas para acusarlos; cuando se fueron de regreso, los mandó perseguir y encontraron la copa de José en medio de sus pertenencias. ¡Los hermanos no sabían qué hacer! Fueron llevados de nuevo a Egipto y allí fueron indagados acerca de quiénes eran ellos y dónde estaba su padre. Es que José quería oír algo referente a su papá, porque como vimos, José era el consentido de su padre, ¡y éste creía que su hijo estaba muerto!

José decide que no podían irse de Egipto, pero los hermanos le piden misericordia, porque se les moría el padre, entonces toma la decisión de dejar al más chico de los hermanos y ordena que los mayores vayan a buscar a su padre. Así que salieron humillados de Egipto para buscar a Jacob. Entonces llega el momento en que José se da a conocer, y el padre, quien creía que su hijo estaba muerto, lo encuentra vivo, bendecido y bendiciendo a la familia. ¡Qué historia! Continua la historia, y se muere Jacob, cuando pasa esto los hermanos de Josése agarran la cabeza y piensan: “Ahora si, este nos va a matar por todos los males que le hemos hecho. Estaba esperando que nuestro padre muera para no verlo triste pero ahora que murió se va a vengar de nosotros”. Leamos Génesis 50:15: “Viendo los hermanos de José que su padre era muerto, dijeron: Quizá nos aborrecerá José, y nos dará el pago de todo el mal que le hicimos”. El que hace al mal, teme.

Habían pasado 44 años desde que José fue vendido por sus hermanos como esclavo; en algún momento en esos 44 años, José le había entregado todo al Señor. Si no le entregaba su amargura, su angustia, si no olvidaba la injusticia, él no podría ser bendecido y bendecir, ni podría caminar con Dios. Nadie que lleva en su interior amargura, resentimiento, dolor, nadie que se retuerce por la injusticia, puede caminar en paz con Dios. En algún momento, José entregó la injusticia, se la dejó a Dios y le dijo: “Dios, quiero caminar contigo. ¡Quiero que me bendigas! No voy a juzgar a mis hermanos, te entrego ese problema a ti”. Lo que José quería era tener una buena relación con Dios. Tenía temor de Dios y quería obedecerlo. Cuando él era el administrador del capitán, la esposa de éste quiso acostarse con él, pero le dijo a la mujer: “El capitán ha entregado todo en mis manos, los siervos y siervas, la casa, la administración, el dinero, me dio todo pero menos su esposa”. Dijo más: “Yo no voy a pecar contra Jehová”. ¡José tuvo temor de Dios!

Te voy a decir algo y espero te quede grabado para siempre: El temor se enseñorea de las personas y opera como un dios que exige obediencia. Cuando una persona le teme a algo, obedece a ese algo. Si vas por la calle y te encañonan, te exigen que le entregues todo lo que tienes, ¿qué haces? Les das todo, ¿Y por qué, si es tuyo? ¡Porque tienes miedo! La mamá que no sabe cómo enseñarle al hijo para que obedezca le dice: “Si no me obedeces, te come el cuco”. Entonces el niño, si se atemoriza por el cuco, le hace caso a la madre, pero no porque tiene miedo de la madre. Ésta, impotente, no sabe cómo hacerle obedecer al chico, y el niño obedece al cuco. O le dice al hijo: “Le voy a contar a tu padre cuando llegue”; si el nene se asusta con el padre, obedece pero si no se asusta entonces no obedece. Algunas madres lo usan al pastor Márquez decuco y le dicen al hijo: “Pórtate bien porque ahí viene el pastor”; pero el nene obedece porque le tiene miedo al pastor Márquez. El temor exige obediencia, por eso dice la Biblia: “Sea él (Jehová) vuestro temor, y él sea vuestro miedo” (Isaías 8:13). Significa que si Jehová es tu temor, le obedecerás a Él, y si le temes a otra cosa, entonces obedecerás esa otra cosa, pero no obedecerás al Señor. Tú que no haces nada para Dios, es porque no tienes temor de Él. Te dicen: “Mira que Dios te está esperando”, pero tú argumentas: “No, yo no se si Dios me está hablando a mi”.

A lo único que le tenía miedo José era a Dios, por eso no se acostó con la mujer del capitán. Como le pasó a Daniel en Babilonia; habían promulgado un edicto el cual señalaba que no se podía hacer ninguna petición a ningún dios, pero Daniel tenía temor a Jehová, así que con la puerta abierta oraba tres veces al día y aunque sabía que lo tirarían al foso de los leones, a él no le importaba. A los amigos de Daniel los obligaron a adorar la estatua de Nabucodonosor, pero ellos dijeron: “Nosotros no la adoraremos porque tenemos Dios y Él nos puede librar, y si no nos librara, no importa, de todas maneras nosotros no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado”. ¡Tenían temor de Jehová!

Tú que no sabes qué hacer para dejar la droga, el cigarro, el adulterio, etc. y dices: “¿Cómo hago para dejar esto?” ¡Si tuvieras temor de Dios dejarías todo! Cuando el ladrón está robando y escucha la alarma, no se queda ahí parado, sale corriendo aún sin llevarse nada, porque tiene miedo caer preso. José estaba delante de la mujer del capitán, y ésta le sacó la ropa, pero él tenía temor de Jehová y pensaba: ¡¿Cómo voy a pecar contra Dios?! Y huyó desnudo. Entonces, Dios se convirtió en escudo, en su fuerza, guiándole paso a paso.

Los once hermanos de Joséle mandaron decir: “Tu padre, cuando estaba vivo mandó a decirte por favor que perdonaras la maldad de los siervos del Dios de tu padre”. Los hermanos le tenían miedo a José. Dice la Bibliaque mientras les decían estas cosas a José, él lloró. Llegaron éstos y se postraron delante de José, así como lo había soñado él. ¡Unos cincuenta años antes, Dios le había dado un sueño a José, que se iban a postrar delante de él! Y ahí estaban todos sus hermanos postrados delante de José diciéndole: “Henos aquí, somos tus esclavos” (Génesis 50:18). ¡Qué interesante! Los hermanos vendieron a José para que fuese esclavo, pero ahora los tenía allí frente a él, ofreciéndose como esclavos. En Génesis 50:19 José les responde: “No temáis, pues ¿acaso estoy yo en el lugar de Dios?” “¿Soy Dios para que tengan temor de mi? ¿Por qué no tienen un pocode temor de Jehová? No les voy a hacer nada, los amo, son mis hermanos, les voy a dar de comer a ustedes y a sus hijos, conmigo van a estar bien. ¡Yo soy una bendición, yo he nacido para bendecir!” ¡Qué historia tremenda! ¡Bendito sea Jesús! ¡Teman a Dios no a mi, Él me ha dicho: “¡Te bendeciré y serás bendición!” ¡No estoy yo para juzgar sino para bendecir, si algo hay que juzgar, lo hará Dios!

De los 11 hermanos deJosé yde los hijos de él, Efraín y Manases, salieron las doce tribus de Israel, las tribus que se convertirían en un pueblo y luego en una nación que subsiste hasta hoy. ¿Por qué? Porque Dios le había dicho a Abraham: “Te bendeciré y serás bendición”. Tampoco Dios se volvió en contra de ellos para destruirlos por haber sido injustos con José, sino que por amor a Abraham y por las promesas que le había hecho, les guardóla vida y losbendijo. ¿Puedes entender lo que Dios quiere de ti?

Hablé con un hermano que me pidió perdón porque él había hecho lo que quería, pero no me hizo caso a mí. “Yo te perdono”, le dije, “y te bendigo, pero debes cambiar porque así de esa manera no llegarás a ningún lado”. Si necesitas perdón, Dios te perdona pero tienes que pedírselo de corazón. ¡El perdón hace milagros! ¿Podrás perdonar de corazón a los que han sido injustos contigo o todavía no puedes dormir? Pasaron 44 años y todavía andaban perseguidos los 11hermanos de Josépor lo que habían hecho. ¿Quién dijo queel tiempocura las heridas? Estos todavía andaban huyendo pensando que el hermano los iba a matar, pero José, hacía 44 años que andaba en paz, porque le había entregado a Dios el asunto.

¿Podrás aprender de esta historia? Yo he aprendido que bendecir y perdonar tiene un poder increíble y tengo pruebas de ello. Te lo voy demostrar con una carta de un muchacho que me escribe desde Tenerife y dice así: “Espero se encuentre bien. De este lado del mundo le mando mis más sinceros cariños y respetos; soy Diego Medina, ya nos conocimos en un encuentro en el año 2008. Debo admitir que no lo pasé muy bien, pero ese encuentro marcó mi relación con Dios, aunque al principio no me lo tomé en serio, porque usted recordará todas las que me mandé. Di testimonio delante de la iglesia que había quemado 1700 gramos de cocaína en la comunidad de la pastora Loreley, cuando realmente lo que quemamos fue levadura de pan. Rodrigo y su familia me abrieron las puertas de su casa y pasé ahí la noche”. Este muchacho se mandó terrible mentira y nos dijo que lo estaban persiguiendo, así que enseguida lo hospedamos en la casa de unos hermanos. “Cuando abro los ojos al otro día me entero que usted me mandó pasajes para el centro comunitario “Beraca Salto” porque yo le dije que había gente peligrosa detrás mío, pero duré allí tres días y me volví a Montevideo. Igualmente seguí yendo a la iglesia, pero la mentira me empezó a inquietar el corazón y se convirtió en vergüenza. ¡Todo lo que le hice a la gente de la iglesia! Fui a otro encuentro, confesé todo lo que me oprimía, pero aún tenía la necesidad de pedirle perdón a usted en persona; así que un domingo que hubo movida en Beraca fui en bicicleta sólo para hablar con usted. Había decidido apartarme de la iglesia después de hacerlo, así que tomé coraje y atropellando a la gente llegué a usted que como siempre estaba rodeado. Cuando me vio, me dio un abrazo, no me dejó ni hablar y me dijo: ¡Me tenés que pedir perdón por mentiroso! ¿No? ¡Quedé mudo! Sólo dije que si. Me dio un abrazo, un beso y me soltó, yo quedé unos minutos en un impasse. Se me acercaron Yiyi y Rodrigo a hablarme pero no los escuché, agarré la bicicleta y empecé a pedalear enfurecido por la ruta; mi cabeza no estaba en el camino, sólo pensaba en lo gil que era y no entendía todo el amor que me infundían. Poco a poco me acercaba a la iglesia, una vez, iba tan envenenado que no me di cuenta y crucé en rojo. ¡Casi me mato! Sabía que tenía que pedirles perdón a unos cuantos así que decidí hacerlo. Nunca voy a comprender todo el amor que me dieron y eso me confundió, entonces dejé de ir a la iglesia, incluso dejé de ir a trabajar para no tener ningún vinculo con nadie de la iglesia. Cada tanto chateaba con alguien pero yo esquivaba el tema “Dios”; era como que cada vez que lo mencionaban, se movía algo dentro de mí. En definitiva, me aparté del todo y esa fue mi macana, porque después de eso, sí me metí con gente “Grossa” y salió un viaje a las Islas Canarias llevando 6 Kilos de cocaína adosados al cuerpo. ¡Me iban a pagar muy bien! Iba todo bien, pasamos las peores ciudades y cuando creíamos coronado nuestro esfuerzo algo salió mal. Hoy cumplo 5 meses preso, en una isla, lo que jamás imaginé; me piden de 9 a 15 años de prisión. Debo admitir que cuando me capturaron lo primero que grité fue: ¡Dios mío! y lloré hasta quedarme dormido, creyendo que era un sueño. Cuando desperté, seguía en el mismo calabozo. Han pasado los días y cada vez me aferro más a la idea de que sin Cristo nada soy, todos los caminos que no son de Cristo tienen una cosa en común y es que nos esclavizan, y somos conscientes de ello, sólo que no queremos darnos cuenta; y todos los caminos tienen un destino en común y es la muerte. Esta carta se la envío con el propósito de hacerle saber lo humillado que se siente mi corazón, y pedirle perdón con sinceridad. Dios, aquí adentro, me abrió los ojos y me hizo entender que fuera de Él no hay nada. Quisiera pedirle perdón a toda la iglesia y humillarme delante de todos porque Cristo me enseñó que Él es el camino, la verdad y la vida. Esta frase la veía como algo más pero ahora sé el significado de eso y puedo asegurar que sin la misericordia de Dios estoy perdido. Le doy gracias a Dios porque me está enseñando las necesidades del mundo; aquí, dentro de la cárcel hay más de 50 naciones y muchas religiones: Musulmanes, judíos, gitanos, y otras que traen los negros de África; éstos arriesgan la vida en un bote con 30 personas, con niños y mujeres escapando del hambre que hay en ese país y yo me quejo cuando ellos ni siquiera conocen a Cristo. Aquí hay mucha necesidad de Él,  hay un grupo de cristianos que nos juntamos a orar media hora por día, leemos la Biblia y hemos ganado algunas almas; otros que han decidido seguir a Cristo ya se han ido en libertad y me gozo, porque Cristo muestra su gloria cada vez que eso pasa. Ya no pienso en la libertad, sólo pienso que Dios tiene algo para mí y ahora quiero que se haga su voluntad. Nuevamente pido perdón a toda la iglesia y les pido que oren por mí, no para que me den libertad sino para que cada día me dé la fortaleza para llevar el día a día porque realmente no es fácil. Querido pastor, le bendigo en el nombre de Jesús y le doy gracias por haberme enseñado a Cristo, porque si no, no se donde estaría”.

Me entristece que esté preso, pero me hace feliz saber que está bien; este muchacho estaba mal antes de estar preso. ¡Qué cosas tiene Dios! Cuando era libre, estaba mal pero ahora está bien, es bendecido y está viendo lo que no podía ver. ¿Te das cuenta que Dios usa circunstancias? Si no lo detenía la policía podría estar muerto, pero ahora está a salvo y predicando el evangelio. Dios va a hacer una obra con él. ¡Dios tiene propósito con cada uno!

¿Qué hubiese pasado si le hubiera dicho: “Eres un sinvergüenza, me has avergonzado delante dela iglesia, me hiciste dar testimonio, salimos por la cadena de Enlace TBN dando un testimonio mentiroso al mundo entero. No me embromes más no quiero saber nada contigo”? Pero cuando se me acerca le doy un abrazo y un beso, y le digo: “¡Dios te bendiga!” ¡Cuánto bien hace el amor! ¡Cuánto bien hace el perdón! La misericordia no lo dejó, se clavó en su corazón y ahora que está preso goza del favor del Señor.

CONCLUSIÓN

Lo que quiero hacerte ver es lo siguiente: ¿Podrá Dios fracasar en sus planes porque estés preso? ¿Podrá Dios fracasar en sus planes si se ha propuesto algo contigo? ¿Eres de Dios o no? ¡Tienes que ponerte en las manos de Dios y entregarle tu corazón a Jesús! Si reconoces que tu vida no está en las manos de Dios sino en las del pecado, en manos de los malos sentimientos a talpunto de nopoder dormir pensando en lo que te han dicho o en lo que te han hecho, necesitas entregarle a Dios esa amargura, ese resentimiento, necesitas entregarle a Dios alguna injusticia. Haz como José y dile a Dios: “Señor, ¡me quiero olvidar todo lo que me han hecho! ¡Quiero dejar delante de ti mis heridas! ¡Quiero ser sano! ¡Quiero estar en tus manos preciosas!”

Dios te espera, Él quiere que le permitas, como José le permitió, cumplir su propósito en tu vida. Quiero guiarte en una oración, dile a Dios en esta hora: “Señor, líbrame de todos mis pecados, líbrame de mis resentimientos, que yo no me estanque por causa de las injusticias, bendíceme en esta hora, dame tu perdón Señor, dame tu paz ahora. Perdona cada uno de mis pecados, libra mi mente y mi corazón, en el nombre de Jesús. Sálvame Señor, enséñame el temor de Jehová, te lo pido en el nombre de Jesús, porque he sido valiente para muchas cosas pero no para obedecer a Dios. ¡Te amo Señor y te necesito! ¡Te bendigo! Te doy mi vida, tómala, toma mi pasado, mi presente y mi futuro en tus manos. ¡Quebranta toda maldición y todo poder del infierno sobre mí! ¡Reina tú Señor en mí! En el nombre de Jesús hago esta oración, amén”.

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