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Génesis 32:30 dice: “Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma”.
La gente anda por la vida sinentender, sin saber si su alma es libre o está encarcelada. Muchos años anduvo Jacob haciéndose preguntas: ¿Por qué pasará esto o lo otro? ¿Por qué a mí? ¿Por qué Dios no me contesta? ¿Dónde está Dios? ¿Será que Dios me ama o está enojado? ¡Las mismas preguntas nos hacemos nosotros! Pero Jacob tuvo un encuentro con Dios, y dijo: “Vi a Dios cara a cara y fue librada mi alma”.
¿Tu alma está libre o encarcelada? ¡Qué importante es la libertad que Dios le da al alma! ¡Qué importante es el alma!
Estuvimos participando en estos días del Festival Mi Esperanza y hemos escuchado los mensajes que nos trajo Franklin Graham donde nos hacía entender la importancia y el grandísimo valor del alma. Él nos enseñaba que por supuesto el cuerpo también es importante porque es la habitación temporal del alma, pero es polvo y volverá al polvo. No hay esperanza en cuanto a nuestro cuerpo, él no es nuestro yo. Nuestro yo, o nuestra verdadera identidad está en nuestra alma. Cuando muere el cuerpo, el ser, o el alma continúa existiendo. Seguirás siendo la misma persona pero en otra dimensión. La Biblia nos enseña que vamos a tener conciencia de lo que hemos vivido aquí en la tierra, vamos a tener recuerdos de lo que hemos pasado; vamos a conocer y a entender las cosas que hemos vivido aquí, desde otra perspectiva.
Jesús decía: “Ustedes no se preocupen por aquellos que pueden matar el cuerpo, porque el alma no la pueden matar”. ¡El verdadero valor está en el alma! El tema es si tu alma ha sido liberada por Dios, si tu alma está en un estado de condenación o en un estado de redención.
La palabra “redención o redimir” era muy usada en la antigüedad, sobre todo para referirse a los esclavos, cuando se pagaba por ellos para liberarlos; pero no solo a ellos se los redimía, sino también otras cosas. Actualmente el término que se usa es “rescatar”. La redención es un pago por algo que se quiere rescatar, o un pago para rescatar a alguien.
Hoy en día, Israel ha estado en negociaciones para rescatar un soldado que hace dos años la gente de Hamas tienen cautivo. Israel estaba negociando entregar más de 500 presos para que liberen a ese soldado. Eso seria una “redención”; pero Hamas no ha querido aceptar la negociación, ¡parece que querían más! En esa negociación podemos ver cuánto vale para Israel un soldado, y cuánto vale una persona para Hamas. La pregunta que yo te hago es: ¿Cuánto vale tu alma? Hay personas que cuando están en un estado de aflicción, de enfermedad, de angustia, llegan a detestar su alma. Detestan la vida. Por ejemplo, Job, llegó a decir: “Está mi alma hastiada de mi vida”. Hay circunstancias que te llevan a pensar que la vida novale la pena, que mejor sería la muerte que la vida. Y son muchas las personas que piensan así. En Uruguay, unade cada cuatro personas sufre de depresión. La tristeza es el principal factor de la depresión, y la depresión es el primer factor que lleva al suicidio. Por eso es que aquí en Uruguay hay altos índices de suicidio.
En un informe que leí dice que las más altas tasas de suicidio están en los países más agnósticos, más ateos, más secularizados. Algunos piensan que la situación económica determina el suicidio, pero no es así; los indios no se suicidan y eso que viven en una situación muy precaria. ¡Ellos no piensan en suicidarse!
El predicador Franklin Graham comparaba el valor dela vida con el de lasriquezas de todoel mundo,basándose en el pasaje dela Bibliaen el que Jesús dice: “De que le servirá a alguien comprar todoel mundo sipierde su alma”.
Él decía que si pudiera comprar todo el oro del mundo, todas la casaso edificios de la cuidad, si pudiera comprar todas las estancias del Uruguay, y después seguir por las de Argentina, si pudiera comprar todos los barcos y aviones del mundo, y si llegara a ser el propietario de todas las empresas del mundo, pero pierdo mi alma: ¿De qué serviría? De ahí sale la enseñanza de que un alma vale más que todos los bienes que hay en el planeta Tierra. ¡Es más cara un alma que todas las riquezas del mundo!
Entonces el predicador decía que no podíamos dejar que se pierda nuestra alma. Uno de los problemas que tenemos, es que no entendemos el valor que tiene nuestra alma. Pero Dios que sabe como son las cosas, nos dice en su palabra: “Porque de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”. Dios pagó un precio más alto que el oro o los bienes del mundo, pagó con la sangre preciosa de su hijo Jesucristo. Cristo dio su vida, por nosotros, enla cruz del calvario. ¡Tu alma vale mucho! ¡No la desprecies, no la rechaces! Y no te apegues a nadade este mundo porque nada tiene valor, todo va a dejar de ser.
El Salmo 34:22 dice: “Jehová redime el alma de sus siervos, y no serán condenados cuantos en él confían”.
Hay un estado de perdición y de condenación sobre cada alma en el mundo,según dice la Biblia: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”. He escuchado algunas personas decir: “Yo no creo en Dios, pero si llega a haber Dios, me va a tener que dejar entrar al cielo, porque yo soy bueno”. ¡Pero la Biblia dice que todos hemos pecado, no hay nadie bueno! “Yo hago todo el bien que puedo”, dicen algunos, “me llevo bien con todos, amo a mis hijos, trabajo duro”. ¡Pero eso no es suficiente para redimir tu alma! La Biblia dice que somos todos pecadores, nada podemos hacer. ¿Con qué pagará el hombre elrescate de su alma?
Me ha causado muchísimo dolor, un hecho que ocurrió en esta semana, que ha sido una de las experiencias más tristes que he vivido en todo mi ministerio: Un alma se nos escapó de las manos. Hay un hermano muy querido dela iglesiaque es albañil, y andaba con su hermano que había venido a una entrevista para poder entrar a una de nuestras comunidades. Había tenido la entrevista pastoral, sólo le faltaba la entrevista sicológica para ingresar; la sicóloga no había podido atenderlo porque había viajado al interior a un casamiento, y después le surgió un problema bucal y tuvo que ir al dentista. Unode los pastores de laiglesia le había dicho a este hermano: “¡No dejes solo a tu hermano porque es un potencial suicida!” La entrevista se demoró un poco y este muchacho no entró a la comunidad. Se quedó ayudando a su hermano en un trabajo de albañilería que estaba haciendo en la iglesia. Al otro día se fue ala casa desu padre, a saludarlo y a lavar su ropa. Durante el día se comunicó con su hermano el albañil, por mediode mensajes de texto.El hermano le decía: “¿Qué pasa, a que hora venís?” Y la respuesta fue: “Ya lavé la ropa, en un rato salgo. Estoy tomando mate con papá”.
En un momento se va para adentro y el papá se queda esperándolo afuera. Como demoró mucho, el padre entró a la casa y lo encontró colgado.
Cuando el predicador dijo: ¡Cuánto vale un alma! Yo dije: ¡Dios! Este hermano me llamó llorando y me dijo: “¿Pastor que hago? ¡Se me mató mi hermano, se fue al infierno!” ¡En un instante! ¡Estaba tomando mate y conversando con el padre, y no hubo ni siquiera una señal! Es como si cuando entró dentro de la casa, fue arrebatado por un demonio, como dicela Biblia, que en un instante satanás entró enla vida deJudas.
Estamos rodeados de personas que piensan en la muerte todos los días. Una joven que se ha criado enla iglesiay se metió en una relación con un traficante me decía: “No se que me pasa, siento voces, me vienen pensamientos. ¿Cómo hago para que no me venga eso?” Es muy sencillo: “Prendesla luz yse va la oscuridad”. No es que tienes que rezar algunos Padre Nuestro, ni Ave María; no necesitas ir de rodillas a ningún lado ni hacer determinados rituales. ¡Lo que necesitas es que Cristo sea el Señorde tu vida!Si Cristo está adentro, hay luz, y las tinieblas no pueden operar donde está Cristo. ¡Tu vida y tu alma están a salvo cuando Cristo es tu Señor!
Job maldecía el día que había nacido y prefería no haber nacido. Llegó a considerar que por causa de su sufrimiento, la muerte era mejor que la vida. “Mi alma está hastiada de mi vida”. Pero la Bibliadice: “Jehová redime el alma de sus siervos, y no serán condenados cuantos en él confían”. ¿Tu alma está en paz? ¿Tu alma está confiada? ¿Tienes certeza que Jesucristo tiene tu alma en sus manos y que nadie podrá arrebatarla de ahí? ¡Tú estás a salvo si tu alma está a salvo! No te hagas problema por los que pueden matar el cuerpo porque no pueden matar tu alma. Para Dios es mucho más importante tu alma que tu cuerpo.
Viene a mi memoria el caso de un hombre muy malo que se convirtió a Cristo; su familia había orado mucho por el, pero había venido a Cristo y se fue, luego volvió y se fue de nuevo. Me acuerdo que su papá oraba por la salvación de ese hijo. Un buen día vino a Cristo y se consagró. El padre dijo: “Bueno ahora sí, ahora va a ser un gran siervo de Dios”. Pero pasaron unos días y el hijo se murió en un accidente. Ese padre estaba desconsolado y decía: “Ahora que es de Cristo, ¿por qué tenía que pasar esto?” Y Dios le habló y le dijo: “Yo lo maté, porque si lo dejaba vivo, iba a volver a apartarse. Tú me pediste por la salvación de su alma. Yo permití que él entrara, y que muriera”. ¡Hasta cuando mata Dios lo hace por misericordia! ¡Cuánto nos ama el Señor! La pregunta es: ¿Cuántas oportunidades sabes que tienes hacia adelante? ¿Tú crees que puedes seguir indefinidamente postergando entregarle tu vida a Dios? ¿Tú confías en tus buenas obras? ¿Crees que con tus argumentos vas a convencer a Dios?
Cuando vio Dios que nadie podía salvarse porque todos éramos malos, es que decidió enviar a su hijo unigénito, para que él pague el precio del rescate.La vida deCristo vale más que el planeta Tierra, vale más que el oro y la plata. El precio que había que pagar era muy alto, ¡pero Cristo lo pagó! Me da paz saber que me amó tanto y que en su misericordia borró mis rebeliones y pecados y me cubrió con la sangre de Jesús para que mi alma esté en paz y confiada. Mi alma está confiada porque tiene fe en Jesucristo. No puedo tener fe en mis buenas intensiones, ni en mis fuerzas, ni en mis buenas obras, pero tengo fe en aquel que dio su vida por mí. ¡¡En él estoy justificado!!
Cuando Fernandito me llamó y me dijo: “Pastor, mi hermano se mató, no se que hacer, no tengo fuerzas…” yo entendí que no teníamos que concentrarnos tanto en el que acababa de matarse, sino en los que estaban vivos, porque su historia familiar es terrible, hay una herencia maligna que viene de los padres y abuelos, así que le dije: “Fernando, ya no pienses más en tu hermano; habla a tus parientes que están en soledad y no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda. Diles que esto no hubiera sucedido si Cristo hubiese estado en el corazón de tu hermano”. ¡Lo que necesitan ellos es a Cristo en el corazón!
Hoy quiero quedarme tranquilo de que te prediqué el evangelio y que tú le entregaste tu alma a Jesús.
Tiemblo cuando una persona toma el consejode un pastorlivianamente, porque cuando un pastor te está aconsejando, no esel pastorquien te da el consejo, sino que es Dios. Resulta que a ti te cae pesadoel pastor, entonces lo que te dice también te cae pesado, pero lo que tú no entiendes es que te está cayendo pesado lo que Dios te dice; o quizá te cayó livianamente como una opinión más de un hombre. Para que entiendas: Si rechazas al pastor, rechazas a Dios. A mí me han quedado resonando las palabras queel pastorle dijo a este hermano: “No te apartes de él, porque es un potencial suicida”. Pero este hombre se había ido a lavar la ropa. ¡Dios, si solamente te hubiera hecho caso! Hubiera sido preferible ponerse ropa mugrienta o lavarla ahí en donde estaba trabajando. La palabra era: “No te apartes de él” ¡Hubo advertenciade parte de Dios!
Yo te digo a ti: ¿Qué será de tu alma? Cuando pienso que voy a rendir cuentas por el alma de la gente que Dios ha puesto a mi cuidado, tiemblo. ¡Le voy a tener que dar cuentas a Dios si te prediqué o no el evangelio, si te di la oportunidad de entregarle tu vida a Cristo! Te pregunto: ¿Está a salvo tu alma? Si tienes dudas acerca de esto, si sabes que el pecado domina tu vida, si sabes que lo que estás haciendo es tu voluntad y nola de Dios, que solamente escuchas lo que a ti te gusta, necesitas entregarle tu alma a Cristo, ¡tienes que darle tu corazón a Jesús!
Hoy tienes esa oportunidad de entregarle tu corazón a Cristo, y pedirle que ponga en ti la certeza de la salvación y del perdón de los pecados. ¡Reconoce que necesitas poner fe en Jesucristo! ¡Sin fe en Jesucristo no hay rescate para tu alma! Es Jehová el que redime tu alma, no es tu linda cara, ni tampoco son tus buenas obras. Dios redime el alma de sus siervos y no serán condenados cuantos en el confían. Necesitas poner toda tu confianza en Él. Él vendrá a tu vida, limpiará tus pecados, y guardará tu alma. Haz esta oración con fe, con convicción: “Señor, reconozco que no hay salvación sin ti y yo necesito el perdón de mis pecados. Echo fuera la duda, la incredulidad y te pido que por tu amor, por tu gracia y por tu misericordia me perdones y me des vida. Te alabo y te doy gracias porque en esta hora estoy abriendo mi corazón y se que tu rescatas mi alma. ¡Te alabo Jesús! Recibo vida eterna, recibo perdón de mis pecados en el nombre de Jesús, amén”.
ANEXOS: