Av. 8 de octubre 2335
Montevideo
WhatsApp:(+598) 095333330
INTRODUCCIÓN
Leemos en Isaías 26:9: “Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia”.
En la actualidad, hay corazones que están siendo sensibilizados. Dios es un Dios bueno, es misericordioso; Dios es un Dios de amor. Y con la pandemia que está sufriendo el mundo, este llamado de atención nos ha sacudido a aquellos que creemos en Dios y le amamos, y nos ha vuelto más sensibles.
Yo agradezco a Dios porque la iglesia Misión Vida, no se está congregando en el templo, pero está yendo a los barrios a repartir alimentos a los más necesitados. Algunos, a través de las redes les enseñan a los niños y les mandan ejercicios para que aprovechen el tiempo. Cada semana se están repartiendo miles de viandas de comida a los carenciados de la sociedad. Es que se ha despertado la misericordia en el corazón de los creyentes.
Presta atención a lo que dice la Biblia: “…porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia”. ¿Qué es justicia? Es todo aquello que Dios quiere que se haga, pero no se hace. Básicamente, la primera regla de justicia de Dios es el amor y tiene que ver con el prójimo; y el Señor se interesa por el débil, el quebrantado, la viuda, el huérfano y el extranjero. Dios está cercano al quebrantado de corazón. ¿Y qué pretende Dios? Que nosotros seamos justos como Él es justo. Así que nosotros aprendemos justicia por medio de la justicia que Dios envía al mundo; pero hay otros que se rebelan contra lo que Dios quiere hacer.
Hay quienes buscan su propio propósito en medio de esta pandemia que estamos atravesando. Gente que está haciendo mucho dinero con esto, como el caso de Bill Gates que está estudiando unas ocho vacunas, y pide a los gobiernos que aporten unos dos millones de dólares para que se pueda llevar adelante el proyecto y poder comercializarla. Digamos que ese aporte que pide es una especie de pago adelantado por las vacunas que les va a vender a las naciones. Pide también que se prohíban los eventos masivos, como los partidos de futbol, las reuniones en las iglesias, eventos como los recitales, cine, teatro, etc. Recomienda que todos permanezcan encerrados en sus casas hasta que todos sean inoculados. ¡Flor de negocio! Parece que este negocio le da más rédito que Microsoft, empresa que cofundó, de la cual se retiró. Es que vender vacunas le da más dividendos.
EL AMOR: PRIMERA REGLA DE JUSTICIA
¡Hay hombres que están pensando en dominar el mundo! Esos se la van a ver con Dios. En cambio, hay quienes están como Dios, con sus corazones inclinados hacia el débil. Hablando con una doctora me dijo que si hay un paciente de cuarenta años de edad y otro de setenta años y un solo respirador, ella, utilizando una lógica muy razonable, me dijo que el respirador se lo administrarán al de cuarenta años porque esa persona aun sirve; en cambio, el de setenta no aporta y le cuesta mucho al estado. Se miden las cosas, no con misericordia. Digamos que desde el punto de vista práctico económico hay que salvar al de cuarenta y dejar que se muera el abuelo. Pero la lógica de Dios no es así, porque la Biblia señala que su corazón está inclinado hacia los más débiles y hacia los pobres.
Algunos personajes se dirigen a los pobres como vientres o comensales inútiles. ¿Por qué? Porque no aportan lo suficiente al sistema mundial, y entonces hay que eliminarlos. Uno de esos personajes es Bill Gates, el otro es George Soros. Ellos, desde hace varias décadas hablan de que hay que reducir drásticamente la población del mundo, y ésta es una gran oportunidad de matar a los ancianos. Yo pienso que Dios elegiría sanar al más débil y al que está quebrantado. Lo que pasa es que Dios no piensa como el hombre y éste no piensa como Dios piensa. Es que las razones del hombre no son de acuerdo con las razones de Dios. Las razones de Dios se entienden y se aceptan por medio de la fe y no por medio de la razón; ya que se entiende distinto de una y de otra manera.
Yo tengo sesenta y ocho años y me tiene sin cuidado lo que pudiera pasarme por causa del virus. Yo sé en quien he creído. Yo sé quien es mi Roca fuerte. Yo sé a quien amo. Isaías dijo: “Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia”.
Durante toda esta etapa que estamos viviendo por la pandemia, Dios nos ha estado recordando un pasaje que se encuentra también en Isaías 26, versículo 20 y 21, y dice así: “Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación. Porque he aquí que Jehová sale de su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad contra él; y la tierra descubrirá la sangre derramada sobre ella, y no encubrirá ya más a sus muertos”. Si me permiten, debo decir que estamos viviendo un tiempo de juicio de Dios; pero un juicio con misericordia porque las puertas aun están abiertas. Dios todavía está llamándonos y diciéndonos: “Busquen mi rostro. Háganme caso, yo soy en dueño de la verdad; el hombre no es el dueño de la verdad. Yo soy el Poderoso; el hombre no tiene poder”.
Donald Trump invoca a Dios para salir de la crisis, y el gobernador de nueva York señala que Dios no tiene nada que ver con lo que se está logrando porque eso es mérito del hombre. ¡Dios se estrella contra la soberbia del hombre! ¿Qué es el hombre sin Dios? ¡El hombre sin Dios no es nada! Una persona me escribió: “Yo no quiero saber nada de satanás ni de Cristo. Yo creo que no hay nada y que cuando la persona muere se termina todo. Yo creo en el hombre”. ¡Qué soberbia! ¡El hombre te está fallando, querido! ¡Dios no te falla!
HACER MISERICORDIA: EL AYUNO QUE DIOS REQUIERE
Quiero compartir contigo otro pasaje bíblico donde Dios se queja del pueblo que clama a Él, que hace ayuno y encima le recriminan: “Hicimos ayuno y ni te diste por enterado. Clamamos a ti y no contestas. ¿Dónde están tus misericordias?” Así dice Dios: “…me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como gente que hubiese hecho justicia, y que no hubiese dejado la ley de su Dios; me piden justos juicios, y quieren acercarse a Dios” (Isaías 58:2). El hombre está cosechando lo que ha sembrado. Llevamos cientos de años rebelándonos contra Dios, dejándolo de lado y asumiendo que Él nada tiene que ver con el gobierno del hombre y que éste decide por su cuenta, etc.
Por un lado tenemos la verdad de Dios y por el otro lo que dice el hombre, y la verdad del hombre no es verdad, es engaño y mentira. El hombre sin Dios no tiene la verdad ni la conoce. Continúa diciéndoles Dios: “¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste por entendido? He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio gusto, y oprimís a todos vuestros trabajadores”. En otras palabras les dice: “Ustedes ayunan para ustedes mismos, pero ese no es el ayuno que yo escogí”. Y agrega según leemos en Isaías 58: “¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?”
Si te pregunto qué haces para agradar a Dios, ¿qué me responderías? ¿Sirve que adores con el mejor instrumento y con una hermosa voz, pero no partes tu pan con el hambriento? ¿Está Dios conforme con esto? ¿Conoces la verdad de Dios y su justicia? Algunos buscan a Dios para poder conseguir lo que quieren como comprar una casa; lo buscan para que le vaya bien en su matrimonio, o por cuestiones personales. Y Dios dice: “Yo quiero que ustedes sean compasivos como yo soy compasivo; que partan su pan con el hambriento, que alberguen en tu casa al pobre errante, que cuando vean al desnudo lo cubran y no se escondan de su hermano”.
Quiero dar gracias a Dios por los hogares Beraca, a los cuales tanta gente maldice y hablan mal de esta organización. En este tiempo, los hogares Beraca están alimentando a miles de personas necesitadas. Los que allí viven como otros miembros de la iglesia Misión Vida, van a los barrios carenciados a llevar viandas para las personas que no tienen que comer. ¡Eso es conocer a Dios! Conoces a Dios cuando tienes misericordia de los débiles. Dios nos está llamando la atención y nos insta a cuidar a los más débiles. ¡La iglesia está reaccionando! Veo pastores e iglesias de Uruguay, que como nunca, en este tiempo, salen a repartir comida a la gente. También estamos orando por las necesidades de las personas. La iglesia Misión Vida unida a otras iglesias estamos orando por los gobernantes, por nuestros niños y adolescentes, por los matrimonios y las familias, etc.
Hemos empezado a buscar más a Dios y decidimos avocarnos a hacer lo que a Dios le gusta que hagamos. Dios produjo un sacudimiento y de pronto descubrimos que hay cosas que hemos olvidado; por ejemplo, que el templo no es más importante que la iglesia. Pastores que predicaban una sola vez a la semana, los días domingo, hoy están teniendo reuniones por las redes varias veces a la semana. Un pastor me dijo: “Resulta que ahora estamos más cerca de las ovejas que cuando teníamos el templo abierto”. ¡Benditos sean los que quieren hacer la voluntad de Dios porque ellos van a conocer sus caminos!
Dios le muestra su voluntad a quien realmente quiere hacerla. Si quieres hacer su voluntad, vas a conocer su voluntad porque Él te lo va a revelar. Dios quiere que en este tiempo la iglesia esté más encendida. Dios quiere que los creyentes se la jueguen por el evangelio. Dios quiere que las personas sean salvas y los instrumentos de su salvación somos nosotros los cristianos todos, no solo los pastores. Somos instrumentos de Dios para salvación de la gente. Yo veo que la pandemia del Covid19 está abriendo oportunidades de volver a Dios. Claro que las aguas se están dividiendo. Hay quienes se enojan contra Dios y contra el evangelio. En el caso de Bill Gates, él no quiere que nosotros nos volvamos a reunir hasta que haya comercializado todas sus vacunas, hasta que todo el mundo esté vacunado. Y hay otros como él que están tratando de lograr sus cometidos; pero yo te pido que te quedes tranquilo o tranquila porque el que está logrando sus objetivos es Dios. El Señor está dividiendo las aguas y se está viendo quiénes son de Él y quiénes no. Dios les está dando oportunidad a aquellos que no lo han tomado enserio para que lo tomen en serio.
Te comparto el Salmo 140:12, y dice así: “Yo sé que Jehová tomará a su cargo la causa del afligido, y el derecho de los necesitados”. Causa es un término legal. Dios está en juicio con la humanidad y los afligidos tienen una causa que les es favorable a ellos. Dios toma a cargo, o sea que se echa encima la carga de la causa de los afligidos y el derecho de los necesitados. La palabra “derecho” también es un término legal. Dios está en litigio con los hombres de la tierra que no quieren hacer lo que Él quiere. El versículo 12 de Isaías 140 se refiere a lo que Dios hace y en Isaías 140:13 leemos: “Ciertamente los justos alabarán tu nombre; los rectos morarán en tu presencia”. Aquí se hace alusión a aquellos que son como Dios, los que hacen justicia como Dios. ¿Quiénes son los justos? ¿Los que se portan bien? Los justos son los que toman la carga de los afligidos y el derecho de los necesitados. ¡Eso es hacer justicia! Es tiempo de rendirte a Dios y decirle que nunca te interesó mucho tu prójimo, que siempre te has preocupado solo por los tuyos, por tus recursos, tu trabajo; todo lo tuyo.
CONCLUSIÓN
Pídele perdón por no haber tomado la carga de la causa del afligido. Dios te está llamando y te dice: “Este juicio que yo he enviado es para que tú abras tus ojos, porque si no eres justo como yo soy justo, difícilmente vendrás conmigo al reino de los cielos”. Jesús se hizo cargo de tu causa en la cruz del calvario. Digamos que la cautividad, el dolor y la opresión más grande vienen por causa del pecado. Por causa del pecado viene la muerte y la condenación eterna; y Jesús se hizo cargo de nuestra causa. Dios el Padre nos cubrió con la sangre de Jesús. Aquí hay algo importante. Cuando la sangre de Jesús cae a tierra; sabemos que el hombre está hecho de la tierra, y cuando la sangre cae sobre la tierra, cae sobre la sustancia de la que está hecho el hombre. La Biblia señala que esa sangre clama mejor que la sangre de Abel. Clama por justicia desde la tierra la sangre de Jesucristo a tu favor. ¿Y en que sé que Dios es misericordioso? Sé que es misericordioso porque nos cubre con la sangre de Jesús y ya no nos ve a nosotros, sino que ve la sangre que nos cubre. ¡La sangre de Jesucristo es nuestra cobertura! La sangre de Cristo es la vida de Cristo; es la vida de aquel de quien Dios dijo: “Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia”. Ya no eres visto por tus pecados ni por tus hechos aberrantes; eres visto por el agrado que le causa al Padre ver al Hijo cubriendo al pecador. La sangre de Jesús nos libra de condenación. Necesitas volverte a Dios con todo tu corazón. Muchos están distraídos enredados en los negocios de la vida, pero sé que Dios hoy te está llamando para que vuelvas a Él.
Termino compartiéndote lo que dice la Biblia en Isaías 26:3: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”. Todo aquel que pone su confianza en el Señor será guardado en completa paz. No hay virus, no hay demonio ni diablo que te amedrente si estás guardado en el Señor. “Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos” (Isaías 26:4). Si hay algún lugar donde refugiarse es en Dios. Hoy ya no te puedes refugiar ni en los hospitales. Últimamente la justicia del hombre nos está llevando a que haya más muertes por otras causas que por el Covid19. La gente está siendo desatendida. Los abuelos, a los que se aconseja no ponerles respirador porque es prioridad salvar a los más jóvenes que valen más, están condenados a vivir aislados. Es saludable para los abuelos poder ver a sus nietos y jugar con ellos; su organismo se fortalece cuando ríe con sus nietos y se les está negando eso. Dicen que es por cuidar a los abuelos. ¡Los abuelos se mueren de tristeza! Disminuye la capacidad de defensa de su organismo.
El hombre no sabe qué hacer; hay muchas directivas como contra directivas. No hay justicia porque no hay conocimiento de Dios. No hay luz; más bien hay oscuridad. Pero hoy te digo de parte de Dios te digo: “Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria” (Isaías 60: 1 y 2).
En medio de la oscuridad estás siendo llamado a ser luz, y muchas veces, la luz es simplemente una sonrisa o una palabra de aliento. En este tiempo, los verdaderos cristianos están siendo luz. Porque tienen paz y trasmiten paz, porque tienen esperanza y trasmiten esperanza, porque tienen fe y trasmiten fe. Los cristianos no tienen temor; están confiados. ¡Eso es alumbrar!
Necesitas volverte a Jesús y quiero ayudarte a hacer una oración. Dile al Padre: “Señor, vengo a ti en el nombre de Jesús. Aunque estuve lejos, me acerco a ti con confianza porque creo que eres un Dios misericordioso y eres justo. Lávame en la sangre de Jesús, te lo suplico. Extiende tu mano y sáname. ¡Perdona mis pecados! Líbrame Dios de temor, de angustia e impotencia. Fortalece mi organismo. Dame vida Señor, te lo pido en el nombre de Jesús. Entra en mi corazón y hazte cargo de mi existencia. Toma mi causa, Señor. Yo haré como tú y tomaré la causa del pobre, del hambriento y del debilitado. Lléname de ti, Dios mío. Sopla tu Espíritu sobre mí, te lo pido en el nombre de Jesús, amén”.
ANEXOS: